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¿Los Chompos de Uniandes pueden ser judicializados por memes?

Lo que para algunos puede ser un grupo de ocio, para otros es un espacio que vulnera los derechos de las personas. ¿Hasta dónde va la libertad de expresión, hasta dónde el hostigamiento?

7 de noviembre de 2016

La Universidad de Los Andes se ha caracterizado por figurar casi siempre en los primeros puestos de las clasificaciones de las mejores universidades de Colombia. Pero la semana pasada fue protagonista por cuenta de un grupo de Facebook que en las redes sociales y medios de comunicación han calificado de "matoneadores". 

Se llama ‘Cursos y chompos ásperos reloaded‘ y en tan solo una semana pasó de tener 8.000 miembros a 32.959. Se hizo popular cuando la columnista y profesora de esa institución educativa Carolina Sanín denunció a través de sus redes sociales que algunos de los que hacen parte del grupo la estaban matoneando a través de memes, o ‘momos’, como ellos los llaman.

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En uno de ellos aparecen una tajada de pizza, unas papas fritas, un frasco de Nutella y la foto de Sanín, seguidos de la frase: “Cosas que me quiero comer en 2016”. Pero el que más indignación causó fue uno en el que está la imagen de la profesora con un ojo morado, acompañada del texto “cuando el heteropatriarcado te pone en su lugar”.

Y Sanín no ha sido la única de la que se han burlado Los Chompos. También publicaron un meme de la representante a la Cámara por el Centro Democrático María Fernanda Cabal, y otro del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en la que sale un montaje de él flotando en la inundación que ocurrió en los últimos días en la estación Ricaurte de Transmilenio.

¿Grupo de matoneo o de ocio? Este es el debate que se ha suscitado en los últimos días en las redes sociales. Unos lo defienden y otros lo atacan.

En diálogo con Semana.com, Harmony Hyde Holmes, estudiante de la Universidad de Los Andes, aseguró que un espacio como ese es necesario y que a ella le gusta su contenido porque tiene su propia identidad. Señaló que se trata de un grupo en que hacen publicaciones con algo de “humor negro” relacionadas con las situaciones a las que “se ven enfrentados los estudiantes en su cotidianidad”. Al mismo tiempo, aclaró que participan alumnos no sólo de Uniandes, sino de varias instituciones educativas.

Contrario a lo que piensa ella, Mauricio Cárdenas, un usuario de Facebook, manifestó en su cuenta que “no es gracioso cuando involucra amenazas e incita a la violencia. La libertad de expresión tiene límites, por eso los símbolos nazis están prohibidos en Alemania e Israel. En Colombia estamos construyendo la paz y en el mundo entero aboliendo la violencia de género. ¿No se han dado cuenta Los Chompos?”

La controversia también mereció una dura opinión del columnista de SEMANA Antonio Caballero, quien en su último artículo -‘Discursos Protocolarios’- agregó una nota que dice: “Lo que hace la banda de los Chompos de la Universidad de los Andes que denuncia Carolina Sanín no es humor, como dicen. Es crimen, como los que cometen las demás bacrimes”.  

Pero ¿sí estarían incurriendo en un delito? Según el abogado penalista Iván Cancino, estos hechos no alcanzan a ser delito. Para él, esto puede ser reportado en las redes como comportamiento indebido para que la persona sea sancionada o suspendida.

Sin embargo, para el abogado Abelardo de La Espriella, “es evidente que se está vulnerando el código penal, por cuanto dichas actuaciones constituyen a la luz de nuestra legislación un delito”.

De La Espriella le explicó a este portal que el delito que se estaría cometiendo en este caso es el de hostigamiento que, según ordena el código penal colombiano, “el que promueva o instigue actos, conductas o comportamientos constitutivos de hostigamiento, orientados a causarle daño físico o moral a una persona, grupo de personas, comunidad a pueblo, por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual o discapacidad y demás razones de discriminación, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes, salvo que la conducta constituya delito sancionable con pena mayor”.

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Por su parte, para el mayor de la Policía Álex Durán, “sí existe una línea delgada entre la libre expresión y la vulneración de los derechos de los demás”. Por eso, explicó, las personas que realicen expresiones de odio, xenofobia o discriminación “podrían enfrentar cargos por injuria, calumnia, amenazas e instigación”.

El mayor aclaró que si bien la conducta es individual, “las personas que administran el grupo podrían asumir responsabilidades por no restringir o ejercer controles sobre las publicaciones”.

También manifestó que si bien quienes ponen la opción ‘Me Gusta’ “son motivadores o incitadores de este tipo de causas”, ellos no podrían ser judicializados, a menos de que un fiscal considere que son instigadoras.

Así las cosas, las consecuencias de las burlas que iniciaron en redes sociales serían una realidad para los que las promovieron.

La semana pasada la rectoría de la universidad anunció medidas para abordar el tema e invitó a los miembros del centro educativo a que denuncien los hechos para tomar las medidas disciplinarias pertinentes. Y teniendo en cuenta lo dicho por las fuentes consultadas por este portal, su panorama además se podría complicar en caso de que tengan que responder penalmente por sus conductas.