El testigo contra Ramos que involucra a Cepeda

Este lunes comenzó en firme el juicio contra el exsenador conservador y exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, que es investigado por la Corte Suprema de Justicia dentro de los procesos de nexos con grupos paramilitares, o ‘parapolítica’.

Según el expediente, Ramos se había reunido con jefes de estas organizaciones ilegales de autodefensa con el fin de hacer acuerdos políticos y recibir apoyos. Sin embargo, él ha dicho y lo ratificó este lunes -con lágrimas- ante los magistrados, que nunca recibió ni dio apoyo a grupos al margen de la ley.

Dijo que la única reunión sostenida con el exjefe paramilitar ‘Ernesto Báez’ se hizo con la anuencia del gobierno de Álvaro Uribe Vélez dentro del proceso de desmovilización de las autodefensas.

“Yo jamás he recibido dinero o he apoyado a algún grupo al margen de la ley. Con el único que puedo decir que estuve reunido fue con el señor Iván Roberto ('Ernesto Baez'), quien era el vocero político de las AUC delegado por el Gobierno”, dijo ante la Corte.

Este sonado proceso ha sido soportado con las declaraciones de exmiembros de las AUC que han testificado en contra de Ramos. Pero la defensa ha dicho que durante el juicio tendrá la oportunidad de demostrar la existencia de un cartel de testigos falsos.

Se ha referido especialmente a Carlos Enrique Areiza Arango, hoy tras las rejas y condenado a ocho años de prisión por extorsión agravada.

Según las investigaciones de la Fiscalía, existen varios videos en donde se certifica que Areiza apelaba a extorsionar y cobrar importantes sumas de dinero a cambio de no testificar contra una persona determinada sobre la cual tenía supuestas pruebas.

En el expediente reposa, no obstante, una declaración de puño y letra de Areiza elaborada en la cárcel de Itagüí a finales del 2014 donde advierte que testificó contra el excongresista a solicitud del hoy senador del Polo Democrático Iván Cepeda.

Se trata de una confesión que habrá que mirar con reserva, pero que, de confirmarse, le podría dar un vuelco al caso.

Areiza escribió: “He venido recibiendo presiones por parte del señor Iván Cepeda para que declare ante la Corte y me ofrecieron 100 millones de pesos si yo les colaboraba o si no me iban a hacer la vida imposible en la cárcel y mi familia iba a sufrir las consecuencias si yo no enredaba al expresidente Uribe, su hermano, al señor José Obdulio Gaviria y al exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos”.

Asegura que Cepeda lo visitó en la cárcel de Itagüí en enero del 2012. “Él (Iván Cepeda) me dice que sabe que yo he hecho muchas cosas y he declarado otras. Que él sabe de mi trabajo en la Alcaldía de Medellín, de mi cercanía con Jorge Gaviria y que yo podía decirle a la Corte de reuniones con Jorge Gaviria y el señor José Obdulio Gaviria en apartamentos del Poblado con jefes de la oficina de Envigado. También me dijo que estuviera pendiente, que ya pronto haría los arreglos para yo decirle a la corte una declaración en contra del exgobernador Luis Alfredo Ramos”.

En la carta, Areiza asegura que el señor Carlos Contreras, representante de una ONG que defiende los derechos de los presos en Antioquia, fue el contacto con Iván Cepeda para que lo ayudara a entregarse a las autoridades, puesto que se había fugado en el 2011 de una clínica por supuestas amenazas contra su vida.

“El mismo señor Cepeda viajó hasta el municipio de Bello, Antioquia, y me recibió en su camioneta donde yo viajé hasta la cárcel de Itagüí. En el transcurso del viaje me preguntó constantemente sobre la familia Uribe Vélez y que ya había organizado que no me movieran de esa cárcel. También estaba protegido internacionalmente y que él podría buscarme ayudas económicas”.

Semana.com habló con el senador Iván Cepeda, que manifestó que todo lo dicho por Areiza “es producto de la imaginación y de un montaje que se ha gestado en mi contra a raíz del debate que realicé en el Congreso contra el senador Uribe por nexos con paramilitares”, dijo Cepeda.

Igualmente indicó que tiene los testigos y las pruebas para demostrar que nunca presionó al señor Areiza, por lo cual está contemplando una denuncia por injuria y calumnia. “El señor Areiza pidió mi ayuda porque quería entregarse a las autoridades. Eso le consta al entonces ministro de justicia, Juan Carlos Esguerra, quien estuvo al tanto de mi labor, así como la Defensoría del Pueblo. Yo lo transporté en mi camioneta hasta la cárcel y se lo entregué al director de la misma” dijo.

Los magistrados de la Corte tienen la palabra. Lo cierto es que la defensa de Ramos considera que esta podría ser su tabla de salvación.