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Juegos de azar

Mala fortuna

Detrás de la decisión del gobierno de liquidar tres loterías se esconde una crisis de estos negocios que les genera problemas a las finanzas de la salud pública.

2 de diciembre de 2006

A las loterías se les está acabando la suerte. La antigua imagen del vendedor ambulante que perseguía a sus clientes con el argumento de que él tenía el billete ganador es cosa del pasado. Los sorteos electrónicos, como el Balotto y el juego del chance son los que mandan la parada en los juegos de azar.

Este rezago de las loterías, más que un asunto nostálgico, les está generando dificultades a los recursos de la salud departamental, que de allí obtienen parte importante de su financiación. La situación es tan dramática, que la semana pasada el gobierno se vio obligado a pedir que se liquidaran tres loterías: El Libertador, del departamento de Magdalena, y las de Chocó y Bolívar en sus respectivos departamentos. Sólo estas tres loterías han tenido pérdidas consecutivas los últimos tres años, y le deben a la salud 28.000 millones de pesos. Esta cifra es escandalosa si se tiene en cuenta que en todo el país hay 26 loterías y 19 de estas le adeudan al sector salud 70.000 millones de pesos.

Que estén llegando al extremo de la liquidación no es sólo un asunto de malas estrategias de mercadeo. Por años, varias de estas entidades han servido como fortines políticos que le han cargado a sus administraciones prestaciones laborales excesivas, y además no han estado exentas de la corrupción y la ineficiencia administrativa. Esto hace que también sea un riesgo el que sigan funcionando, pues su capacidad económica no garantiza que cumplan con los premios ofrecidos.

El superintendente nacional de Salud, José Renán Trujillo, dice que la decisión de liquidarlas no tiene reversa: "El negocio de las loterías está en crisis y lo que hay que vigilar es que las que sigan operando otorguen garantías a sus compradores".

La solicitud del gobierno tomó por sorpresa a los gobernadores, que en últimas son quienes tienen que ver qué hacen con sus loterías. Algo que no es fácil de resolver si se tiene en cuenta que también sus finanzas están en rojo y por ello están en un plan de reestructuración de deudas, conocido como Ley 550. Es tan incierto lo que puede suceder, que por ejemplo Fernando Colón Calado, gobernador encargado de Bolívar, dice que para pagar parte de las deudas de la Lotería de Bolívar, tendrán que echar mano de su sede.

Para los representantes de las loterías el asunto no es como lo pinta el gobierno. Luz Estela Cardona, presidenta de la Federación Colombiana de Loterías (Fedelco), dice que a las loterías se les dificulta entregar al sector salud el porcentaje que le corresponde porque estas entidades pagan impuestos que las agotan: "Tenemos que entregar 12 por ciento de renta mínima, 17 por ciento de impuestos a ganadores, 10 por ciento de impuesto cuando se vende un billete por fuera del departamento y 25 por ciento de comisión a la cadena de distribución". Por eso preparan un proyecto de ley para que reforme el estrangulamiento financiero en el que, a su juicio, los tiene esta carga impositiva.

Esta semana habrá una reunión clave entre las loterías y la Superintendencia, en la que se definirá qué hacer con los negocios agonizantes. El superintendente plantea una alternativa que consiste en agremiarse y crear una sola lotería con un plan de desempeño que garantice las transferencias oportunas a la salud, que se calcula que este año no superan los 100.000 millones de pesos. Si esta iniciativa cala en las gobernaciones, podría mejorar la suerte de la salud en los departamentos.