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Con una marcha en la que participaron varios personajes de la política, entre ellos Angelino Garzón y Roy Barreras, arrancó el pasado viernes la campaña que busca recuperar los valores y el liderazgo del departamento. | Foto: PACO CORTÉS

PACTO VALLECAUCANO

Los indignados del Valle del Cauca

En el Valle acaba de nacer una campaña pedagógica para revertir los estigmas y la mala imagen que dejaron el narcotráfico y los pésimos gobernantes en el departamento.

24 de noviembre de 2012

Mientras en todas las capitales del mundo la gente sale a las calles a protestar por la falta de empleo y las fuertes medidas de austeridad ante la crisis económica, en el Valle del Cauca esas marchas son para exigir respeto, confianza, valores y liderazgo.

Eso es lo que reclaman los 4 millones de vallecaucanos que están cansados de cargar el pesado lastre de "ser considerados una población donde todo vale, los hombres son traquetos y las mujeres prepago", explicó Fabiola Perdomo, secretaria de Cultura del Valle, que lidera la iniciativa que bautizaron 'Pacto Vallecaucano, el futuro del Valle es hoy'.

La campaña fue lanzada el pasado viernes con una marcha que concluyó en la plazoleta de San Francisco de Cali. La estrategia pedagógica cuenta con el apoyo de todas las fuerzas vivas de la región y en especial la empresa privada. Es una idea trazada a cuatro años, se extiende a las redes sociales, está incluida en el Plan de Desarrollo del departamento y promete devolverle a la región el liderazgo, sus valores y la cultura ciudadana que la caracterizaron décadas atrás. Pero, ¿qué hizo que el problema tocara fondo?

Perdomo recuerda que la idea surgió luego de escuchar una broma que hizo la esposa de un gobernador de otra región del país: "Me preguntó ¿'qué estás haciendo', le dije, secretaria de Cultura del Valle, y ella agregó… 'de cultura traqueta'". Ese incidente rebosó la copa.

Esa penosa fama es producto de una triste historia mafiosa, marcada primero por el cartel de Cali en la década de los ochenta y luego el cartel del norte del Valle, en los noventa. Ese estigma, sumado a malogradas administraciones en la Gobernación y en la Alcaldía de Cali, terminaron por sumir a la región en un círculo vicioso de criminalidad y corrupción. Hoy tiene el deshonroso récord de ocho gobernadores en cinco años y una clase política desprestigiada.

El Valle pasó de disputarse el segundo puesto como el departamento más pujante del país a sobresalir por otras hazañas menos halagadoras, como la región con más homicidios o aquella donde se concentran bandas criminales como los Rastrojos y los Urabeños.

Pese a lo anterior, la región mantiene cifras asombrosas en materia de productividad. Por ejemplo, su participación en el PIB nacional es del 11 por ciento, hay asentadas 1.500 empresas extranjeras y 65 multinacionales.

De ahí la campaña. El proceso arrancó hace apenas tres meses y tuvo como base reuniones con los presidentes de juntas de acción comunal, luego se sumaron empresarios y ahora cuenta con el apoyo de entidades gremiales tan respetadas como la Unidad de Acción Vallecaucana, el Comité Intergremial del Valle, la Cámara de Comercio de Cali y el Grupo Multisectorial que reúne a los cerca de 2.500 microempresarios de la región. Además, tienen el apoyo de los alcaldes de los 42 municipios del departamento, la Policía, órganos de control, artistas de talla nacional y hasta iglesias de distintos credos.

Ese grupo es el encargado de elaborar un decálogo de valores y compromisos que se convertirán en los nuevos 'mandamientos' que regirán a los vallecaucanos. "La idea es renovar el liderazgo y aumentar nuestra solidaridad para trabajar unidos", dijo Gustavo Muñoz, presidente del Grupo Multisectorial, desde donde se trabajan iniciativas en sectores como turismo, gastronomía y comunicaciones, entre otras.

La idea es que al finalizar el proceso en diciembre de 2015, el Valle y su capital Cali sean reconocidos nuevamente como una región pujante y alejada de malas noticias. Para empezar a difundir esa idea de unidad, en la jornada del viernes compartieron tarima y estaban casi abrazados el vicepresidente, Angelino Garzón, y el presidente del Senado, Roy Barreras; ambos vallecaucanos y protagonistas de una reciente enfrentamiento político.

Ese mensaje cae como anillo al dedo justo ahora que el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, y el gobernador del Valle, Ubeimar Delgado, aunque es prematuro juzgar sus gestiones, no están en su mejor momento, ni cuentan con la popularidad de sus antecesores. Pero nada de eso impidió que la indignación de un pueblo cansado de cargar a cuestas su mala reputación, se levantara unido y con orgullo gritara a los cuatro vientos que llegó la hora de un gran pacto vallecaucano.