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Andrés Felipe Vásquez y Carlos Ernesto Lucio aspiran al Concejo de Bogotá. Como muchos otros, entraron a la onda de la campaña virtual

Elecciones

Los cibercandidatos

Hay nuevos lenguajes y tecnologías en las campañas: 'blogs, chats, ring tones' y red de simpatizantes virtuales. ¿Hay también una nueva forma de hacer política?

25 de agosto de 2007

C ambiar la plaza pública por el ciberespacio es lo que está de moda en estas elecciones. Los políticos que apelan a las nuevas tecnologías están por todas partes. No tocan la puerta, como antes, sino entran a las casas y oficinas de todo el mundo a través de correos electrónicos, videos de propaganda y mensajes de celular. "El 28 de octubre las redes de celulares colapsarán, porque ahora la estrategia de muchas campañas es enviar mensajes de texto", afirma Aníbal Fernández de Soto, candidato conservador al Concejo de Bogotá.

Los candidatos tienen en sus manos cientos de bases de datos, que compran hasta por 50 millones de pesos o negocian como parte de donaciones de empresas, para bombardear potenciales votantes con propaganda política.

Hasta la rumba se convertirá en un medio para transmitir propaganda, a través de pantallas de plasma que actualmente funcionan como vallas publicitarias en las principales discotecas del país. A esta estrategia apelará el candidato a la Alcaldía de Cali Jorge Iván Ospina, el principal contendor de Kiko Lloreda.

La política ya se metió al rancho. Sitios de Internet como Facebook, hi5 y MySpace diseñados para establecer redes sociales virtuales, que son muy populares entre los jóvenes de estratos 4, 5 y 6, son un camino directo a lo que normalmente se considera 'voto de opinión'. Allí los inscritos tienen su propio espacio en Internet -con su perfil, aficiones y fotos- que funciona como su tarjeta de presentación para invitar a otros miembros de la red a hacer parte de su comunidad de amigos virtuales. En la que ahora también quieren entrar los políticos.

Sólo en Facebook, que es el sitio web más utilizado, siete aspirantes a gobernación, 15 a alcaldías, 52 a concejos, tienen grupos virtuales de simpatizantes. 'Clubes de fans' en el ciberespacio que los candidatos a la Alcaldía de Bogotá utilizan para poner a circular videos utilizando la herramienta de You Tube y para recibir comentarios sobre sus propuestas.

Lariza Pizano, concejal peñalosista que aspira a ser reelegida por la lista del Partido Liberal, ha organizado reuniones en su sede donde el 30 por ciento de los asistentes llegan a través de citaciones enviadas por nuevos medios.

A ritmo de un pegajoso rap, Carlos Ernesto Lucio, candidato al Concejo de Bogotá por el Polo Democrático y sobrino del ex militante del M-19, aspira a cautivar a los 43.000 universitarios de la capital. "Lucio al Concejo por la Re-evolución el poder de la gente en acción", suena el timbre de celular con el gingle de su campaña, que gráficamente se basa en imágenes con caricaturas y contestatarios grafitos.

Pero el ciberespacio también sirve para controvertir y ponerle zancadillas al oponente. Militantes de algunas campañas se dedican a espiar y chismosear las campañas de sus competidores a través de Internet. Hay candidatos que ya tienen enemigos virtuales en Facebook y hi5: "Apuesto a que si Samuel Moreno es alcalde, no hay metro!!!", y "NO a Luis Pérez Gutiérrez como alcalde de Medellín", son buenos ejemplos.

Contra José Name Terán, candidato a la Gobernación del Atlántico, hay una página web denominada www.metereanamepreso.com.

Allí un joven de las juventudes liberales cada semana publica denuncias contra Name.

Sin embargo, como no todo lo que brilla es oro, el alcance de los nuevos medios es tan limitado, que esta política moderna no llega a la mayoría de ciudadanos: la cobertura de Internet en el país sólo llega a 11 por ciento. "Invertir en nuevas tecnologías es casi votar la plata, las campañas todavía se hacen estando con la gente y peleándose los medios de comunicación masivos", dice el publicista Carlos Duque. La apuesta es alta e innovadora, pero todavía, al menos en Colombia, parece más una opción de futuro.