Home

Nación

Artículo

| Foto: Foto: Archivo particular

EMERGENCIA

Mancha de crudo derramado llegó a la bahía de Tumaco

Temen mortandad de especies y afectación de ecosistemas en la que es considerada la peor tragedia ambiental del país en la última década.

26 de junio de 2015

La mayor preocupación de las autoridades luego de que las FARC volaron el oleoducto Transandino en Tumaco (Nariño) era que el crudo derramado llegara al mar Pacífico, y eso es precisamente es lo que acaba de suceder.

Los peores pronósticos ambientales acaban de ocurrir y con ello, agravan las consecuencias ecológicas y sociales del atentado que las FARC perpetraron el pasado domingo 21 de junio, que además de ocasionar el derrame de 410.000 galones de crudo al río Mira, dejó sin agua potable a los 160.000 habitantes de Tumaco.

La triste noticia sobre la llegada de la mancha de combustible a la bahía de Tumaco la dio hace unas horas Ecopetrol, tras confirmar oficialmente “la presencia de crudo en los brazos del río que desembocan en el Pacífico y algunas trazas de petróleo en la playa”.

De nada valieron los esfuerzos de esa empresa y organismos de prevención de desastres, quienes desde el mismo día del derrame intentaron contener el crudo con barreras y extraerlo a través de motobombas.

De hecho, ahora cuentan con mil metros de barreras oceánicas y se espera que lleguen otros 6.000 en un intento desesperado por menguar la tragedia ambiental, conteniendo el crudo y extrayéndolo del mar y para tal efecto hasta pidieron ayuda a Ecuador, de donde vienen dos buques especializados en esas tareas.

“Además de los recursos humanos, equipos y materiales especializados para controlar derrames en ambientes marinos dispuestos por Ecopetrol, algunos traídos desde Cartagena, Yopal y Bogotá”, explicaron fuentes de la empresa petrolera colombiana.

Pero ahora las autoridades temen lo peor de la emergencia, ya que la bahía de Tumaco es una rica fuente de ecosistemas marítimos y de allí obtienen el sustento miles de pescadores artesanales del puerto nariñense.

Gabriel Vallejo, oficial de la Armada que comanda el puerto de Tumaco, explicó que por ahora el daño ambiental es incalculable, “la primera afectación que veremos es que los pescadores de piangua y recolectores de conchas ya no podrán hacerlo”, dijo el oficial.

Agregó que no se descartan restricciones de navegación en la bahía por cuenta de la mancha y que será inevitable ver mortandad de peces. “Mucho de ese crudo se diluye en el agua o es tan grueso que impide la oxigenación de especies y los mata”, dijo tras recordar que una emergencia similar se presentó en la bahía pero 1998.

Y mientras la mancha negra avanza por el río Mira hasta llegar al mar Pacífico, el presidente Juan Manuel Santos y siete de sus ministros verificarán este viernes 26 de junio desde Tumaco, las labores que se desarrollan para mitigar la emergencia.

“Al presidente Santos lo acompañarán los ministros de Defensa, Agricultura, Minas, Vivienda, Ambiente y Salud. También estarán en Tumaco la ministra de la Presidencia, el director de la Policía, el comandante de las Fuerzas Militares y el comandante de la Armada. Igualmente, estarán las directoras del Departamento de la Prosperidad Social y el ICBF, el vicepresidente de Ecopetrol, el consejero Presidencial de Derechos Humanos y el gerente del Plan Pacífico”, indicó la oficina de prensa de Presidencia.

Esa brigada de gobierno busca inspeccionar en detalle las labores humanitarias que se emprendieron para tratar de mitigar el impacto que significa para toda una ciudad no tener el servicio de agua potable desde hace seis días.

Como se recordará, el suministro del preciado líquido se suspendió desde el mismo día del atentado al oleoducto, debido que el derrame de los 410.000 galones de crudo fue a parar al río Mira, uno de los más caudalosos e importantes de la región y del cual se abastece el acueducto de Tumaco.

Desde cuando arrancó la emergencia, las autoridades activaron un plan de choque que consiste en suministrar agua a través de 32 carrotanques y se espera la llegada de dos barcos de Buenaventura, cargados con 85.000 galones de agua.

Y mientras las autoridades y la comunidad realizan semejante esfuerzo por mitigar los daños ambientales y sociales del atentado de las FARC, ayer volvieron a cometer tres voladuras contra la infraestructura petrolera. Dos al oleoducto Mansoya-Orito, en Putumayo, y otro al Transandino en Nariño.

De esa manera la guerrilla de las FARC ya suma 34 ataques contra oleoductos en lo corrido de este año, frente a los 64 registrados en el mismo periodo del 2014.