Home

Nación

Artículo

Seis días después de que David Murcia desafió al presidente Uribe, fue detenido en Panamá y traído a Colombia. A Cartagena arribó con grilletes en los tobillos y luego llegó a Catam

PORTADA

Los secretos de DMG

SEMANA revela la fórmula secreta de David Murcia y su estrategia para penetrar a todo el establecimiento colombiano: la Casa de Nariño, los medios y la política.

22 de noviembre de 2008

Hace apenas 15 días David Murcia pensó que tenía el mundo a sus pies. Desde su lujoso apartamento en Ciudad de Panamá, con una extraordinaria vista al océano Pacífico, elucubraba sobre el futuro de su sorprendente emporio. En medio de una vida frenética y extravagante, donde rodaban a chorros los fajos de billetes, los carros lujosos y las nubes de escoltas, estaba planeando la expansión global del multimillonario negocio que hace dos años había instalado en su cuartel general en Panamá.

No sólo estaba pensado en abrir sedes de DMG en 100 países, sino que, a mediados de este año, planteó incluso la posibilidad de comprar la cadena de televisión CNN. Y estaba convencido de que su marca, DMG, llegaría rápidamente a ser tan reconocida en el mundo como Coca-Cola y Google.

Si bien esas ideas megalómanas son producto de cierto delirio de grandeza que lo caracteriza, también es verdad que el tamaño de su negocio y la astucia que desplegaba han dejado con la boca abierta a las autoridades encargadas de desentrañar la torre de babel financiera que Murcia construyó en apenas tres años.

Y eso sin contar con la estrategia política que orquestó. En los videos con los que se dirigía a sus clientes pregonaba que iba a acabar con el hambre del mundo y le pedía a la 'familia DMG' "creer en Dios y en David Murcia Guzmán".

Esa imagen que estaba construyendo, mezcla de Bill Gates criollo y mesías, cayó a tierra aparatosamente el jueves cuando fue capturado en Panamá y traído esposado a Colombia. Hoy está encerrado en una celda de máxima seguridad de dos por tres metros en La Picota, su esposa y su mamá son prófugas de la justicia y su emporio financiero se derrumbó como un castillo de naipes.

Curtidos investigadores, a los que les ha tocado lidiar con los artilugios más elaborados de los carteles de la mafia en los últimos 30 años, están asombrados de lo que han encontrado. Si se llega a ratificar toda la evidencia recogida se trataría de una operación de lavado de activos sin antecedentes en el mundo: por el alcance de sus tentáculos -ya estaba en ocho países, tenía 42 empresas en Colombia y 53 en el exterior- y por lo sofisticado del sistema que utilizaba, que no se limitaba al ya viejo conocido esquema de las pirámides, sino que se movía como pez en el agua creando empresas legales y de fachada para ponerlas a su servicio.

No menos impactante ha resultado ser su estrategia de infiltración a todo el establecimiento en el país que va desde la conquista de la más pequeña autoridad local hasta sus intentos de colarse entre los afectos de la Casa de Nariño, pasando por los millonarios pagos de lobby en el Congreso de la República, la contratación de equipos de abogados muy bien conectados con la Fiscalía, y la financiación a gobernadores, generales y periodistas. A estos últimos, según una grabación, les iba a dedicar un presupuesto de seis millones de dólares.

Y si a esos dos ingredientes -estrategia financiera y penetración del poder- se les suma un proyecto de apoyo popular inteligentemente explotado, con la vieja argucia de las pirámides que ilusiona a los pobres con hacerlos ricos y con un discurso que buscaba más allá del negocio fundar una religión, el resultado es que David Murcia parecía haber encontrado una fórmula inédita en el mundo que parecía indestructible.

Buena parte de la estrategia de infiltración que orquestó la cúpula de DMG empieza a revelarse con las grabaciones y documentos, producto de un año de seguimientos y de los nueve allanamientos realizados la semana pasada en Bogotá.

En ningún momento aflojaron en su intento de penetrar la Casa de Nariño. Supuestamente se les facilitaba, pues Daniel Ángel -una de las tres personas de mayor confianza de David Murcia y quien fue detenido esta semana- es familiar del secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, y había sido compañero de estudios y amigo de Jerónimo Uribe, el hijo del Presidente.

El fantasma de DMG se trató de colar en Palacio, primero a través del canal Body Channel -que hace parte del holding de DMG-, en un proyecto que montó Jerónimo con Daniel Ángel. Sin embargo, según ha dicho el hijo del Presidente, cuando se enteró de los cuestionamientos a DMG se retiró. En el segundo intento, el propio David Murcia tuvo una reunión en la Casa de Nariño con el secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez, y le ofreció transmitir por su canal programas institucionales de la Presidencia. Velásquez dice que el tema quedó ahí. El tercer contacto está registrado en una grabación a la que tuvo acceso SEMANA, en la que aparecen conversando el secretario general de Palacio y Ángel. Este último le dice que quiere que hablen de DMG, pero Moreno primero lo regaña y le reitera que ya le ha dicho que se salga de ese negocio, pero luego, de todas maneras, le da la cita. Y el cuarto y último acercamiento que se conoce, es la donación en especie que hicieron a la campaña del referendo al transportar las firmas gracias a una empresa asociada a DMG.

Pero si en la Casa de Nariño no han podido pasar de la sala de espera, en algunos gobiernos departamentales y locales parece que se habrían llegado a sentar en la sala de la casa. El caso del gobernador de Bolívar, Joaco Berrío, es hasta ahora el más comprometedor. En dos grabaciones hablan de que David Murcia le habría mandado 1.000 millones de pesos dos semanas antes de las elecciones de 2007 en las que resultó elegido. En la primera charla, la asistente de David Murcia le dice a William Suárez (la mano derecha de Murcia) que le tienen que hacer llegar "al señor de Cartagena, a Joaco" 1.000 millones de pesos. Y en la otra, seis días después, en una charla entre William Suárez y David Murcia queda claro que se trata de Joaco Berrío, pues a veces se refieren a él como Berrío y otras veces como Joaco.

El gobernador Berrío expidió el viernes un comunicado en el que dice desconocer esas transacciones y afirma que pagó su campaña con plata de empresas de su familia y de amigos. Sin embargo, en Cartagena las grabaciones han dejado dudas, debido a que dos de los detenidos por el episodio de los 1.000 millones son reconocidos como cercanos a la familia Berrío. Y además, el hermano del gobernador, Jorge Berrío, aparece como socio de William Suárez en una empresa de seguridad.

El nombre del gobernador de Magdalena, Omar Díazgranados, también resultó salpicado en el escándalo de DMG. Hasta ahora, al parecer, sólo de manera fortuita. Pues en el momento en que capturaron a Daniel Ángel, el gobernador estaba en el mismo apartamento. La explicación es que el lugar es propiedad del abogado de ambos, y el mandatario se aloja allí cuando está de visita en Bogotá.

En cuanto a los gobiernos locales, se sabe de municipios en Putumayo que celebraron como fiesta cívica el aniversario de DMG, lo cual se entiende como gratitud con el hombre que les había hecho el milagro de multiplicarles la plata. Pero el propósito de Murcia va más allá. En diciembre pasado, aprovechando la inducción que la Esap les hace a los nuevos alcaldes del país, el joven empresario montó su propio stand y les dio a los más de 1.000 mandatarios conferencias sobre superación de la pobreza.

Hasta el Congreso de la República también llegó o estaba previsto que llegara la tenaza de DMG. En una grabación del pasado 28 de octubre, revelada por la Fiscalía, Daniel Ángel dice: "Acabo de colgar con David (Murcia) y que necesita 760 (millones) para el 'lobby' en el Congreso, que toca girarlos porque mañana sale una ley y toca empezar a pisar toda la gente. ¡Qué es urgentísimo!". Precisamente, el 29 de octubre se dio una audiencia en la comisión primera del Senado, sobre el proyecto de ley para aumentar penas a los captadores ilegales de dinero, es decir los dueños de pirámides, de tal manera que dejara de ser un delito excarcelable.

Esa no sería la primera vez que tratan de sobornar al Congreso. SEMANA advirtió hace cinco meses sobre un 'mico' en el proyecto de Reforma Financiera que beneficiaba a DMG, pues habla de regularizar la venta de tarjetas prepago, que es la manera como esta empresa pone en práctica su esquema de pirámide: a cambio de la plata en efectivo que deposita el cliente, DMG le da una tarjeta con la que puede adquirir todo tipo de productos (electrodomésticos, vehículos, ropa, etc.) y servicios (tiquetes aéreos, tratamientos odontológicos, cirugías plásticas, etc.) -esta es la fase de la comercialización- y en un plazo determinado le devuelve también su dinero, incluso con rendimientos -esta es la fase de pirámide-.

La estrategia de infiltración de Murcia no se contenta con el poder Ejecutivo y el Legislativo. Busca también penetrar el llamado cuarto poder, el de los medios de comunicación.

En el caso de los periodistas, prácticamente todo lo que hay por decir lo expresó David Murcia en una conversación del pasado 24 de julio con Daniel Ángel, que entre otras funciones cumplía el papel de relacionista público: "Necesito contratar a los mejores periodistas -le decía Murcía-, les pagamos mejor y no los sacamos de los medios. Seis millones de dólares para los periodistas de primer nivel. Vamos a apoderarnos de los medios. Compremos 'CNN'".

Y si se quisiera hablar de un quinto poder, el del pueblo, Murcia no sólo se lo estaba conquistando con el supuesto milagro de multiplicarles su dinero, sino que también tenía claras la potencia de la imagen y de Internet. Para poder invertir en DMG el único requisito era ver un video en el cual David Murcia aparece como un redentor de los pobres, con pantano hasta el cuello, ayudándoles en sus dificultades y llevándoles comida para mitigar el hambre. Y en su página de Facebook, en la que ya tiene miles de contactos en varios grupos, aparece la famosa frase en la que se equipara con Dios.

Son tantos los frentes que cubre la penetración política y social de David Murcia que es difícil pensar que no se trate de una estrategia trabajada para servir no sólo de blindaje sino de plataforma para un proyecto más ambicioso.

Pero si ese capítulo es sorprendente, la fórmula mágica del negocio es aún más desconcertante. Para descifrarla, SEMANA tuvo acceso a grabaciones aún no reveladas por la Fiscalía. Las evidencias indican que el esquema de pirámides de DMG sería un canal privilegiado para lavar dinero producto del narcotráfico.

¿Qué es lo que han encontrado las autoridades?

Para nadie es un secreto que para montar una empresa se necesita plata. Y David Murcia, hace tres años, no tenía en qué caerse muerto. Por eso, aún nadie ha podido explicar cómo consiguió los primeros 100 millones de pesos con los que creó DMG en 2005, ni tampoco de dónde sacó, por citar apenas dos ejemplos, los 6.500 millones de pesos que le dio en agosto de 2007 a una tendera de Orito para montar más oficinas de DMG en otros pueblitos de Putumayo; o los 10.000 millones de pesos que le robaron de una caleta, hace un año, y que prefirió no denunciar.

¿Cómo es posible que le multiplique la plata a la gente como no lo puede hacer ningún otro negocio legal que se conozca, sino también que le queden a él rendimientos multimillonarios?

Hay grabaciones y otros indicios que comprometerían a David Murcia con dos reconocidos narcotraficantes: Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco', y Juan Carlos Abadía, alias 'Chupeta'. 'Macaco', hace menos de dos años, era señalado por las autoridades como el narcotraficante más poderoso del país y en su faceta de paramilitar era por todos conocido que era el señor de la guerra en Putumayo.

En una conversación del 8 de mayo de 2008, un hombre llamado Juan, que está en Estados Unidos, le dice a Margarita Pabón -la asesora legal de Murcia, detenida la semana pasada- que por favor le "transmita al señor de pelo largo (Murcia) que no se preocupe, que la evidencia que lo vincula con el marinero ya la destruyó él". Tras el análisis de toda la conversación la Fiscalía concluye que se refieren a 'Macaco', quien el día anterior, había sido extraditado a Estados Unidos, y aluden a un marinero porque, como se recuerda, este estuvo un tiempo detenido en una nave en alta mar.

Y en cuanto a 'Chupeta', no sólo existe una grabación posterior a la captura del capo en Brasil, en la que hablan de la preocupación que tiene Murcia porque su nombre puede aparecer en el computador. Sino también el antecedente de la firma Cambios y Capitales, que abrió sucursal en las sedes de DMG para recibir plata de consignatarios y mandarla a Panamá, y un tiempo después sus socios fueron incluidos en la 'Lista Clinton' por presuntos nexos con 'Chupeta'.

El papel de DMG y de centenares de empresas de papel que fue creando sería el de servir para entrar en el mercado legal el dinero producto del narcotráfico. Hay varias grabaciones en las que Daniel Ángel aparece coordinando la traída de millones de dólares de Estados Unidos para convertirlos en pesos en Colombia, en algunos casos vía México.

En una de las grabaciones, el 14 de mayo de este año, Ángel habla con dos personas en un popular café de la calle 73 con carrera novena de Bogotá para "bajar" siete millones de dólares. Aún no está claro si el "bajar" implica que traen los dólares hasta Colombia o si más bien son dejados en México o el mismo Estados Unidos en poder del pulpo DMG y en Colombia se les entrega a sus dueños el dinero en pesos colombianos. ¿Tal vez recogidos de los miles de inversionistas de la pirámide DMG?

Y no se trataba de un caso fortuito. En otra charla, Ángel coordina con un primo suyo que vive en México la consecución y recibo en ese país, de más de cuatro millones en billetes de 10 y 20 dólares.

Para esos fines, el de mover dinero, tanto Ángel como la asesora legal Margarita Pabón tendrían sociedades y propiedades a su nombre en Estados Unidos, según el registro de sus expedientes. Precisamente, la creación de empresas de fachada o de papel es el tercer eslabón de la fórmula mágica -luego del origen del dinero y del supuesto lavado-.

Un investigador lo explica de la siguiente manera: "Murcia, desde Panamá, organizó nuevas formas de eludir al sistema financiero creando empresas cuyo objeto social es la inversión en 'marcas' en compañías extranjeras. Así puso en práctica una nueva forma de captación, mediante aportes o compra de acciones de gente común, esta gente luego firma poderes en blanco y a través de esas empresas se mueve plata por millones".

Curiosamente, en la inmensa sede de DMG en el norte de Bogotá, había una especie de banco de proyectos, en una oficina con apenas una mesa y una silla como de colegio, le recibían a cualquier cliente una idea o un proyecto y DMG se hacía socio. Así mismo estaba funcionando en otros cinco países.

En una grabación del 20 de agosto pasado, David Murcia le dice a una mujer: "La vaina es ir haciendo empresas y matando empresas porque es que necesita ampliar esa situación y todo ese dinero que se vaya acumulando en bancos, entonces lo van utilizando y lo pueden ir enviando para afuera y lo convierten en inversión a través de fondos". Y agrega: "Cuando el banco se despierte (...) ya la cagó y se ha recibido la plata. O sea, no tiene otra opción que quedarse callado y manejarla, o… un cheque gerenciado, pero que ya está bancarizado. Y el cheque gerencial lo meten a otra cuenta".

Como si las pruebas de la ilegalidad no fueran suficientes, no sólo la Fiscalía ha probado que manejaban dos contabilidades, una maquillada y una real, sino que en las conversaciones dejaron claro que a Guillermo Fino, el ex director de la Dian al que contrataron como asesor, sólo le iban a mostrar la maquillada.

En resumen, si es cierto lo que los investigadores están sospechando, la magia de David Murcia consiste en poner a circular el dinero producto de narcotráfico e introducirlo en el mercado legal. En Estados Unidos, por dar un ejemplo, puede recibir los dólares calientes y legalizarlos a través de las sociedades y las propiedades que sus socios, como testaferros, han adquirido en ese país o en México, o destinan también parte del dinero a la compra de electrodomésticos y vehículos que luego comercializan por medio de DMG en Colombia. Mientras tanto, a los narcotraficantes dueños de los dólares se les entrega aquí el equivalente en pesos legales, en buena parte recogidos de los ahorros que dos millones de personas depositaban en DMG. Ese esquema, con las empresas que tiene en países como Panamá, México, Brasil, Ecuador y Venezuela, facilita aún más el negocio.

Hoy hay quienes consideran que David Murcia pertenece a una nueva generación y que podría ser el que ha encontrado la fórmula más refinada, no sólo para hacer legal lo ilegal, sino también para involucrar a toda la sociedad en el negocio.