Home

Nación

Artículo

Luis Carlos Villegas. | Foto: Archivo SEMANA

NACIÓN

De negociador y embajador a comandar las tropas

¿Qué significa el intercambio entre Juan Carlos Pinzón y Luis Carlos Villegas en el gabinete de Santos?

19 de mayo de 2015

Aunque sólo este martes el presidente Juan Manuel Santos aceptó la renuncia de su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, su inminente salida del gabinete rondaba en el interior de la Casa de Nariño, o mejor, en la cabeza del propio mandatario, y desde algunas semanas atrás.
 
No en vano Pinzón, hecho bajo la tutela de Santos, era junto con la canciller María Ángela Holguín el ministro que más había durado en el actual gabinete. Incluso, es el civil que más tiempo ha estado en el ministerio de Defensa, desde la Constitución del 91.
 
Aunque el relevo se veía necesario, Santos no iba a exponer la cabeza de su pupilo ni de la persona que en el país más duro le ha hablado a las FARC y al ELN en los últimos tiempos. En cambio, el presidente, en un movimiento propio del ajedrez, optó por hacer un enroque, esa jugada estratégica en la que, cuando el rey está en aprietos, puede intercambiarse con una de las torres.
 
Por eso la decisión de enviar a Pinzón a la embajada de Colombia en Washington,en donde Santos ha encargado personas de su entera confianza (caso de Gabriel Silva) y nombrar en el ministerio al embajador Luis Carlos Villegas, es un movimiento que probablemente tendrá implicaciones futuras en el ajedrez político.
 
Y es que Santos envía a Washington a una persona que ha tenido excelentes relaciones con Estados Unidos y que incluso puede tener coincidencias en el lenguaje con los norteamericanos. De vuelta trae a Colombia a un histórico representante de los empresarios y a quien ha sido uno de los primeros cinco plenipotenciarios del gobierno en la mesa de negociaciones de La Habana.
 
Pinzón, desde cuando se iniciaron las conversaciones entre el Gobierno y las FARC en La Habana, ha manejado un discurso más “guerrerista” que en ocasiones ha ido en contravía incluso del presidente, por ejemplo cuando, tras la crisis ministerial dle 2013, dijo que su gabinete sería para el posconflicto.
 
Santos y Pinzón tuvieron una diferencia pública hace un par de meses. El 15 de enero, cuando el mandatario dio instrucciones a sus negociadores de iniciar “lo más pronto posible” la discusión del cese al fuego bilateral, el ministro casi que lo desautorizó al señalar que el cese bilateral al fuego sólo se debe dar tras firmar la paz.

Mientras el presidente avanzaba en el desescalamiento del conflicto, su ministro de Defensa aseguraba que las Fuerzas Militares mantendrían la ofensiva hasta que se firme el acuerdo de paz.

Pese a estas circunstancias,Santos no estaba inconforme con su ministro. Por el contrario, ha reconocido la gestión de su hombre de confianza al frente de las tropas. Pero el relevo obedecería a ir ambientando a las Fuerzas Militares hacia el posconflicto.

Por lo menos así lo interpretan varios sectores políticos en el Congreso. Roy Barreras, presidente de la U, calificó como “un ascenso” el que Juan Carlos Pinzón, ministro que representa a ese partido, asuma la representación de Colombia en Washington.

Para Barreras la presencia de Villegas en el ministerio va dar tranquilidad a los empresarios y con su experiencia y su autoridad podrá liderar las tropas hacia el posconflicto.

Alexánder López, senador del Polo Democrático, calificó de interesante el movimiento porque releva de la dirección de las tropas a una persona más inclinada a la salida militar, y en cambio llega una persona de lenguaje más prudente, aunque dice que es una manera de disimular las diferencias entre Pinzón y el mandatario. “Este es un mensaje del Gobierno a la mesa de La Habana, que estaba incómoda con Pinzón. Esto demuestra que los resultados finales de la mesa de La Habana cada vez están más cerca”.

Por su parte, el Centro Democrático cuestionó la decisión del Gobierno. Primero porque entienden que la designación de Juan Carlos Pinzón como embajador en Estados Unidos es una jugada política de Santos para prepararlo como precandidato presidencial. Y segundo, porque cuestionan la idoneidad de Luis Carlos Villegas para dirigir las tropas. “Como embajador lo único que hizo fue gastar 40 millones de dólares en un edificio, y como ministro lo único que hará será bajarle la moral al país”.

Lo cierto es que con el nombramiento de Villegas ya son dos los plenipotenciarios del Gobierno en La Habana que ingresan al gabinete. Antes fue el general (r) Óscar Naranjo, ministro para el posconflicto. Una muestra más de que Santos quiere un gabinete que hable de paz.