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LOS PROTAGONISTAS

En contra o a favor del presidente Ernesto Samper, los siguientes son los 20 parlamentarios que llevaron la voz cantante en el proceso al primer mandatario.

15 de julio de 1996

Rodrigo Rivera: Sin duda fue el palo del juicio en la Cámara de Representantes. Pero no sólo por haber votado en contra de la preclusión propuesta por Heine Mogollón y Eliécer Meneses, sino porque de no haber sido por su valiosa participación como moderador de las sesiones plenarias, el juicio al Presidente no tendría ni siquiera la precaria legitimidad que hoy tiene ante la opinión pública. Su voto a favor de la nulidad del proceso, viniendo de un miembro del mismo partido del Presidente, habló muy bien de su imparcialidad. Una frase resume su pensamiento sobre el juicio: "Esta corporación pudo haber ganado legitimidad y credibilidad con esta actuación. Pero los errores advertidos en la investigación (...) han terminado minando la credibilidad de un fallo que, de otra manera, y aún llegando a las mismas conclusiones, podría haber tenido no sólo legitimidad formal sino material".
Martha Catalina Daniels: Cuando casi todas las apuestas apuntaban a que la defensa de Samper en la Cámara iba a tener como principales protagonistas a los representantes Julio Bahamón y Carlos Alonso Lucio, el país se sorprendió con el papel estelar que desempeñó esta parlamentaria de Girardot. Ella fue quien junto a Miguel de la Espriella lideró la defensa de Samper en el interior de la Cámara de Representantes. Movió a sus colegas a votar en favor de la participación de Luis Guillermo Nieto en el juicio, y en la última sesión le 'enmochiló' la propuesta a Rodrigo Rivera de hacer dos votaciones: una penal y otra política. Con su intervención ridiculizó la estrategia de defensa de Fernando Botero, aunque le dio más importancia de la que realmente tenía.
Pablo Victoria: La suya fue una de las más destacadas exposiciones. Tanto así que se convirtió, a lo largo de todo el juicio, en punto de referencia no sólo para los acusadores de Samper, sino también para los defensores del Presidente. Pese a que su intervención fue una de las más extensas, logró cautivar al auditorio y a la teleaudiencia. Así como señalaba contradicciones y falta de rigor en la práctica de las pruebas, disparaba sin cesar dardos contra Heine Mogollón y Luis Guillermo Nieto. Tanto habrá dado en el blanco que los amigos del Presidente se fijaron como consigna "hay que darle duro a Victoria". Calificó la propuesta de Mogollón como un nuevo narcoproyecto y hasta último momento luchó por obtener la nulidad del proceso.
Ingrid Betancourt: A pesar de que todo el mundo le reconocía la valentía que había mostrado antes del debate, fueron muchas las personas que pensaron que su intervención tendría más de show publicitario que de análisis político y jurídico. La verdad es que Ingrid sorprendió a propios y extraños con su exposición: mostró un amplio conocimiento del tema, un buen manejo del expediente y, sobre todo, mucha ponderación sin llegar a traicionar sus convicciones personales. De todos los representantes que intervinieron fue la que mejor trató los temas diferentes al enriquecimiento ilícito. Sin embargo, a algunos expertos el epílogo de su intervención les pareció excesivo.
Carlos Ardila Ballesteros: Si alguien hizo una exposición estrictamente jurídica en materia penal contra el proyecto de preclusión presentado por Mogollón fue este representante liberal por Santander. Ardila hizo gala de sus extraordinarios conocimientos del derecho penal y, con argumentos jurídicos, pero sobre todo con mucho sentido común, prácticamente desbarató toda la investigación contable que había hecho el defensor del Presidente. De esa forma, Ardila demostró que el cuestionamiento de las cuentas de la Fiscalía, hecho por Nieto Roa, estaba lleno de imprecisiones. Durante su intervención cuestionó con vehemencia la ausencia del representante Darío Martínez el día de la votación.
Darío Martínez: Considerado la conciencia jurídica de la Cámara, casi toda la plenaria desfiló por su curul para plantearle inquietudes relacionadas con la Constitución y los códigos. Su intervención acerca de la inconveniencia de la participación del abogado del Presidente durante el juicio fue elogiada inclusive por sus contradictores. No obstante, cuando intervino a favor de la preclusión, se mostró hábilmente ambiguo y por eso hubo quienes lo consideraron poco convincente. Sin embargo, su ausencia el día de la votación final, al parecer por razones de salud, disparó las alarmas en el interior del recinto y puso a rondar el fantasma del prevaricato. Un parlamentario, algo decepcionado por este hecho, declaró: "El doctor Martínez mandó el regalo pero no vino a la fiesta".
María Paulina Espinosa: Respondió con habilidad a quienes la acusaban de ser conspiradora por el hecho de pertenecer a la oligarquía bogotana. Con la franqueza y el humor que la caracterizan, 'Pum Pum' defendió su condición de ricachona que muchos le endilgaron durante el debate. "Hago parte de la oligarquía, sí, pero de la oligarquía de Soacha". La emprendió contra Mogollón y contra el gobierno que -según documentos que mostró a la plenaria- le ha concedido créditos de cofinanciación por más de 20.000 millones de pesos a los municipios de Chimá y Lorica en Córdoba, donde el representante investigador tiene su fortín burocrático.
Antonio Alvarez Lleras: Goza de un enorme prestigio en el interior de la Cámara y cuenta con una alta dosis de credibilidad entre sus compañeros. Como fundador del Nuevo Liberalismo en Bogotá, evocó la figura de Luis Carlos Galán y destacó el papel que éste desempeñó en su lucha contra la corrupción. Típico cachaco bogotano, sobrino del ex presidente Alberto Lleras Camargo, Alvarez Lleras logró conmover a un sector de la plenaria al centrar su exposición en dos temas centrales: la moral y la ética. La suya fue una intervención breve pero emotiva. Los valores citados por Alvarez fueron retomados posteriormente por la representante Dilia Estrada de Gómez.
Alegría Fonseca: Esta parlamentaria liberal, más conocida por sus propuestas en favor del medio ambiente y la ecología, se lució durante el juicio. Demostró que los contradictores del Presidente Samper tenían razón cuando se oponían a la intervención de Nieto Roa durante la plenaria. El Tribunal Superior de Bogotá, al tutelar la demanda de Fonseca en ese sentido, terminó por dar la razón a quienes pensaban que la denuncia estaba bien sustentada y que era mucho más que un capricho de los opositores a Samper. Votó en contra de la preclusión por considerar que la investigación fue subjetiva, parcializada y no ecuánime.
Mario Rincón: Este destacado abogado conservador fue la carta que jugó su partido para el cierre del juicio. Sin excesos verbales, pero con sólidos argumentos jurídicos, Rincón intentó hasta último momento convencer a la plenaria de la Cámara de la inconveniencia que había en el hecho de precluir la investigación contra Samper. Insistió en la tesis de la Corte Constitucional, en el sentido de que la Cámara de Representantes no estaba facultada para precluir la investigación sino para acusar ante el Senado. Rincón había sido el único miembro de la Comisión de Acusación de la Cámara que en diciembre pasado votó en contra del auto inhibitorio proferido por Mogollón.
Santiago Castro: Este joven congresista vallecaucano sorprendió a todos por su capacidad de reacción cuando, inmediatamente después de la intervención de Martha Catalina Daniels, le respondió a ésta que una conspiración orquestada por Fernando Botero, de las dimensiones y los alcances descritos por ella, sólo podía caber en la mente de la representante. Curiosamente le hizo caer en cuenta a Daniels que a pesar de su larga lista de conspiradores, no estaba incluida la familia Pastrana.
Jesús Ignacio García: Como abogado penalista, a este representante liberal por el Cauca le correspondió la defensa del Presidente el día de la clausura del juicio. En su intervención sostuvo que la Fiscalía General no tenía argumentos para demandar penalmente al presidente Samper. Pero la inminencia del fallo hizo que su disertación pasara un tanto inadvertida. No obstante, todos sus colegas en la Cámara sostienen que García es uno de los congresistas que más conocen el derecho penal dentro de la corporación. Como miembro de la Comisión de Acusaciones, fue uno de los principales asesores de Heine Mogollón.
Luis Fernando Duque: Uno de los mejores oradores con que contaron los defensores de Samper. A pesar de no ser abogado, demostró que fue una de las personas que mejor estudió el expediente. Duque, representante antioqueño, fue uno de los defensores del Presidente que mejor hizo un análisis de las pruebas aportadas en contra de éste. Asumió el contraataque ante las contundentes afirmaciones de Pablo Victoria.
Colin Crawford: Como buen pastor se dedicó a sermonear a todos por igual: gobierno, conspiradores y medios de comunicación, a quienes responsabilizó de la crisis que vive el país. Comparó la justicia que se aplica en otras culturas con la que se está aplicando en Colombia. Habló de un juicio justo, sin presiones y de un voto a conciencia. Crawford fue uno de los primeros que se refirió a la intromisión de Estados Unidos en los asunto internos de Colombia.
Ramón Elejalde: Al igual que Darío Martínez, Elejalde, representante liberal por Antioquia, es uno de los que mejor maneja las materias constitucionales. Defendió en todo momento el derecho que tenía Samper a un juicio justo y al debido proceso. Dijo que el Partido Conservador es tan responsable como el Liberal de la crisis que vive el país. "Lo que ocurre -sostuvo- es que estamos asistiendo a la politización de la justicia y a judicialización de la política".