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JUSTICIA

Los otros salpicados en el caso de Plinio Olano

La Corte Suprema de Justicia tomó la decisión de dictar medida de aseguramiento contra Olano por los delitos de concierto para delinquir, cohecho, tráfico de influencias y lavado de activos. El testigo en su contra también enreda al Contralor de Bogotá y al exministro Miguel Peñaloza.

23 de febrero de 2018

Este viernes, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia resolvió la situación jurídica del exsenador Plinio Olano, quien hasta ahora se venía desempeñando como director de la Federación Nacional de Departamentos. Por la gravedad de los delitos por los que se le señala -concierto para delinquir, cohecho, tráfico de influencias y lavado de activos- el exparlamentario quedará detenido como presunto responsable de los sobornos de Odebrecht en Colombia. 

Dos fueron los testigos que detonaron la acción de la justicia en su contra. Otto Bula y Federico Gavira. El representante a la Cámara y dos veces senador fue señalado por Bula de haber recibido parte del 4 por ciento de las coimas para sacar adelante el otrosí Ocaña-Gamarra en favor de Odebrecht. “El 2 por ciento para Bernardo Elías y los amigos de las comisiones de presupuesto que él maneja; un 1 por ciento para Federico Gaviria y para mí, y un 1 por ciento para otros políticos que estaba manejando Federico, que siempre me hablaba de Plinio Olano de la Comisión Sexta y Miguel Peñaloza”.

Bula asegura que el contacto directo con Olano lo tenía Federico Gaviria, el cuestionado ingeniero industrial que se convirtió en el delator del grupo político denominado ‘los buldóceres‘. Sus declaraciones están en poder de las autoridades y salpican a varios congresistas y altos funcionarios del Estado. 

Entre los varios nombres mencionados están el del contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados y el del exministro de Transporte Miguel Peñaloza. Según Gaviria, Odebrecht habría apoyado con 200 millones de pesos la campaña de Granados a la Gobernación de Boyacá. “Este aporte se realizó una reunión en la misma casa de habitación mencionada anteriormente, del conjunto Aposentos, en la que participaron el señor Luiz Bueno, Plinio Olano y yo”, explicó. Esta versión fue negada en su momento por Granados y por Olano. 

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Gaviria asegura que se realizó un encuentro con Granados para que éste pudiera explicar su plan de infraestructura llamado “Maravillas de Boyacá”. “Esa reunión fue entre semana, en horas de la noche. De allí se estructuró una segunda reunión a la que asisten Luiz Bueno, Plinio Olano, Juan Carlos Granados y Federico Gaviria. Granados comenta su plan de infraestructura, se detuvo a exponer lo relacionado con la vía Duitama San Gil, que para el departamento de Boyacá era importante porque comunicaba al departamento con Bucaramanga hacía Venezuela”.

De esas reuniones se habría desprendido el compromiso de pagar los 200 millones de pesos a la campaña, los cuales habrían sido entregados a través del exsenador Olano. “A los pocos días, el señor Luiz Bueno en compañía mía le entregamos los 200 millones de pesos en efectivo al señor Plinio Olano en su residencia”. Gaviria precisa que las citas en la casa de Olano en Aposentos fueron tres y que el Luiz Bueno llevó un “morralcito” para entregar el dinero.  

Una vez Juan Carlos Granados sale electo habría comisionado a su secretario de Planeación, Bernardo Umbarila Suárez, para ser el interlocutor único con la compañía Odebrecht y para estudiar la viabilidad de la carretera. Por el lado de Odebrecht, la responsabilidad de supervisión recayó, dice Gaviria, en Éder Paolo Ferracutti, quien contrató una firma que estudiara el proyecto. 

Según Gaviria, en esta etapa se realizaron varias reuniones en el restaurante de un hotel en Tunja y en Bogotá. A algunas habría asistido Juan Carlos Granados como gobernador electo. Sin embargo, lo que señala Gaviria es que el resultado de estos estudios fue negativo, que la carretera era inviable financieramente ya que no tenía un tráfico alto y el ingreso de peajes era muy bajo. 

Plinio Olano descalificó a través de un comunicado de prensa las acusaciones de Gaviria a quien señala de ser una persona que busca rebajas de penas con mentiras. Granados, por su parte, le dijo a este medio de comunicación que no le pidió ni le recibió a ninguna empresa aportes para su campaña: “No recibí sino lo que la campaña reportó al Consejo Nacional Electoral pero esos dineros nunca fueron intermediados por nadie, de esa empresa multinacional no se recibió ningún aporte”. 

Según el testigo, el proyecto vial para Boyacá quedó cancelado, razón por la cual Olano habría procedido a hacer otra solicitud. Dice Gaviria que Olano se habría visto envuelto en un proceso jurídico por lo que su solicitud estuvo dirigida a que los brasileños le ayudaran a cubrir los gastos de la defensa. Es así como se habría procedido a la contratación del abogado Luis Enrique Rojas Osuna. Gaviria habla de 100 millones de pesos que se pagaron por esta supuesta defensa jurídica. 

En lo que respecta a los otros 200 millones de pesos, Gaviria señala que Olano habría propuesto que Granados, como gobernador y presidente del Consejo Directivo de la CAR de Cundinamarca, ayudara a Odebrecht a quedarse con el contrato para la ampliación de la planta de aguas residuales de Salitre. Odebrecht participó en esta licitación como parte del Consorcio Aguas del Salitre, integrado también por la firma francesa OTV, filial de Veolia. La propuesta era que por ganarse las obras se desembolsaba el 3 por ciento del valor del contrato a los intermediarios.

“En el año 2013 hacen una reunión en la que participaron Luiz Bueno, Eleuberto Martorelli, Plinio Olano, Juan Carlos Granados, Alfred Ballesteros (exdirector de la CAR Cundinamarca) y yo. Dicha reunión fue en el apartamento de Juan Carlos Granados, en la calle 77 con 9 en Bogotá”, dijo Gaviria.

Pese a los supuestos esfuerzos que señala Gaviria, Odebrecht no ganó la licitación ya que para la época de la selección estalló el escándalo de sobornos en el mundo, lo cual dejó a la firma prácticamente por fuera de cualquier posibilidad.

Los líos de Peñaloza

Federico Gaviria en su proceso de colaboración hizo una enumeración de los inconvenientes que tenían que resolver ‘los buldóceres‘ de cara a la firma y ejecución del contrato Ocaña-Gamarra. Entre los puntos álgidos señala que Luis Fernando Andrade manifestaba abiertamente que "nunca en su gestión iba a hacer una adición a un contrato de concesión".

En este panorama, Gaviria señala que el papel de Olano fue fundamental ya que habría hecho las gestiones para que Miguel Peñaloza -primero como consejero de las regiones y luego como Ministro de Transporte- lograra que Odebrecht fuera invitada formalmente a través de la ANI a participar de la adición Ocaña Gamarra. Dicha invitación -precisa- llegó el 13 de julio del año 2012 y generó un compromiso de Odebrecht con Peñaloza y con Plinio Olano.