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El florero de Llorente del conflicto se produjo por un comercial en el que Clara, según Robledo, manifestaba un apoyo institucional de todo el partido al presidente Santos. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

Los trapitos al sol de Clara López a Robledo

La presidenta del Polo decidió revelar detalles de sus diferencias con el senador insignia del partido.

30 de octubre de 2014

Desde la segunda vuelta de las elecciones presidenciales dos de los máximos dirigentes del Polo, Clara López (presidenta del partido) y Jorge Robledo (el jefe de la bancada en el Senado), se distanciaron. Sus diferencias, que se advierten cada vez más irreconciliables, han agudizado la profunda división en el partido. Sus dos líderes más representativos parecen andar por caminos diferentes.

La diferencia sustancial se produjo cuando Clara López, acogiendo la decisión del partido de libertad de voto en la segunda vuelta, decidió apoyar la reelección de Juan Manuel Santos, pese a que el Polo era el único partido que se declaró en oposición a su gobierno.

El florero de Llorente entre el conflicto de López y Robledo se produjo por un comercial en el que Clara, según Robledo, manifestaba un apoyo institucional de todo el partido al presidente Santos.

Desde entonces no se hablan. Sólo se han lanzado dardos en entrevistas en los medios de comunicación.
La dirigencia del Polo, mientras tanto, decidió buscar mecanismos de reconciliación. Se le encomendó la mediación al exmagistrado y excandidato presidencial Carlos Gaviria. Pero después de varios meses, dicha conciliación fracasó.

Eso llevó a Clara López a enviarle una carta al Comité Ejecutivo Nacional del Polo, que este jueves se hizo pública, en la que justifica sus posiciones políticas ante sus compañeros, pero en la que también decidió revelar varios secretos sobre sus diferencias con Robledo.

Clara revela que los “compañeros” del MOIR, la corriente que lidera Robledo, la emplazaron antes de la primera vuelta presidencial para asumir la postura de partido en la segunda vuelta. La propuesta fue asumida como una ofensa a quien tenía aspiraciones presidenciales.

“Yo me resistí porque las decisiones se toman sobre hechos y no con base en suposiciones. Los resultados de las votaciones sorprendieron a más de uno. No solamente se presentó la victoria de la ultraderecha con una ventaja cercana al medio de millón de votos, sino el ascenso de la izquierda que la víspera apenas había superado el umbral al obtener el 3,7 % del total de la votación en las elecciones al Senado. La alianza Polo UP obtuvo un importante 15,2 % de los votos. Nuestra postura en la segunda vuelta resultaba entonces definitoria. Dos millones de votos pesan en la votación o en la abstención”.

Pero, después de la segunda vuelta, cuando se reunió el Comité Ejecutivo del Polo para definir la postura, y en votación, se decidió por el “voto a conciencia” por cualquiera de las opciones, incluso por Óscar Iván Zuluaga. Clara recordó que a Robledo le molestó tanto la decisión, que la retó. Robledo defendió el voto en blanco.

“Debo recordar que cuando salimos a leer el comunicado a la prensa la noche de la decisión del voto en conciencia, el senador Robledo me paró en la escalera y me retó a pelear. Por lo que yo percibo, primero vino la decisión de pelear y después la justificación de la misma en el comercial, que es un asunto que se habría podido tramitar sin traumatismos”.

Clara, además, le recuerda a Robledo que no apoyó la candidatura presidencial en la segunda vuelta porque el partido no le entregó la fórmula vicepresidencial. Según la dirigente, los del MOIR propusieron a una persona del empresariado, Emilio Sardi, vicepresidente de la empresa Tecnoquímicos, a quien Aurelio Suárez (gran amigo de Robledo) trató de convencer en Cali.

La fórmula vicepresidencial fue Aída Avella, de la Unión Patriótica. Clara recuerda que la decisión se hizo por voto “entre los dos sectores enfrentados”, refiriéndose a Robledo. Pero, a pesar de la decisión, Robledo se negó a apoyarla. “Con todo, el senador Robledo afirmó que no compartiría tribuna con Aída, lo que sólo corrigió en el último momento, al hacerse presente en el evento de cierre de campaña en Bogotá”.

Clara, al señalar que no contó con el apoyo de Robledo, también censura la actitud de varios dirigentes del MOIR en la segunda vuelta, que imprimieron panfletos en su contra y los distribuyeron por todo el país. “La descalificación de la presidenta fue lo que primó en sus declaraciones públicas, avisos pagos, volantes distribuidos en cantidades que habría agradecido, por lo masivas y contundentes, en la campaña de la primera vuelta”.

En la carta, Clara también cuestiona el ejercicio de oposición planteado por Robledo. El senador, al declarar su postura al actual gobierno, ha dicho que Santos es lo mismo que Uribe. Para Clara eso es equivocado. “Equiparar la derecha de Santos con la extrema derecha radical, no institucional, de Uribe, puede llevar a errores de apreciación con consecuencias negativas en la acción”.

Y aprovecha para advertir que el Polo, en las elecciones del año próximo, debe hacer coaliciones “más allá de la izquierda”. Algo a lo que Robledo se ha opuesto históricamente. Clara además revela que se ha reunido en un Frente Amplio para adoptar estrategias electorales.

“Con todo, hemos conversado con casi todos los sectores de la izquierda y también con dirigentes progresistas del Partido Liberal. En las discusiones surge la inquietud de cómo vamos a afrontar la amenaza de la ultraderecha. Zuluaga ganó en 622 municipios del país. La pregunta es: ¿Vamos a hacer alianzas para detener el avance de esa ultraderecha opuesta al proceso de paz que se deberá ejecutar en los territorios? Esa decisión no da espera y participaré en ella defendiendo la más amplia convergencia a partir de la unidad de la izquierda, pero yendo más allá de ella, en función de la paz, de la democracia y de la ruta hacia los cambios que hagan que una y otra sean sostenibles”.

Finalmente, la presidenta del Polo al admitir las profundas divisiones en el partido, pide un debate tranquilo para resolverlas. Y paras ello propone el próximo Congreso Nacional, que se deberá realizar a finales de noviembre, como la ocasión ideal. En esa cita, el partido de izquierda se juega su futuro.