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ANTETITULO

“Lo más revolucionario es hacer la paz”: vicepresidente

Durante años San Vicente de Chucurí fue un municipio golpeado por la guerra. Hoy sus habitantes escriben una nueva historia.

9 de septiembre de 2013

San Vicente de Chucurí es una tierra privilegiada: allí brotan 14.000 hectáreas de cacao de excelente calidad, frutas y aguacates de un sabor casi celestial. En sus más de 1.000 kilómetros cuadrados también hay 60.000 reses que producen leche y carne. Además es la despensa de varias urbes del país. Sin embargo, antes sus riquezas no se podían aprovechar porque este municipio, ubicado a más de 80 kilómetros de Bucaramanga, era escenario del conflicto armado; más del 50 por ciento de su población fue desplazada.

Por fortuna sus pobladores hoy respiran tranquilidad. No obstante, para garantizar que esta tierra siga por el camino de la paz se requieren esfuerzos que le permitan ser más competitiva. Ese es el principal objetivo de su Alcaldía municipal, entidad que está invirtiendo en el mejoramiento de la vida de sus habitantes.

Lo primero ha sido la inversión en infraestructura. Se hizo mantenimiento a más de 1.000 kilómetros de vías rurales del municipio, y se avanzó en el mejoramiento de las mismas con la construcción de 10.000 metros de placa huella, dos puentes y dos kilómetros de vías urbanas pavimentadas. También se destinaron más de 1.400 millones de pesos a la remodelación y adecuación del teatro municipal, y se amplió la biblioteca local, que antes atendía a 800 niños por mes y hoy recibe a alrededor de 4.000. Además, desde 2016, se han construido siete restaurantes escolares y nuevas instalaciones para ocho instituciones educativas.

Dado que San Vicente de Chucurí es el municipio más cercano al embalse de Topocoro, que es un nuevo centro de turismo del departamento, la Alcaldía está trabajando para que los chucureños puedan favorecerse de esta situación: promociona sus destinos, asesora a la comunidad para formalizar negocios alrededor del turismo y brinda diez capacitaciones anuales para mejorar el servicio de hoteles, restaurantes y guías, lo que beneficia a casi 1.000 personas.

Otro avance ha sido la ampliación de la cobertura de servicios sociales y culturales. Las diez escuelas culturales y deportivas gratuitas del municipio han sido llevadas hasta las veredas y corregimientos. Así, los habitantes se han empezado a formar en disciplinas como el acordeón y la danza. “Luchamos por ser un pueblo que genere desarrollo, emprendimiento, bienestar y que brinde oportunidades a sus habitantes”, concluye Omar Acevedo, alcalde municipal.