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Alias Leo, del frente sexto de las Farc apareció en la imagen de la izquierda el 15 de febrero durante la entrega de dos policías secuestrados por esa guerrilla. Él y otros 16 subversivos de las llamadas fuerzas especiales fueron capturados, con uniformes del Ejército y material de guerra, el viernes pasado en una operación de inteligencia de la Policía.

ORDEN PÚBLICO

Los 17 guerrilleros de Puerto Tejada

Una operación en la que fueron capturados 17 miembros de la guerilla muestra que mientras en Cuba se conversa, en Colombia la guerra no cesa. SEMANA cuenta todos los detalles.

27 de abril de 2013

Casi en el mismo momento en que se reanudaban las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla en La Habana, en una operación que tiene pocos antecedentes en Colombia la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dipol) capturó 17 guerrilleros del frente sexto, el más importante del Bloque Alfonso Cano, que comanda Pablo Catatumbo, el nuevo delegado de las Farc en la mesa.


La operación, realizada en una casa en las afueras de Puerto Tejada, culminó el 26 de abril, tres días después del comienzo de los diálogos en Cuba, con la captura de los guerrilleros que pretendían hacerse pasar por un grupo del Ejército. 

El hecho tiene un doble significado. Aunque en bombardeos se han generado bajas superiores en número, el país no recuerda que tantos guerrilleros hayan sido capturados en un solo acto y sin disparar un tiro. Por otra parte, lo ocurrido muestra que, pese a los diálogos, siguen en plena guerra tanto las Farc, que con esto demuestran que siguen planeando acciones militares de alto vuelo, como el gobierno, que logró neutralizarla. 

Cuando las Farc se llevaron cautivos a dos policías, a comienzos de año, la Dipol se volcó al norte del Cauca para atrapar a Leo y a Pato, dos de los guerrilleros del frente sexto a los que se les atribuyó esa acción que dio una patada a la mesa en Cuba. 

En el poblado de Santo Domingo, los investigadores averiguaron que parte de los guerrilleros que habían participado en el plagio se habían unido a un grupo de las llamadas fuerzas especiales del frente sexto para una misión de envergadura en el norte del Cauca. 

A fines de marzo, un guerrillero en Puerto Tejada, en límites con el Valle, informó haber visto a Leo y Pato gastando dinero en cantinas y burdeles en donde hablaban de un “gran golpe”. Al seguirlos, se llegó a una casa-finca en las afueras del pueblo y a otra vivienda en el área urbana. En la primera había 13 personas; en la otra, tres hombres y una mujer. 

Simulaban estar de vacaciones, pero se detectó que tenían uniformes, cascos blindados y armamentos del Ejército y entrenaban con el claro propósito de suplantar a una unidad de las fuerzas oficiales. La Policía cree que iban a asaltar un camión de valores con 1.200 millones de pesos y a protagonizar en pleno Puerto Tejada algún tipo de acción espectacular.

El 26 de abril, a las 5: 30 de la madrugada, 30 hombres del comando de operaciones especiales (Copes) y de la Dipol cayeron sobre la finca y, a punta de gas lacrimógeno, capturaron a sus 13 ocupantes. En el lugar había 12 uniformes y cascos del Ejército y diez fusiles Galil, de dotación oficial. Simultáneamente, otro grupo de ocho policías derribó con una volqueta una de las paredes de la vivienda en donde estaban los otros cuatro.

No deja de ser inquietante que las Farc estén en capacidad, en el Cauca, de planear una acción tan sofisticada como esta. De haber resultado podría devolver al país a episodios como el secuestro masivo en el edificio Miraflores de Neiva o el de los diputados del Valle, en Cali, en los que los guerrilleros se disfrazaron de militares. Las autoridades lograron impedirlo en esta ocasión. Pero, con toda probabilidad, no será la primera ni la última.