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LOS EXTRADITABLES

Con la captura de Fernando Flórez se reabre la posibilidad de extraditar a los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela.

21 de septiembre de 1998

hace cuatro años la Policía estaba empeñada en desvertebrar el cartel de Cali. Nadie le apostaba un peso a esa osadía y muchos vaticinaron el fracaso de la operación. Pero dos años después los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela y los principales cabecillas de esa organización estaban tras las rejas. El siguiente objetivo era dar con el paradero de los nuevos capos y los principales testaferros que trabajaban para el cartel. No fue fácil, pero a la vuelta de un año comenzaron a verse los resultados. Y desde hace cerca de tres meses se trazó una nueva misión: capturar a los narcos que están siendo requeridos en extradición por Estados Unidos. Los hombres del general Rosso José Serrano comenzaron a cumplir con esa tarea la semana pasada con dos golpes contundentes. El primero con la captura de Fernando José Flórez Garmendia, alias 'El Gordo', un venezolano que desde hace varios años es uno de los principales enlaces de los hermanos Rodríguez Orejuela. Y el segundo con la detención de Carlos Daniel Contento Clavijo, un piloto que trabajó para Pablo Escobar, Carlos Lehder y los hermanos Ochoa Vásquez y quien es requerido por la corte de Jacksonville, Florida, sindicado de introducir más de una tonelada de cocaína a Estados Unidos. Los dos detenidos tenían orden de captura proferida por la Fiscalía General de la Nación con fines de extradición. A ambos les esperan en los próximos días sendos juicios en las Cortes de Estados Unidos y lo más seguro condenas a cadena perpetua. Lo único que los puede salvar de pasar el resto de sus días en la cárcel es colaborar con las autoridades estadounidenses para tratar de entrar al programa de protección de testigos o, al menos, de reducir sus penas. Así ocurrió con Lehder, quien después de haber sido condenado a dos cadenas perpetuas más 30 años de presidio se convirtió en el testigo clave para que la justicia norteamericana mandara a prisión de por vida al ex hombre fuerte de Panamá, general Manuel Antonio Noriega. Aunque a Lehder no le alcanzó su colaboración para lograr la libertad, sus abogados consiguieron que fuera trasladado a una cárcel en Miami, menos estricta, donde espera un nuevo juicio. El caso de 'El Gordo'Esa misma colaboración es la que esperan las autoridades estadounidenses una vez que Fernando José Flórez sea extraditado a Estados Unidos por el gobierno colombiano. 'El Gordo' es la pieza clave que le hacía falta a los fiscales gringos en el caso de Piedra Angular. Este hombre, según los organismos de inteligencia, tiene la llave para que Estados Unidos pueda reactivar el proceso y solicitar a Colombia la extradición de los hermanos Rodríguez Orejuela. El objetivo es demostrar que los Rodríguez han delinquido después de la aprobación de la ley de extradición. El nombre de Fernando Flórez ingresó a los archivos de la DEA en 1991. En ese entonces funcionarios del Departamento antidrogas de Estados Unidos incautaron un cargamento de cocaína de 3.500 kilos camuflados en postes de cemento. El envío se había hecho desde Maracaibo, Venezuela, vía marítima a través de una compañía conocida con el nombre de Tranca Inc. De acuerdo con las investigaciones de la DEA ese cargamento pertenecía a los Rodríguez y fue detectado gracias a un informante que se comunicó desde Colombia con funcionarios de esa dependencia en Miami. Posteriormente se estableció que la persona que suministró la información había sido el propio Pablo Escobar, como parte de su estrategia de guerra que lideraba contra el cartel de Cali. De inmediato agentes de la DEA con base en Venezuela se dieron a la tarea de investigar a quién pertenecía la compañía Tranca Inc. Días después descubrieron que el dueño y gerente era Fernando José Flórez Garmendia. En colaboración con la Policía Técnica Judicial (PTJ) se realizaron una serie de allanamientos para capturar a Flórez, pero éste logró burlar el cerco de las autoridades y sus investigadores perdieron su rastro. Mientras tanto la Fiscalía de la Florida abrió un proceso judicial contra los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez, José Santacruz y Pacho Herrera como responsables del cargamento de 3.500 kilos de coca que había ingresado a Estados Unidos. El caso se conoció como Piedra Angular, y durante más de siete años los investigadores estadounidenses han tratado de buscar todas las pruebas posibles que les permitan condenar a los cabecillas del cartel de Cali. Hasta ahora los intentos han sido fallidos. Ni siquiera con Guillermo Pallomari, el contador personal de Miguel Rodríguez, lograron fortalecer el proceso. La razón: la pieza clave del rompecabezas de esa historia era José Flórez, que había logrado escapar de las manos de los agentes de la DEA en Venezuela. Sin él Piedra Angular era un moribundo al que le quedaban los días contadosA La PicotaLas últimas noticias que había tenido la DEA sobre la existencia de Flórez datan de hace dos años cuando el Bloque de Búsqueda allanó un edificio de apartamentos en Cali, conocido con el nombre de Colinas de Santa Rita. Informantes de primera línea habían guiado a los hombres del general Serrano a ese sitio, donde supuestamente se encontraba escondido Miguel Rodríguez. Allí un ejército de policías lo buscó durante 24 horas. Lo único que hallaron fueron dos maletines que posteriormente se convirtieron en el tesoro más preciado de las autoridades. En ellos Miguel Rodríguez había escondido su contabilidad personal y la de los dineros que había destinado para financiar la campaña presidencial de Ernesto Samper y las de otros políticos. Los investigadores encontraron otros documentos, entre ellos una declaración de 'El Gordo' Flórez en la que certificaba que nunca en su vida había conocido a los Rodríguez, que no había tenido negocios con ellos y que jamás había traficado droga hacia Estados Unidos. El original de ese documento fue presentado por los abogados de los Rodríguez al gran jurado de Piedra Angular y con ello lograron neutralizar en parte las acusaciones de la Fiscalía norteamericana. Pero la buena suerte de Flórez comenzó a cambiar hace tres meses cuando los hombres de inteligencia de la Policía dieron con su paradero en la población de Marsella, Risaralda. Allí había comprado una casa en la que vivía con su madre. Un grupo de agentes comenzó a investigar las actividades de 'El Gordo' y pronto descubrieron que se desplazaba con frecuencia a Bogotá y mantenía contactos telefónicos con organizaciones del narcotráfico en el norte del Valle del Cauca. También lograron establecer que Flórez tenía dos cédulas expedidas por la Registraduría Nacional. Una a su nombre y otra al de José Luis Caicedo. Con ella ingresó en 17 oportunidades al pabellón de máxima seguridad de La Picota. Todas esas visitas eran para sostener reuniones con los Rodríguez Orejuela a pesar de que las entradas a la cárcel quedaron registradas para visitar a otros presos en el mismo pabellón de seguridad.La semana pasada los investigadores de la Policía interceptaron una llamada entre dos de los contactos que tenía Flórez en Cali. En ella los dos hombres acordaron que había llegado el momento de que Flórez les cancelara una deuda de 1.500 millones de pesos por un cargamento de droga que habían enviado a Estados Unidos. Uno de los interlocutores señaló que era hora de que Flórez entendiera con quiénes estaba tratando así fuera un 'recomendado especial' de los Rodríguez Orejuela. Los trabajos de seguimiento, al igual que la recolección de información sobre las actividades de Flórez, se desarrollaron conjuntamente con la PTJ de Venezuela y la DEA en Colombia. Tan pronto supieron que el hombre que estaban buscando como aguja en un pajar viajaría de Pereira a Bogotá, para asistir al cumpleaños de Miguel Rodríguez, los hombres de Serrano decidieron capturarlo. Al mismo tiempo el embajador de Estados Unidos, Curtis Kamman, se reunió con el Fiscal General de la Nación para ponerlo al tanto sobre los antecedentes de Flórez. El Fiscal, que ya conocía bien el caso, profirió la orden de captura con fines de extradición. En Washington también se seguía con detenimiento el trabajo realizado por los hombres de inteligencia de la Policía. El propio director de la DEA, Thomas Constantine, mantuvo comunicación directa con el general Serrano. El interés de las autoridades norteamericanas por Flórez llegó hasta el Departamento de Justicia. La Fiscal Janet Reno sabía que la captura de Flórez y su extradición hacia Estados Unidos no sólo reactivaría el proceso de Piedra Angular, sino que ese país conseguiría las pruebas que les permitiría insistir en la extradición de los Rodríguez. La DEA tiene indicios que podrían demostrar que las visitas de Flórez a los Rodríguez solo tenían una finalidad: continuar con el negocio de la cocaína hacia Estados Unidos. Según esas informaciones 'El Gordo' está encargado de manejar las rutas del cartel de Cali hacia la Florida, vía Venezuela. Esa será la tarea que tendrá la DEA en los próximos meses cuando se reabra el proceso Piedra Angular. Por eso tan pronto se conoció de la captura de Flórez el jueves pasado, Constantine llamó a la media noche al general Serrano para agradecerle en nombre de la justicia de su país. Eso mismo hizo el embajador Kamman, quien personalmente le dio las gracias al fiscal Alfonso Gómez Méndez por su ayuda. Washington sabe que tiene un as en la manga y con ese as buscarán que el presidente Andrés Pastrana extradite a los Rodríguez Orejuela.