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“No creemos en el papa y menos en este de ahora, que estuvo en el santo oficio”

EN PLATA BLANCA

"Lucio no tiene las calidades morales para ser pastor"

El pastor Nelson Navarro, de la Iglesia Cristiana de las Asambleas de Dios, el concilio más grande del país, critica a quienes abusan de su feligresía y habla de la libertad de cultos y la ausencia de relaciones con la Iglesia Católica.

21 de enero de 2012

MARÍA JIMENA DUZÁN: Usted, que es pastor de la Iglesia de las Asambleas de Dios, el concilio más grande de iglesias cristianas en Colombia, me puede decir ¿cuántos cristianos hay en Colombia?

PASTOR NELSON NAVARRO:
Yo le diría que somos más de 5 millones de creyentes. Pero a pesar de que somos muchos, los medios poco se interesan en nosotros. No nos conocen ni saben hacia dónde nos dirigimos políticamente. Si lo hicieran ya nos habrían preguntado qué opinamos los pastores de denominaciones históricas sobre el espectáculo que se ha dado en los medios en torno al matrimonio entre la fiscal Viviane Morales y una persona tan controvertida como Carlos Lucio, quien aparece en los medios haciendo homilías en la Iglesia de La Roca como si fuera un pastor.       

M.J.D.: No entiendo por qué es la molestia.

P.N.N.:
No nos gusta la connotación de farándula que se le ha dado a todo este asunto. Su matrimonio en Casa sobre la Roca se convirtió en un acontecimiento mediático que nos supera a muchos cristianos. Hay pastores que han tenido que entregar su vida, que han sufrido la persecución en la época de la violencia, para que ahora este episodio nos fuerce a nosotros a tener que salir a los medios a decir que no compartimos ese tipo de comportamientos. Pero además se le ha dado la impresión errónea a la opinión pública de que en las iglesias cristianas cualquier persona, sin necesidad de mayores estudios y sin importar lo que haya hecho en su vida,  puede ser ministro o pastor. Y eso no es así.

M.J.D.: ¿Cuáles son entonces los requisitos para ser pastor?

P.N.N.:
Mire, María Jimena: para nosotros, Lucio, por su trayectoria controvertida, no tiene las calidades morales para ser pastor. Su vida testimonial tampoco le permite convertirse en un ministro. Él se ha separado y se ha vuelto a casar; en el intermedio tuvo un encuentro con otra mujer que fue la secretaria de los Nule, como él mismo lo dice en la entrevista a la revista SEMANA.

M.J.D: ¿Usted le cree a la fiscal Morales cuando ella dice que su marido no tiene injerencia en la Fiscalía?

P.N.N:
No podemos creer en eso. Según la palabra de Dios, ellos son una sola carne. Y la Biblia dice que si existen el uno con el otro, los dos se afectan en sus decisiones. De la misma forma que Lucero Cortés, también cristiana, hizo todo para beneficiar a su esposo, motivo por el cual está siendo investigada.   

M.J.D.: Y entonces, si las normas para ser pastor son tan estrictas, ¿Por qué el pastor Darío Silva lo trata como pastor?

P.N.N.:
Antes de responderle eso quiero explicarle algo. Las iglesias cristianas nos dividimos en dos: las de denominaciones históricas como la que yo presido y las independientes como la Iglesia de la Roca del pastor Dario Silva. Las de denominaciones históricas tenemos representaciones en muchos países. Somos realmente una organización con normas. Tenemos un presbiterio y como pastores tenemos que rendirle cuentas a autoridades superiores. En el caso de la Iglesia de La Roca, aunque no desconocemos que es un ministerio y que cumple una función en nuestra sociedad, no ocurre así porque es una Iglesia independiente, cuyo pastor no le rinde cuentas a nadie. Por ejemplo, si nosotros cometemos faltas inmorales, heréticas o económicas, nos llaman y nos ponen una sanción disciplinaria, y si uno no se corrige, puede ser forzado a abandonar el ministerio. Hasta donde sabemos Casa Roca no tiene esas normas. De ahí que en las iglesias de denominaciones históricas una persona con la trayectoria que tiene Carlos Alonso Lucio no podría llegar a ejercer un sacerdocio. Tampoco podemos casar más de una vez a las parejas como hace el pastor Darío en su iglesia. Pero, además, yo quiero dejar en claro que este no es el único caso que nos preocupa…

M.J.D.: ¿A qué otros casos se refiere?

P.N.N:
Pues es que son muchos los que se atribuyen el título de pastor sin serlo. Mire el caso del violador Garavito, quien está en la cárcel por abusar y asesinar a más de 100 niños, o del narcotraficante Jesús Amado Sarria, quien se hacía llamar pastor. La Constitución permite que uno se pueda llamar como uno quiera, pero frente a la organización eclesiástica cristiana, ese tipo de personas no pueden ser ministros. Pueden ser catalogadas como creyentes, pero frente a la comunidad cristiana no son pastores. Uno no niega que haya personas que puedan transformarse, pero que de ahí a que lleguen a ministros de la noche a la mañana, no es posible. No estamos de acuerdo con los pastores que se hacen en hornos microondas.  

M.J.D.: De un tiempo para acá, los cristianos se han convertido en una nueva veta electoral que es disputada por todos los políticos. Tengo entendido que son muy disciplinados y votan por quien prometen.

P.N.N.:
Sí, es cierto. Ha habido un manoseo permanente por parte de los políticos y lo más triste es que muchas veces nosotros hemos caído en sus redes y les hemos creído. Sí le digo algo: solíamos votar de manera disciplinada, pero gracias a Dios ya no es así. Ya hemos ido aprendiendo.    

M.J.D: ¿Y que políticos los han manoseado?

P.N.N.:
Todos. Nombres propios no le voy a dar. Solo le voy a decir que los pastores hemos cometido el error de prestarles el púlpito para que muchos políticos se paren y hablen. Casi todos los candidatos presidenciales, casi todos los candidatos a las alcaldías.

M.J.D.: El primer presidente que conquistó esos púlpitos fue Álvaro Uribe. ¿Me equivoco?

P.N.N:
Usted lo ha dicho, no yo. Pero no solamente él.

M.J.D.: ¿Ustedes quieren entrar en la política activa y llegar al poder político a través de partidos como lo hace el Movimiento Cristiano Mira?

P.N.N.:
No, nosotros no tenemos ese objetivo. Eso no quita que aplaudamos la forma como han ido creciendo los del Mira, con Alejandra Piraquive. Ellos tienen una línea sana. No serán perfectos, pero actúan de manera coherente. Además, nos interesan otros temas, como por ejemplo el matrimonio entre parejas del mismo sexo, a lo cual nosotros nos oponemos. También nos oponemos a la corrupción de toda índole: propendemos por el respeto a las normas civiles y a la corrección. Ser honestos, decir la verdad. Esas son características muy fuertes. 

M.J.D.: ¿Están en contra del aborto, inclusive en contra de los tres casos que hoy permite la ley colombiana?

P.N.N.:
Sí. Nosotros estamos en contra del aborto, inclusive en esos tres casos que usted menciona. Hemos dicho que, en el caso de la violación, el gobierno podría, a través de nuestras iglesias, invertir mucho dinero para que nosotros protegiéramos a esas niñas violadas y para que ellas tuvieran a sus bebés en esas guarderías.

M.J.D.: Veo que, al igual que la Iglesia católica, no le reconocen a la mujer el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

P.N.N.:
¡Es que la mujer no puede decidir sobre su propio cuerpo cuando hay una vida de por medio! Pero, además, esos tres casos que permite la ley colombiana no representan ni el 1 por ciento de los abortos que se hacen en Colombia. Y querer presentar esa minoría de casos como si fueran la mayoría es un error frente a la realidad del país. Pero como en el país estamos embaucados en el embeleco de hacer cosas porque los demás las hacen, ese tipo de políticas nos llevan a un desorden enorme en la sociedad, derivado de una falta de valores...

M.J.D.: ¿Cuál es su relación con la Iglesia católica?

P.N.N.:
Ninguna. Siempre contamos esta anécdota cuando nos hacen esa pregunta. Un pastor y un cura se encuentran. El cura le pregunta al pastor: -¿Se toma un vinito? -No gracias, no tomo. -le responde el pastor. A lo que el cura responde: -jummm, de lo que te estás perdiendo. Al rato el pastor le pregunta al cura: -Señor cura, ¿usted tiene esposa -él responde: no yo no tengo. No podemos. -Y el pastor le dice: jummm de lo que te estás perdiendo, de lo que se está perdiendo.

Pero esa no es la única diferencia. Para la Iglesia católica somos sectas, porque venimos de Lutero y somos protestantes. No creemos en el Papa y menos en este de ahora. No nos gusta que haya estado en el Oficio Santo, que luego se llamó La Santa Inquisición. 

M.J.D.: ¿En Colombia hay libertad de cultos?

P.N.N.:
No la hay. A pesar de que eso dice la Constitución del 91 y de que se hizo un convenio con el Estado en el cual se le daba a la Iglesia cristiana el mismo tratamiento que la Iglesia católica. Este convenio nunca se ha desarrollado. Según ese convenio, en todos los pueblos debería haber un capellán cristiano, pero eso no ha ocurrido. Solo hay capellanes católicos.

M.J.D: ¿Y por qué creen que ese convenio no se ha desarrollado?

P.N.N.:
Ah, pues porque la Iglesia católica tiene una hegemonía y porque siempre ha estado casada con el Estado y a nosotros no nos han dejado participar en escenarios como la educación, donde la Iglesia católica es muy fuerte. Por eso es que muchos funcionarios exitosos que son cristianos mantienen esa condición por fuera del conocimiento público, por temor a que se les discrimine. Eso pasó con Rodrigo Rivera. Aunque se supone que todos tenemos igualdad de derechos, uno va a una alcaldía a pedir permiso para abrir una iglesia cristiana y es un lío de la madona.

M.J.D.: Pero a pesar de esas diferencias con la Iglesia católica, deben estar contentos con el procurador. Comparten con él temas como su oposición a todo tipo de aborto y al matrimonio gay…

P.N.N.:
El procurador es un luchador solitario y un hombre coherente con su doctrina de fe. Él defiende su postulado, como nosotros el nuestro. Nosotros tenemos amigos homosexuales, pero no participamos de su pecado. Y lo que se busca es que esta gente vuelva a los pies de Jesucristo, y se ha logrado en muchos casos.

M.J.D.: ¿Como así? ¿Han convertido a homosexuales en heterosexuales por mandato divino?

P.N.N.:
Sí, claro. Esa es la única transformación posible. Nosotros hemos visto a travestis transformados por el poder de Dios. Por YouTube, busca Deiman Ariza: él era una reina gay, que ahora ya no lo es. Es decir, si Dios quiere que yo me reforme, me reformo. No fuerza a nadie. Y eso es lo que hacemos los pastores, facilitar que ese proceso ocurra. Sin forzar.   

M.J.D.: ¿Cómo se financian?

P.N.N.:
A través de ofrendas voluntarias, o sea diezmos u ofrendas. Nosotros hablamos de que tenemos tres gobiernos: el humano, que es el que nos cobra la retefuente, el IVA, etcétera. Y mucho de esos impuestos se pierde en la corrupción, como lo vimos con el caso de los Nule. Hay otro gobierno que se financia a través de las armas, de la violencia, de las drogas. Y hay un tercer gobierno que en la Biblia quedó estipulado como el gobierno divino, que se subsidia a través del diezmo. Esa plata la utilizamos para obras sociales, para construir templos. El diezmo es voluntario, pero la gente ha sido muy generosa y la Iglesia nuestra, por ejemplo, ha ido creciendo a pasos agigantados. Los cristianos han aprendido que cuando yo aplico un principio me beneficio de él. Siembra y cosecha, dice la Biblia.

M.J.D.: Los respeto , pero no los entiendo...

P.N.N.:
Pero, sin embargo, somos muchos los que pensamos así.