Los tesoros escondidos

La caleta de 'Los Mellizos'
"Y pensar que a nosotros no nos dieron ni una medalla. Ni siquiera un día de compensación", le dijo a SEMANA uno de los agentes policiales al recordar su participación en el decomiso de 35 millones de dólares, la mayor incautación en esa moneda del mundo, ocurrida hace dos años en Bogotá. Han transcurrido casi dos años desde que la suma fue encontrada en dos lujosos apartamentos al norte de la capital. "Eramos 16 agentes de la Dijin y nos dividimos para allanar simultáneamente los dos apartamentos. En uno encontramos 20 millones de dólares y en el otro 15 millones. Cuando empezamos a ver tanta plata no lo podíamos creer. Nos mirábamos a los ojos con los otros siete compañeros, con el fiscal y el procurador que nos acompañaban, y nadie se atrevió a decir nada, recuerda el oficial. Después duramos dos días completos contándola".

La fortuna llevaba un año encaletada. Sus propietarios eran dos hombres del norte del Valle del Cauca: los mellizos Víctor Manuel y Miguel Angel Mejía Múnera, (foto) quienes huyen de la justicia. Después de una lucha jurídico-política con las autoridades estadounidenses, que reclamaban el dinero, el gobierno logró que se quedara aquí. A la Policía le correspondieron 16 millones de dólares, al DAS le dieron cuatro y el resto fue distribuido entre ministerios y Fiscalía.

Pica y pala detrás de las Farc
Los guaqueros no se rinden. Cientos de ellos buscan en alguna montaña de Cundinamarca una guaca con 3.000 millones de pesos que habría enterrado el comandante del frente 54 de las Farc. Se dice que Jesús Vargas Gamboa, alias 'Flaminio Gómez', muerto por el Ejército, guardó bajo la tierra el producto de los secuestros y extorsiones a ganaderos y empresarios colombianos.

'La Catedral' de Escobar
La antigua cárcel de lujo que ocuparon Pablo Escobar y sus lugartenientes durante 12 meses, La Catedral, no se escapó de ser demolida por aventureros en los 10 años transcurridos desde su fuga. Subir al penal es una ruta de buscadores de tesoros. Ninguno ha encontrado las canecas llenas de dólares. Sin embargo los guaqueros aún buscan los 100 millones de dólares que dicen que escondió 'El Patrón' en la vereda Los Arsenales de Envigado. Los campesinos dicen que en las madrugadas se escuchan los martillazos de la gente buscando el tesoro y que algunos, entre colombianos y extranjeros, han llegado a La Catedral con una médium para guiarlos hasta el tesoro escondido.

Los tesoros de 'El Mexicano'
En julio de 1990 el capitán del Ejército Alvaro Hernán Uscátegui y el mayor Darío Pacheco Martínez participaron en un allanamiento en la finca Cuernavaca, en Cundinamarca, en donde encontraron 19 millones de dólares en una caleta de Gonzalo Rodríguez Gacha, 'El Mexicano'. El capitán cumplió una condena de cinco años de prisión después de confesar que se quedó con un millón de dólares. Recobró su libertad el 17 de julio de 1996. Hoy vive en Centroamérica por temor a que los hombres que se sintieron traicionados en la repartición de la fortuna atenten contra su vida. En la finca Cuernavaca funciona una sede militar.

Más y más dólares
El Ejército encontró otro tesoro en las propiedades de Rodríguez Gacha (foto). Tres canecas con documentos de más de 150 propiedades del capo y fajos de dólares.

Comenzaron a aparecer guaqueros por todas partes, que se dedicaron a buscar en haciendas, fincas y casas los tesoros escondidos del capo. En febrero 11 de 2002, en Suba, al noroccidente de Bogotá, fueron sorprendidos 15 hombres por agentes del CTI de la Fiscalía cuando se dedicaban a buscar una guaca en una de las casas consentidas por el capo. La justicia señaló en ese entonces a un coronel de la Policía, a tres oficiales más de la institución, a un guardián del Inpec y a 13 obreros de estar tras una guaca. Al final todos reconocieron que sí estaban buscando el tesoro pero que nunca pensaron que estaban cometiendo delito alguno. Después de este escándalo tomó aún más fuerza el mito de la fortuna de 'El Mexicano'. En la hacienda 'Fredy', cerca de Ambalema, Tolima, la gente ha llegado con tráilers y remolques y se ha dedicado a perforar entre las ruinas. Y en la casa de la calle 86 de Bogotá no han dejado de perforar en los últimos 12 años.