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“Que tire la primera piedra el sector económico vinculado al campo que no financiara a la guerrilla o a los paramilitares”

EN PLATA BLANCA

"Los ganaderos se sienten mal en este gobierno"

El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, José Félix Lafaurie, habla de las circunstancias que propiciaron el surgimiento del paramilitarismo, defiende la actuación de su gremio en el tema de las tierras y describe la relación del mismo con el santismo.  

María Jimena Duzán
14 de abril de 2012

MARÍA JIMENA DUZÁN: Raúl Hasbún, el empresario bananero que se desmovilizó en 2004, dice que le entregó a la Fiscalía los nombres de 400 ganaderos que habrían financiado a las AUC. ¿Usted qué opina de esas declaraciones?

José Félix Lafaurie:
Que Hasbún no dice la verdad. En esa entrevista él dice que no tiene ni una demanda por extorsión. Le creo. ¿Quién podía oponerse a aquellos que tenían el control territorial?

M.J.D.: Deduzco, entonces, que usted cree que Hasbún miente de cabo a rabo cuando afirma que las AUC fueron creadas y financiadas por bananeros y ganaderos.

J.F.L.:
No he dicho eso. Todos participaron. No solo bananeros y ganaderos: comerciantes, palmeros, incluso empresarios. Luis Carlos Villegas, en una entrevista, reconoce también la responsabilidad de todos los sectores. ¿O es que usted cree que se podía vender una cerveza o una gaseosa en una zona de control de la guerrilla o de los paramilitares? ¡Era imposible!

M.J.D.: Pero acláreme: ¿los empresarios del campo participaron en la financiación de las AUC o solo fueron extorsionados?

J.F.L.:
Pero es que a ver, María Jimena: no había Estado. Ese vacío fue lo que habilitó que terceros terminaran dándose seguridad por cuenta propia. Que tire la primera piedra aquel sector económico con algún tipo de vinculación en el campo, que no financiara o a la guerrilla o a los paramilitares. Pero es que ni siquiera los alcaldes podían trabajar en su propia jurisdicción. Ahora bien, no faltaron los empresarios del campo que decidieron dar un paso adelante e ir más allá y se salieron de su condición sumisa. Ese fue el caso de Jorge 40 en el Cesar y de Mancuso en Córdoba. Ellos, siendo ganaderos, se convirtieron en jefes paramilitares y como tales participaron de todos los crímenes. Pero la inmensa mayoría de los ganaderos la única responsabilidad que tienen es la de haber sido unos sujetos pasivos de una guerra ajena causada por la ausencia de Estado. Durante décadas se secuestró, se asesinó y se extorsionó a los ganaderos y la sociedad nada dijo.

M.J.D.: ¿Y esa falta de Estado justificó todo ese espiral de violencia que se desencadenó, comenzando por las masacres que buscaban producir el despojo para que ellos se quedaran con esas tierras?

J.F.L.:
Esos son los mismos asesinatos, los mismos despojos, los mismos secuestros y extorsiones que vienen sucediendo desde tiempo atrás. Es que a veces lo que no se entiende es la tragedia que vivieron las regiones del país en la década de los ochenta y noventa, que fue cuando la guerrilla creció enormemente. Pero sí le digo algo: no creo que haya habido ningún ganadero medianamente sensato que haya dado plata con el propósito de propiciar el despojo de unos terceros.

M.J.D.: Y casos como el Fondo Ganadero de Córdoba, presuntamente implicado en varios despojos…

J.F.L.:
Eso está por verse, porque empresarios del reconocimiento de Luis Gallo, que es socio del Fondo, no creo que permitiera una acción criminal.

M.J.D.: Entonces, según usted, ¿quiénes fueron los que hicieron los despojos de tierras?
J.F.L.:
¡Pues los jefes paramilitares! Además, ellos lo han reconocido. Ellos eran quienes tenían el control territorial y el poder de las armas. Fueron los que terminaron acumulando tierras. De todos los empresarios bananeros, ganaderos y comerciantes que pudieron haberles pagado a las AUC, le aseguro que ninguno de ellos se quedó con una hectárea de más. Esa gente lo que hacía era entregar la plata producto de la extorsión a estos grupos. Y los que finalmente se quedaron con la tierra fueron ellos. Mancuso, ¿no era ganadero? ¿Jorge 40 no lo era también?

M.J.D.: ¿Y Víctor Carranza? De él se dice que es la persona que más tierra tiene en el país. De él Ernesto Báez acaba de decir que es el zar del paramilitarismo…

J.F.L.:
Yo no voy a hablar de Carranza. Pero no creo que él se haya hecho a sus tierras producto del paramilitarismo, sino porque las compraba.

M.J.D.: hmmmm… ¿Qué opinión tiene de lo denunciado por la Superintendencia de Notariado y Registro en Montes de María entre 2004 y 2006? En esa investigación se señalan nombres de varios empresarios del campo que se habrían beneficiado comprando mucha tierra a precio muy bajo, luego de un proceso de desplazamiento.

J.F.L.:
Yo lo que sé es que a esa zona llegaron una cantidad de empresas con la intención de hacer un desarrollo sostenido. Allá llegaron Colanta, Argos, y familias reconocidas como los Echeverría, los Mora y los Gaviria. Yo no creo que ellos llegaran a esa zona con un revólver a despojar gente de sus tierras. Y en cuanto a que compraron muy barato, le digo lo siguiente: ¿sabe a cómo se vendían las tierras en el Cesar en las épocas de finales de los ochenta y noventa? A lo que las quisieran pagar. Es más, hasta el año 2002 la tierra en el país no valía.

M.J.D.: O sea que su salvador fue el presidente Uribe.

J.F.L.:
Sí. No creo que haya un ganadero en Colombia que no crea que quien realmente fracturó una historia de violencia fue Álvaro Uribe. Muchos, entre ellos yo, pudimos recuperar nuestras tierras, y eso fue posible gracias a la seguridad democrática.

M.J.D.: ¿Tampoco cree en las denuncias que investiga la Fiscalía en el sentido de que había una estructura comandada por los notarios para titular tierras que habían sido producto del despojo?

J.F.L.:
Pues hay que esperar a ver el resultado de esas investigaciones, pero yo no creo que todos los notarios colaboraron en el despojo. Cuando yo estuve en la Superintendencia de Notariado y Registro, intenté hacer una de las reformas más audaces en la administración pública: quitarles el poder no a los notarios sino a los registradores. Quise traerme las oficinas de estos últimos para Bogotá, precisamente para detectar las compras masivas de tierras, entre otras cosas. Esa reforma venía en camino hasta cuando vino Cuello Baute y ahí quedó.

M.J.D.: Hace unas semanas la Fiscalía capturó al expresidente de Fedegán, Visbal Martelo, acusado de tener relaciones con los paramilitares. Y Mancuso hace poco salió a decir que usted había ido a pedirle que interviniera ante la Corte Suprema para que nombraran a Iguarán.

J.F.L.:
Visbal está en la obligación de precisarle a la Fiscalía que él actuó siempre en el marco de la comisión nacional de paz de la época y que sus encuentros con los paras fueron dentro de esa órbita. Lo que dice Mancuso de mí es absurdo. Decir que yo podía pedirle a él que intermediara ante la Corte Suprema para que nombrara un fiscal es un insulto contra los magistrados.  

M.J.D.: Dicen las malas lenguas que tanto Mancuso como Jorge 40 escogían los presidentes de Fedegán…

J.F.L.:
Mire, Fedegán ha tenido cuatro presidentes en 50 años. El señor Miguel Santamaría Dávila, Raimundo Sojo Zambrano -que fue asesinado por las Farc en 2005-, el señor Jorge Visbal y yo. A Visbal lo nombraron en el 91, cuando Mancuso no existía, y a mí me nombraron en 2004, cuando todos los paras estaban sometidos a la Ley de Justicia y Paz. Por consiguiente, ningún presidente ha sido nombrado por los jefes paramilitares.  

M.J.D.: ¿Qué opina de la Ley de Restitución de Tierras?

J.F.L.:
Yo creo que una cosa es la ley y otra la realidad en que esta va a ser aplicada. En ese limbo, el gobierno de Santos anda atrapado.

M.J.D.: No lo veo muy optimista...

J.F.L.:
Vamos a ver cuál es el resultado de la doctora Miriam Villegas como nueva directora del Incoder. Es menos experta que Ospina, pero esperemos que sea más ejecutiva. Sin embargo, es una persona que nunca ha tenido un cargo público…

M.J.D.: Veo que no le gusta el nombramiento.

J.F.L.:
No, a mí no me gusta ni me disgusta. Más bien la compadezco. Porque ¡qué chicharrón el que tiene! Ojalá le vaya bien con las dificultades de administrar el sector público.

M.J.D.: Usted ha dicho que apoya la Ley de Tierras. Pero, ¿qué es lo que le gusta si anda tan pesimista?

J.F.L.:
Yo he dicho que a mí me gusta esa ley, si nos permite pasar la página. Lo que pasa es que tal como están las cosas, lo veo difícil. Hay todavía un odio y un estigma sobre los ganaderos que yo lo siento y que me preocupa. Hay quienes piensan que los ganaderos somos unos ricos paramilitares y eso es totalmente falso. El verdadero ganadero es el que vive de la ganadería. Otros pueden tener ganado, pero algunos de ellos son personas que tienen actividades ilícitas y esos ni son ganaderos ni los represento.  

M.J.D.: ¿Qué opina de la gestión de Juan Camilo Restrepo al frente del Ministerio de Agricultura?

J.F.L.:
Que es un hombre que sabe, estudioso. Que se la ha jugado a fondo en el tema de la restitución de tierras pero que no se ha metido mucho en el tema productivo. Hace falta política de desarrollo rural.

M.J.D.: ¿Es cierto que entre los ganaderos el santismo es una flor extraña y que todos son uribistas?

J.F.L.:
Santos es muy distinto a Uribe. Él deja en manos de sus ministros las políticas sectoriales y en consecuencia, en el tema nuestro, de desarrollo rural, el presidente Santos está muy lejos. Y si usted me pregunta cómo se sienten los ganaderos en este gobierno, yo le respondo que mal. De los ocho TLC negociados, no hemos logrado admisibilidad para carne y leche en ninguno de los 42 países involucrados. ¿Qué va a suceder? Que nos van a reventar. Y ya me verá usted el otro año en una crisis del carajo parándonos en un puerto con unas pancartas oponiéndonos a la entrada de la carne.  

M.J.D.: ¿Y no le da pena terminar en la misma orilla proteccionista que el senador del Polo Jorge Enrique Robledo?

J.F.L.:
Pues el otro día en un debate en Hora 20 terminamos de acuerdo. Fíjese usted. n