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LOS ANDES AL PODER

El gobierno de Virgilio Barco es un bastión de ex alumnos de la Universidad de los Andes

29 de septiembre de 1986

"Unidos para el cambio" era el slogan de la campaña barquista. La unión no se ha visto mucho todavía: más bien al contrario. Pero agregándole apenas tres o cuatro letras al slogan podría formarse uno más adecuado a lo que está empezando a emerger del lento desgranarse de los nombramientos en el nuevo gobierno: "UniAndinos para el cambio". En efecto, por primera vez desde que fue fundada hace casi cuarenta años, la Universidad de los Andes se toma por asalto el alto gobierno, desbancando a la Javeriana, que parecía tenerlo en usufructo exclusivo por lo menos desde el cuatrienio de Misael Pastrana. Entre ex alumnos y profesores, los Uniandinos dominan abrumadoramente la administración Barco, encabezados por cuatro ministros -Cepeda, Gaviria, Perry y Merino- y un consejero en la sombra, que es Mario Latorre (ver recuadro).
Alguna representación conserva la Universidad Nacional, pero no mucha. Las demás ni pinchan ni cortan, como viene sucediéndoles desde hace décadas, especializadas en otras ramas del poder: el Externado en el poder judicial, las de provincia en el legislativo -y la del Rosario en el limbo, diezmada desde la Patria Boba y la reconquista del general Morillo. Los Andes gobierna, sumando a sus ministros docenas de viceministros, secretarios generales, jefes de institutos descentralizados. Pero ¿es ese el cambio prometido?
Desde el punto de vista vestimentario, probablemente si. Los bluejeans uniandinos han desplazado en los carros oficiales al chaleco y corbata javerianos -el buzo de Guillermo Perry a los corbatines de lazo de Nohemí Sanín. Hay también un cambio ideológico, que no tiene que ver solamente con la predominancia del conservatismo clerical en la Javeriana frente al liberalismo no confesional de los Andes, sino que es más profundo que las viejas fronteras partidistas y religiosas: es el paso de lo político a lo técnico. La Javeriana se ha especializado en formar políticos profesionales, en tanto que los Andes produce tecnócratas: javeriano es el senador Roberto Gerlein, en tanto que uniandino es el gerente del Banco de la República Francisco Ortega.
Se trata en resumen de un cambio de estilo, pues tampoco lo es de clase social: por el contrario, los Andes ha tenido siempre fama de ser la universidad con más carros de papi por centímetro cuadrado de estudiante de todo el país. Un cambio de estilo del jesuitismo de los claustros javerianos al american dream de los campus uniandiso. Porque desde su origen, la Universidad de los Andes ha tomado como modelo las universidades norteamericanas, y ha mantenido con ellas (Yale, Johns Hopkins, Harvard, Columbia) intercambio de profesores, estudiantes y becas: los uniandinos iban a Estados Unidos a especializarse en americab way of life, y los PHDs norteamericanos venían a los Andes a estudiar sobre el terreno a los nativos del subcontinente.
Una diferencia importante, sin embargo, y que hará que los Andes en el gobierno se note ahora menos que la Javeriana en sus tiempos, es que nunca ha existido una "rosca andina", como sí existe la "rosca javeriana". Los ex alumnos de los Andes no integran una masonería secreta de ayuda y promoción mutua, como sí la forman los de la Javeriana. "Una rosca -dice un ex alumno y actual profesor de esta universidad- de javerianos con Javerianos que funciona divinamente, porque coincide la formación universitaria y por lo tanto moral. Nadie que no sea javeriano puede entender cómo funciona y por qué". Ni tienen tampoco los uniandinos por detrás un "hombre fuerte" que maneje y proyecte su pasado, su presente y su futuro, como es el legendario padre Giraldo de los javerianos.
Por todo eso lo más importante del cambio prometido por el presidente Barco no es tanto que la Universidad de los Andes haya llegado al poder, como que la rosca de la Javeriana haya pasado a la oposición. A la "oposición reflexiva" con seis de los nueve miembros del Directorio Nacional Conservador, que son javerianos, a la oposición intestina con los dos jefes disidentes del liberalismo, los javerianos Luis Carlos Galán y Ernesto Samper, y finalmente a la oposición armada con el comandante del M-19, el javeriano Carlos Pizarro León Gómez. Esas tres fuerzas, inspiradas por el padre Giraldo, pueden constituir una verdadera bomba de tiempo para el gobierno uniandino.
UNIDOS PARA EL CAMBIO
- Fernando Cepeda Ulloa. Ministro de Gobierno, decano de la Facultad de Derecho desde 1983, profesor de la misma facultad.
- César Gaviria Trujillo. Ministro de Hacienda, economista, promoción de 1971.
- Guillermo Perry Rubio. Ministro de Minas y Energía, ingeniero eléctrico, promoción de 1967.
- Miguel Merino Gordillo. Ministro de Desarrollo, arquitecto, promoción de 1970.
- Mario LaTorre Rueda. Asesor del presidente Barco, profesor de la Universidad de los Andes.
- Francisco Ortega Acosta. Gerente del Banco de la República, economista promoción de 1960.
- Carlos Ossa Escobar. Comisionado de Paz, economista, promoción de 1970.
- María Mercedes Cuéllar de Martínez. Directora de Planeación Nacional, economista, promoción de 1971.
- Fernando Botero Zea. Viceministro de Gobierno, ciencias políticas, promoción de 1980.
- Luis Fernando Alarcón Mantilla. Viceministro de Hacienda, ingeniero civil, promoción de 1975.
- Gabriel Turbay Marulanda. Viceministro de Minas y Energía, ingeniero industrial, promoción de 1972.
- Fernando Jordán Flórez. Secretario general del Ministerio de Desarrollo abogado, promoción de 1983.
- Rodolfo Uribe Uribe. Subsecretario general de la Presidencia, administrador de empresas, promoción de 1971.