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| Foto: Archivo SEMANA

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Los venezolanos entran en la puja por Pacific

Al grupo mexicano Alfa, que tiene un 19 % de Pacific, le salió un nuevo competidor. Se trata de inversionistas venezolanos que aprovechando el bajo precio de la compañía también se quieren quedar con ella.

8 de mayo de 2015

En una esquina está el grupo mexicano Alfa con el fondo de inversiones Harbour Energy, que lanzaron una oferta para quedarse con el 100 por ciento de Pacific Rubiales. Pero en la otra esquina, apareció un grupo de inversionistas venezolanos, que en los últimos días hizo varias jugadas estratégicas para aumentar su participación en esta petrolera canadiense.

Se trata del inversionista y consultor financiero del vecino país, Orlando Alvarado, en sociedad con O’Hara Administration Co. y las subsidiarias IPC Investments Corp. y Telmaven Overseas Inc, según información de la agencia Bloomberg. Habrían adquirido en los últimos días una participación de 10,29% en Pacific Rubiales, con lo cual también tienen cerca del 19 por ciento de la petrolera. Y anunciaron que están dispuestos a aumentar su participación teniendo en cuenta el atractivo precio de la compañía, que está muy por debajo de hace un año, como consecuencia del desplome en los precios del petróleo.

De esta manera se pone más interesante la puja por la compañía canadiense, que llegó a Colombia hace cerca de una década de la mano de cuatro inversionistas, varios ex trabajadores de la petrolera PDVSA. Entre ellos se encontraban Ronald Pantin, José Francisco Arata, Miguel de la Campa y Serafino Iácono.

Con el conocimiento que tenían en la extracción de crudos pesados, que abundan en Venezuela, estos directivos empezaron operaciones en Campo Rubiales, que pronto se convirtió en el mayor productor de crudo del país, con más de 230.000 barriles diarios. Este Campo, ubicado a 165 kilómetros de Puerto Gaitán (Meta), es compartido con Ecopetrol que tiene el 60 por ciento de participación.

Los vientos iban a favor de la petrolera canadiense hasta que comenzaron a surgir los problemas para todas las petroleras cuando a partir de agosto del año pasado vino el desplome en las cotizaciones del crudo. De más de 100 dólares el barril se pasó a 50 dólares, lo que afectó la caja de muchas compañías, entre ellas Pacific que tenía un nivel de endeudamiento que bordeaba los 4.500 millones de dólares.

A esto se sumó que Ecopetrol no le renovó a Pacific el contrato de operación de Campo Rubiales, que vence en junio del año entrante, con lo cual le quita el manejo de uno de sus principales activos en Colombia, aunque todavía tiene cerca de 80 bloques para operar en el país y en el exterior.

Sin embargo, con estos reveses la acción se desplomó y de niveles de 41.000 pesos el año pasado bajaron a menos de 5.000 pesos. Este era un precio que hacía muy atractiva a la compañía para cualquier inversionista interesado en quedarse con Pacific a un precio de ganga.

Por eso el Grupo Alfa, que tiene el 19 por ciento de la empresa anunció esta semana que iba por más y se unió con Harbour Energy para quedarse con la totalidad de la compañía. Y reveló que estaba dispuesto a pagar la acción a 6,5 dólares canadienses, alrededor de 13.000 pesos, un precio que sigue siendo atractivo para los compradores pero que puede causar mucha molestia entre los miles de inversionistas de la compañía que compraron a niveles superiores y que incurrirían en pérdidas.

Al conocerse la oferta de Alfa inmediatamente la acción subió hasta ubicarse a niveles de 12.200 pesos. Pero ahora comienza un nuevo capítulo porque no se sabe a ciencia cierta quien se quedará con la petrolera canadiense. Lo que se rumora es que los nuevos inversionistas venezolanos pertenecen a los boliburgueses, es decir, aquellos empresarios cercanos al gobierno de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, que no se han visto tan perjudicados con las medidas económicas impuestas en el vecino país, y que por el contrario, se han beneficiado.

Lo cierto es que la puja por Pacific se va a poner más interesante.