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Los sargentos Luis Alfredo Moreno Chagüezá y Robinson Salcedo Guarín cumplen 12 años en poder de las Farc

El drama de estos dos militares empezó el 3 de agosto de 1998, tras caer en manos de la guerrilla colombiana junto a 20 uniformados más durante la toma a la base antinarcóticos de la Policía en Miraflores en Guaviare.

3 de agosto de 2010

Dos canjeables en poder de las Farc, los sargentos Luis Alfredo Moreno Chagüezá y Robinson Salcedo Guarín, cumplieron hoy doce años de cautiverio en la selva, el mismo día en que el padre de otro secuestrado desde hace más de once años finalizó una marcha a pie hasta Bogotá por la liberación de su hijo.

El drama de estos dos militares empezó el 3 de agosto de 1998, tras caer en manos de la guerrilla colombiana junto a 20 uniformados más durante la toma a la base antinarcóticos de la Policía en Miraflores, en el departamento del Guaviare.

La liberación del coronel de la Policía William Donato y del sargento primero del Ejército Arbey Delgado, gracias a la operación “Camaleón”, otorgó al sargento Moreno Chagüezá y al sargento viceprimero Salcedo Guarín el triste honor de ser los dos últimos rehenes de aquel contundente golpe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

“Lo llevo siempre en mi corazón, en mi pensamiento, en mis oraciones, y pido a Dios que le den la libertad a él y a todos los secuestrados”, dijo hoy en declaraciones a RCN Radio la madre de Robinson Salcedo, Trinidad Orjuela, que lamentó que todos los canjeables “están pagando una condena que no deben”.

Conocido como el “mechudo” entre el resto de cautivos debido a su negativa a cortarse el pelo hasta su liberación, según explicó a El Espectador el ex gobernador del Meta Alan Jara, Salcedo sobrevivió de niño a otra funesta tragedia, la de la avalancha provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985 y que sepultó a la población de Armero (Tolima), con un saldo de 25.000 víctimas.

Ahora lucha por sobrevivir a esta segunda sepultura en la selva junto a su compañero Moreno Chagüezá, que hace exactamente dos meses cumplió 41 años.

“Le mando un abrazo fuerte y miles y miles de bendiciones -dijo la madre de Moreno, Esperanza-. Hoy se cumplen 12 años de este cautiverio tan injusto. Alfredito, te quiero mucho, piensa que aunque no estemos juntos mi pensamiento está junto a ti”.

En nombre de su familia, Esperanza mandó un mensaje al comandante de las Farc, alias “Alfonso Cano”, que en los últimos días se mostró dispuesto a iniciar un diálogo con el nuevo Gobierno: “Al señor ‘Cano’ le pido que por favor nos devuelvan a nuestros hijos y dé la libertad a todos los seres queridos que se encuentran en la selva”.

“Sigue adelante como nos has demostrado, Alfredito”, finalizó emocionada la madre del sargento.

Un calvario por el que también pasan las otras familias, como es el caso de Jaime Trujillo, padre del intendente de la Policía Jorge Trujillo, que finalizó hoy una marcha a pie, de unos 700 kilómetros, desde el norteño departamento del Cesar hasta Bogotá para pedir la liberación de su hijo y de todos los secuestrados.

Con un cartel con su reclamo colgando del cuello, el anciano de 74 años llegó a la Plaza de Bolívar de la capital tras una caminata en solitario, con la intención de reunirse con el general de la Policía Óscar Naranjo, el presidente electo Juan Manuel Santos y dos periodistas colombianos.

“Lo único que pido es que liberen a mi hijo y a los demás secuestrados; es lo único que quiero. Nosotros vivimos de él y no sabemos qué hacer. Lleva muchos años secuestrado y ya es justo”, señaló el padre del rehén, secuestrado desde hace once años.