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Marco Tulio Pérez Guzmán, alias el ‘Oso’. | Foto: Archivo Particular

HISTORIA

El paramilitar que se dedicó a violar menores

Esta es la historia de uno de los más crueles jefes paramilitares de Sucre, quien fue excluido de Justicia y Paz.

10 de septiembre de 2014

Marco Tulio Pérez Guzmán no sólo era comandante paramilitar urbano en cinco corregimientos de San Onofre, Sucre. Era una especie de ‘rector’ de la vida cotidiana de Libertad, Pajonal, Las Brisas, Aguas Negras y Berlín, en ese departamento. Dependiendo de su estado de ánimo, imponía sus caprichos a las mujeres y a los hombres.

Le decían el 'Oso’ porque sus brazos son velludos y es un poco obeso. Llegó a San Onofre de la mano de Rodrigo Mercado Peluffo, alias ‘Cadena’, su patrón y comandante militar del Bloque Montes de María, desde el año 2001 hasta el año 2004, cuando fue capturado. Se desmovilizó con el Bloque Montes de María y fue postulado al proceso de Justicia y Paz, donde rindió versiones sobre los delitos en los que incurrió, como desplazamiento forzado, homicidios y concierto para delinquir, entre otros. Todos, como miembro del Frente Golfo de Morrosquillo.

Pero el 'Oso’ nunca quiso aceptar un delito del cual lo acusaron las víctimas desde cuando comenzó el proceso en la justicia alternativa a la que se sometió: acceso carnal violento. 

Por eso este martes el Tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla decidió excluirlo, por no aceptar las violaciones de la que fueron víctimas las mujeres de estos pueblos. Ahora se expone a una larga condena en la justicia ordinaria.

Ante el Tribunal fueron documentados seis casos que sirvieron como soporte para demostrar que sí incurrió en una conducta con la que hizo mucho daño a los miembros de la comunidad por donde se paseó. No sólo a las mujeres, sino también a sus padres y esposos.

En desarrollo de las audiencias de versión libre ante la fiscal Yolanda Gómez Martínez durante los años 2008 y 2009, quienes acudían a la sala de víctimas contaban, a través de los abogados de la Defensoría Pública, las modalidades que alias el 'Oso’ se inventaba para cometer los abusos con las mujeres de las comunidades de la Libertad y de Plan Parejo. Allí las obligaba, según denuncias que se investigan, a tener relaciones sexuales con él.

Incluso Pérez, imponía como castigo a las mujeres a que le sirvieran como empleadas de servicio en su casa durante ocho días y a los esposos de sus víctimas los ponía a barrer las calles del pueblo. Él negó las acusaciones.

Las denuncias fueron ampliadas tiempo después. Los habitantes de los corregimientos contaron historias increíbles y dolorosas como aquella del 2003 cuando el 'Oso’ organizó un reinado entre las estudiantes de los colegios, todas menores de edad. Según las denuncias, obligó a algunas de las candidatas a tener relaciones íntimas con él.

La Fiscalía investiga otros casos no menos indignantes. Uno de ellos ocurrió en el 2003 con las candidatas a un reinado veredal, en donde también habría forzado varias niñas a reunirse con él a solas para abusar de ellas.

También lo acusan de haber amenazado a la enfermera de Libertad, Adriana Porras, quien puso en conocimiento de las autoridades los abusos y las posteriores presiones para callar los hechos que la comunidad había denunciado.

El temido ‘Oso’ también negó esos señalamientos. Y cuando le preguntaron sobre las menores que participaron en los reinados organizados por él con los fines macabros descritos, respondió que había sido para hacer una ‘integración’, porque la gente le tenía miedo a su jefe ‘Cadena’.

Era tal el miedo que le tenían, que algunos padres prefirieron llevarse a sus hijas para otros pueblos, y enviarlas donde familiares para que no tuvieran que seguir soportando los abusos y ofensas del paramilitar.

Los fiscales le recordaron una y otra vez esas denuncias y le mostraban las contundentes pruebas. El ‘Oso’, acosado por las evidencias, quiso reconocer estos hechos al final del proceso judicial, cuando ya no había tiempo de arrepentimientos. Tuvo la oportunidad de confesar sus crímenes y conseguir los beneficios de Justicia y Paz.

Pero no quiso y creyó que nunca sería condenado por estos temas. Ya era tarde. Su abogado apeló la decisión y mientras se resuelve este tema, en las mentes de los municipios y corregimientos donde cometió sus crímenes todavía ronda el fantasma de este perverso paramilitar.