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LOS ELEGIDOS

Con excepción de algunas sorpresas conservadoras, los liberales mantuvieron la mayoría de las gobernaciones del país.

24 de noviembre de 1997

Los grandes protagonistas en la elección de gobernadores del domingo pasado fueron el liberalismo, que mantuvo el control de la mayoría de los departamentos, y los nuevos mandatarios del Valle del Cauca y Antioquia, donde dos políticos de reconocida trayectoria que se perfilaban como triunfadores terminaron derrotados. Carlos Holguín Sardi, a pesar de ser un candidato de talla presidencial y el líder de uno de los grupos más importantes del Valle del Cauca, perdió frente al escritor Gustavo Alvarez Gardeazábal en una votación que confirma la popularidad del controvertido ex alcalde de Tuluá en el departamento. En el territorio paisa el conservador Alberto Builes Ortega le ganó contra todos los pronósticos a otro veterano, el ex alcalde de Medellín y ex gobernador de Antioquia Alvaro Villegas Moreno. Apoyado por el grupo de Fabio Valencia Cossio, Builes le sacó una diferencia de más 100.000 votos a Villegas Moreno. La abrumadora victoria de Builes fue una verdadera sorpresa pues hasta último momento las encuestas mostraron que el elegido tendría una diferencia de muy pocos votos a favor frente a su más inmediato contendor. En Atlántico y Cundinamarca los resultados fueron los pronosticados en las encuestas.
Valle del Cauca
No resulta extraño que el escritor y crítico Gustavo Alvarez Gardeazábal, el mismo que en 1995 propuso dividir el Valle del Cauca para crear un nuevo departamento al norte, haya sido elegido como nuevo gobernador de los vallunos. Su triunfo sobre Carlos Holguín Sardi, uno de los barones conservadores más tradicionales en esta región del país, tendrá hondas repercusiones. Puede significar el fin de la carrera política de Holguín, quien renunció a su candidatura presidencial para atajar a Alvarez, y un duro golpe para su movimiento, el holguinismo. En los mentideros políticos del Valle se asegura que uno de los objetivos del nuevo gobernador es realizar una profunda reforma administrativa, con la cual se eliminarían cargos burocráticos que hoy están en manos de los seguidores de Holguín. Esto, por lo pronto, no pasa de ser meras especulaciones. Lo que sí es seguro es que Alvarez dará mucho de qué hablar durante los tres años de su mandato. Este tulueño es uno de esos personajes que nunca pasa inadvertido y con el que no existen términos medios. Es un hombre de amores o de odios, tal y como lo ha demostrado durante su trayectoria como intelectual y como político. El hoy gobernador fue concejal de Cali y Tuluá, diputado a la Asamblea del Valle y en dos ocasiones alcalde de Tuluá. Su homosexualismo declarado y sus posiciones antinorteamericanas siempre lo mantuvieron en primer plano. El siguiente capítulo de la historia de Alvarez, que más parece una de sus novelas, se escribirá durante los próximos tres años.
Antioquia
Una de las gobernaciones que se creía iba a definirse por voto finish entre los dos principales aspirantes terminó con una diferencia de más de 100.000 votos a favor del conservador Alberto Builes Ortega. Su más inmediato seguidor, Alvaro Villegas Moreno, contaba con el apoyo del actual gobernador Alvaro Uribe Vélez y una hoja de vida que lo posicionaba como un duro contrincante al haber sido ex alcalde de Medellín y ex gobernador de Antioquia. Pero Villegas no logró la votación que mostraban las encuestas. La carrera política de Builes se inició como concejal de Bello. Después fue el primer alcalde elegido por votación popular en ese mismo municipio, donde nació. Fue también subsecretario de Gobierno de Antioquia y contralor departamental. Abogado, de 51 años y egresado de la Universidad de Medellín, Builes estuvo apoyado en su aspiración política por el ex alcalde conservador Luis Alfredo Ramos y consolida el poder del senador Fabio Valencia Cossio en el departamento de Antioquia.
Atlántico
Cuando Nelson Polo debió ausentarse de la Gobernación del Atlántico por quebrantos de salud lo reemplazó su secretario Rodolfo Espinosa Meola, quien aprovechó la palomita para demostrar sus grandes capacidades para ejercer con propiedad el cargo. Ese convencimiento lo llevó posteriormente a renunciar a su cargo y lanzarse como candidato a la Gobernación. Su nombre contó desde un comienzo con un gran respaldo popular y gremial en todo el departamento. Uno de sus mayores defensores fue Gustavo Bell Lemus, uno de los ex gobernadores más apreciados por sus paisanos. La campaña de Espinosa, abogado y administrador de empresas barranquillero, se basó en cuatro grandes propuestas. La primera, promover el desarrollo agroindustrial del departamento; la segunda, dotar de agua potable a todos los municipios del Atlántico; la tercera, promover el desarrollo educativo, y, la cuarta, establecer incentivos tributarios que atraigan a inversionistas nacionales y extranjeros al departamento.
Cundinamarca
La elección de Andres González como gobernador de Cundinamarca no fue sorpresiva, pero sí el resultado: duplicó en votos a su más inmediato contendor, Camilo Sánchez. González, abogado bogotano de 42 años, es uno de los pocos políticos que ha logrado manejar simultáneamente opinión y maquinaria. Durante la administración Gaviria fue el escogido del turbayismo para gobernar a Cundinamarca, primero, y para reemplazar en el Ministerio de Justicia a Fernando Carrillo, después. Fue en ese despacho donde logró consolidar su imagen de estudioso y capaz, sin olvidar sus dotes de manzanillo. El vencedor (quien es egresado del Externado de Colombia, con especialización en derecho administrativo y una maestría en ciencia política del Instituto de Ciencias Políticas de París) logró convocar a su alrededor el respaldo de varios políticos del departamento, entre ellos la destituida gobernadora Leonor Serrano de Camargo. En su segunda gobernación tiene el reto de devolverle a Cundinamarca la importancia que tuvo.