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ENTREVISTA

Los acuerdos por la verdad con los desmovilizados rasos de las AUC

En diálogo con SEMANA, Álvaro Villarraga, de la Dirección de Acuerdos por la Verdad, explicó cómo avanza el proceso para que los desmovilizados rasos salgan del limbo jurídico.

César Paredes, periodista de SEMANA
8 de noviembre de 2012

Más de 10.000 desmovilizados de las AUC se han comprometido a contribuir con la verdad histórica sobre su participación en el conflicto armado. Ellos hacen parte del cuerpo de combatientes que no están cobijados por la Ley de Justicia y Paz, que sirvió para la desmovilización de este grupo ilegal. Ahora podrán disfrutar de los beneficios jurídicos que les otorgó otra ley, la 1424 de 2010, que tiene por objetivo resolver su situación jurídica, a cambio de contar a un grupo de expertos cuáles fueron los hechos que permitieron el nacimiento y consolidación del paramilitarismo. Aunque estos testimonios no serán parte de procesos judiciales en contra de estos desmovilizados, sí podrán servir como parte de la verdad judicial contra terceros.
 
A propósito de esta nueva etapa que vive el proceso de desmovilización de los paramilitares, SEMANA habló con Álvaro Villarraga, jefe de la Dirección de los Acuerdos por la Verdad (DAV), el equipo de expertos que recibirá los testimonios de los desmovilizados.
 
SEMANA: ¿Qué son los acuerdos por la verdad?
 
Álvaro Villarraga: Los desmovilizados (a quienes no se les pudo aplicar un indulto porque fue declarado inconstitucional por las cortes), que no han cometido crímenes graves, que no han cometido delitos a partir de su reinserción y que han logrado una reintegración efectiva, tienen la posibilidad de ir al Centro de Memoria Histórica para aportar a los informes de la verdad y obtener un beneficio penal: se suspenden los procesos judiciales en su contra, si los tienen.
 
SEMANA: ¿Esa información tiene que ser verificada y verificable o es un aporte que no tiene un efecto jurídico para otras investigaciones?
 
Á.V.: Nosotros como Centro de Memoria Histórica recogemos su versión, la cotejamos y valoramos con fuentes de distinto tipo que exista. Además la contrastamos como lo considera la ley con valiosa información que podrá llegar de las victimas y con todo el que quiera aportar. Se trata de construir unos informes y en la medida en que se pueda detectar que existen aportes significativos, el centro hará una certificación de que el desmovilizado cumplió con su aporte a la verdad. Los desmovilizados que participen en este ejercicio y que entreguen aportes a la verdad y sean certificados , no podrán tener consecuencias penales por los hechos revelados. Es la regla de juego de los ejercicios de memoria histórica y su esclarecimiento. Pero como bien lo aclaró la Corte Constitucional en la sentencia de revisión, sí tiene efectos para terceras personas que puedan ser mencionadas en testimonios.
 
SEMANA: ¿Es un beneficio para los combatientes rasos?
 
A.V.: Sí, el artículo uno de la ley dice que no pueden participar quienes hayan cometido graves delitos, sino delitos relacionados con la pertenencia al grupo ilegal.
 
SEMANA. ¿Qué beneficios tiene para la memoria del país este proceso?
 
A.V: Hay en marcha un esfuerzo por dilucidar la verdad. Construir esa verdad ha implicado ya un aporte de diferente orden: las mismas víctimas con sus organizaciones, informes de la comunidad internacional, los procesos judiciales ordinarios como los de Justicia y Paz, han aportado a la verdad. No obstante, lo obtenido con la Ley de Justicia y Paz es una revelación parcial, no están todos los hechos. Con el nuevo proceso hay una oportunidad en aras de completar la verdad de lo sucedido con el fenómeno del paramilitarismo.
 
SEMANA: ¿Los desmovilizados tienen que acudir al Centro de Memoria?
 
A.V.: La ley le entrega la responsabilidad de ubicar a los desmovilizados a la Agencia para la Reintegración, la misma entidad es la que recibe la información de manera directa de la Fiscalía, de los organismos de seguridad y de la Policía para verificar si los delitos efectivamente no son graves y si no ha habido reincidencia del delito. Y es la misma agencia la que constata si se está cumpliendo una ruta positiva de reintegración. Con todo este paquete de requisitos la Agencia de Reintegración, en representación del gobierno nacional ha procedido a firmar con los desmovilizados unos acuerdos. Ya hay 10 mil que han firmado acuerdos. Después los remiten al Centro de Memoria Histórica
 
SEMANA: ¿Cuántos serían los beneficiados?
 
A.V.: El año pasado se inscribieron 24.000 desmovilizados. Este año han sido descartados más de 3 mil y han sido considerados como posibles participantes 15.000. De ellos han firmado compromisos con la verdad cerca de 10.000.
 
SEMANA: Esto debió empezar hace rato, ¿no se ha perdido tiempo valioso?
 
A.V. Este es un proceso que viene desde 2006 y que ha sido muy traumático. Es de recordar que inicialmente se aplicó masivamente un indulto a los combatientes. A juicio de las cortes esa fue una figura inconstitucional porque el delito político —al que se aplica el indulto— no obedecía a la naturaleza del paramilitarismo. Luego vino la ley 1312 de 2009 que les otorgó el principio de oportunidad y que también la Corte Constitucional declaró inconstitucional. Después surgió la ley 1424. Ha sido un proceso de varios años, tiempo que ha estado en contra de los desmovilizados.
 
SEMANA: La semana pasada se hicieron las capacitaciones de quienes van a recibir los testimonios de los desmovilizados. ¿En qué consistió el proceso?
 
A.V.: El Centro de Memoria Histórica nos ha encargado este ejercicio con los desmovilizados. En los últimos meses se estructuró un equipo nacional y otros regionales, en seis departamentos, que hemos estado capacitándonos e investigando lo sucedido con cada una de las estructuras paramilitares. La semana pasada nos reunimos 79 personas de las regiones para culminar ese proceso intenso de capacitación y diseño de los instrumentos para recibir los testimonios.

SEMANA: ¿Ese instrumento podría aplicarse con las Farc, en una eventual desmovilización de ese grupo guerrillero?
 
A.V.: En la construcción de la verdad histórica que necesita el país, frente a la grave crisis de derechos humanos, deben concurrir múltiples esfuerzos. El grupo de memoria histórica ha hecho un trabajo privilegiando la voz de las víctimas, pero la verdad también necesita del aporte de los victimarios. Con relación a los integrantes de la guerrilla, de las Farc y del ELN hay expectativas para que, producto de ese proceso de paz, puedan existir canales de contribución a la verdad histórica.
 
Estamos en una coyuntura importante para que la verdad se construya con todos los actores implicados en este conflicto.
 
SEMANA: ¿Las víctimas van a participar en estos ejercicios?
 
A.V.: Se harán unas reuniones en las que ellas pueden participar.
 
SEMANA: ¿Cómo será el manejo de esa información?
 
A.V.: La información se va a procesar de manera muy discreta. En 2013 se van a producir dos informes regionales alusivos a estructuras paramilitares y en el 2014 otros informes.
 
SEEMANA: ¿Qué se resuelve con esto?
 
Á.V.: Este esfuerzo permite resolver tres cosas: contribuye a construir verdad, en segundo lugar, permitiría culminar con el proceso de desmovilización. Y si tiene éxito., ayudaría a conocer el fenómeno del paramilitarismo.
 
SEMANA: Y finalmente, ¿cuál es el plazo para recoger los testimonios?
 
A.V.: Está previsto este semestre y los dos años siguientes para cumplir la meta.