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Mano a mano

Los libros de José Obdulio Gaviria y Jaime Castro sobre la reelección serán la munición para el debate legislativo que comienza esta semana.

11 de diciembre de 1980

En la batalla intelectual por la reelección se enfrentaron dos caballeros. El ex alcalde Jaime Castro dio el primer sablazo con el libro Juicio a la reelección, en el que crítica el proyecto de reforma constitucional que permitiría que Álvaro Uribe fuera candidato en 2006. Poco después, el escudero presidencial José Obdulio Gaviria respondió con el libro Reelección, que el pueblo decida, en el que apoya el proyecto de reforma constitucional que cursa en el Congreso. El enfrentamiento entre Castro y Gaviria le da al debate un nivel académico y, a la vez, sirve de sustento para elevar la calidad de las discusiones que tendrán lugar en la legislatura que comienza.

SEMANA presenta los 10 argumentos principales de cada uno de los textos.

José Obdulio Gaviria

'Reelección, que el pueblo decida', Grupo Planeta

1.La reelección no tiene nombre propio. "El presidente Uribe no busca beneficiarse con el poder" y por sí solo, el proyecto de reelección no lo elige. "Hay tres hechos distintos: 1. Que el Congreso derogue la norma que prohíbe la inscripción del presidente Uribe como candidato. 2. Que, derogada la norma, el presidente Uribe determine si es o no candidato. 3. Que si el presidente Uribe es candidato, el pueblo colombiano lo elija".

2.Premia a los buenos gobernantes. "No elegir al líder natural en el esplendor de su acción es impedir que haya un buen gobierno". Por eso, en las democracias avanzadas la reelección no se limita ni se prohíbe. En Colombia, "Álvaro Uribe es un líder del cual no se debe salir".

3.Es democrática. Con la reelección disminuye el 'avispero electoral' porque las fuerzas políticas se alínean para respaldar o para oponerse a las políticas que ha puesto en marcha el Presidente. Además, la reelección permite que los electores escojan entre la continuidad o el cambio.

4.El país está preparado para la reelección. Los colombianos no son 'desvalidos', pueden escoger el mejor de los gobernantes y darse cuenta si un presidente llega a usar los recursos del Estado para hacer proselitismo.

5.La reelección favorece el liderazgo político. El antirreeleccionismo ha impedido que los líderes estén y se proyecten en el poder. Ha sido para "favorecer a un burócrata sin carisma o a un líder inferior o apenas en formación". Uribe es el líder ideal para ser reelegido porque "se ha preparado toda la vida para gobernar".

6.No viola las instituciones políticas, sino que las transforma. Lo grave sería que la reelección se hiciera quebrantando las reglas de juego democrático. Pero con este proyecto se están respetando todos los pasos y requisitos necesarios para que legal y legítimamente se pueda cambiar la Constitución.

7.Los períodos largos son convenientes para la vida política. La reelección es necesaria porque "sólo con continuidad se dará respuesta a las amenazas "que tienen en jaque la gobernabilidad democrática". Y ante la existencia de muy pocos líderes, lo mejor es alargar el período de los que existen.

8.El presidente Álvaro Uribe no busca protagonismo. En campaña, Álvaro Uribe dijo que la reelección no lo convencía, pero "la presión popular y la dirigencia de la sociedad civil hizo que el Presidente reflexionara". Además, un líder puede (y debe) cambiar de opinión "si ello conviene a la felicidad pública".

9.El Presidente no tiene más posibilidades que otros candidatos de ganar las elecciones. Tampoco hay riesgo de que el mandatario que quiera permanecer en el poder abuse de los recursos del Estado para conseguir votos. Al contrario, él tendrá más restricciones, "se jugará su credibilidad y prestigio, y sobre él estarán puestos los ojos de los mecanismos de control".

10.Aprobar la reelección no implica que de ahora en adelante el presidente Uribe sólo va a hacer campaña. "El presidente Uribe no ha dejado de gobernar ni un solo segundo por la reelección", ni ha aprovechado los espacios de participación ciudadana que prometió como candidato para hacer populismo. "Lo comunal o comunitario de su propuesta no es un complot contra los partidos, sino contra el enquiste clientelista".

Jaime Castro,

'Juicio a la reelección', Grupo Planeta

1.La reelección no está blindada. En campaña el presidente Uribe dijo no estar de acuerdo con la reelección inmediata porque "pone el gobierno a buscarla". El proyecto que tramitan las Cámaras no previene este riesgo. Antes de aprobarla se debería expedir el estatuto de la oposición y reglamentar el derecho de réplica, la financiación de las campañas y el acceso igualitario de los candidatos a los medios.

2.El enfoque del proyecto de reelección es personalista. Resulta de la aspiración del presidente Uribe y de sus amigos más cercanos que creen que el período vigente "es corto frente a la tarea que se sienten llamados a cumplir", y "prefieren un mandato extendido a ocho años". La reelección no debe ser el resultado de encuestas electorales, "tampoco del afán de quienes pretenden continuar cerca del poder".

3.Cambia las reglas de juego a final del partido. La reelección se aprobaría a fines de 2004. A mediados de 2005 se expediría la ley estatutaria que la complemente. A pesar de tener candidato propio, su reglamentación la haría el gobierno entre fines de 2005 y principios de 2006, cuando la campaña presidencial esté en la recta final.

4.Tiene nombre propio. La única persona que puede aspirar a la reelección inmediata en 2006 es Álvaro Uribe. El proyecto "olvida que las constituciones no se hacen, reforman ni retocan como si fuesen trajes hechos a la medida y aspiraciones del gobernante de turno".

5.Períodos largos no son necesariamente buenos. Uno de ocho años es demasiado largo. "Entre nosotros se adoptó por primera y única vez en 1830. Era tan extenso que no se aplicó porque en 1832 se volvió al de cuatro años".

6.Puede derivar en autoritarismo. "El poder corrompe y el poder absoluto corrompe completamente" (Lord Acton). La reelección inmediata es el poder absoluto en cabeza del Presidente y los mandos superiores y medios de la administración.

7.Con reelección no hay ni habrá oposición. Discrepar de la verdad oficial no hace parte de la cultura política colombiana. Tampoco hay garantías para quienes disienten. Al opositor se le dice conspirador. Las críticas a la gestión gubernamental se tomarán como agravios al Presidente. "Ante quienes ejerzan el poder los ciudadanos se intimidarán y cohibirán".

8.La vida política no se cambia con un "articulito". La reelección cambia el estatus del poder: su origen, reparto y ejercicio. Reforma todo el sistema político. Tiene efectos de "dominó constitucional". El proyecto ignora la complejidad del tema y sus repercusiones institucionales. "Agota la materia con el articulito que recomienda Palacio".

9.La reelección no es democracia plena. Si lo fuera, todos los sistemas políticos competirían por establecerla de manera incondicional e indefinida. "Sostener que cuando hay reelección el pueblo decide es frase de cajón como las que periódicamente se emplean para presentar hechos y situaciones que conviene maquillar".

10.Para su aprobación han utilizado todos los instrumentos del poder, "incluidos los legales". Por primera vez el trámite de una reforma constitucional ha dado lugar a investigaciones penales en la Corte Suprema y disciplinarias en la Procuraduría. También, a demandas por pérdida de investidura (casos de Yidis y Teodolindo).