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MASCARA CONTRA PELO

Teatral reto entre Galán y la CPC para medir fuerzas en mitaca

12 de diciembre de 1983

Cuando en la lucha libre dos Competidores quieren "jugarse el resto" ante el público, casan apuestas como "máscara contra máscara" o "máscara contra pelo", y se comprometen a que quien pierda o bien se corta la melena o bien se destapa por primera vez la cara ante los aficionados.
Luis Carlos Galán y la dirección del oficialismo liberal se han trenzado en un dramático "máscara contra pelo". En un gesto que algunos interpretaron como bravuconada, y otros como demostración de su poder creciente, el joven líder disidente desafió al partido a que si tenía mayoría en las próximas elecciones de mitaca le reconocieran la jefatura del partido. Ante esto, la CPC, tras calcular rápidamente los guarismos, le rapó el guante devolviéndole el reto: si perdía, tendría que someterse incondicionalmente a la autoridad mayoritaria.
Las hostilidades entre Galán y el oficialismo se habían intensificado en los últimos días. Ya la semana anterior había encontrado contrincante en el ex presidente Turbay, quien le mesara la barba diciendo que un "sepulturero del partido" no podía llegar a ser presidente de la República. Galán capoteó el desplante contestando que no había peor referencia para un político que caerle bien a Turbay.
El cruce de desafíos prometían hacer de la siempre lánguida mitaca unas elecciones movidas. A muchos les sorprendió la audacia del líder del Nuevo Liberalismo, que se atrevía a retar al contrincante en un terreno adverso para él, en la medida en que para ganar en mitaca tradicionalmente se ha necesitado, más que carisma o popularidad, el apoyo de una maquinaria electoral, y en este campo, Galán se encontraba en una desventaja frente al oficialismo.
Los de la CPC, conscientes de esto, le aceptaron inmediatamente el reto. Pero los seguidores de Galán, a quienes tampoco se les escapaba el dato, procedieron a darle una interpretación favorable a las ambiguas palabras de su líder. No se trataría de enfrentar a Galán, sólo, contra el conjunto de los múltiples candidatos oficialistas tomados como bloque, sino de medir su fuerza contra cada uno de ellos tomados individualmente. "El Nuevo Liberalismo no se va a enfrentar a un supuesto sindicato oficialista, donde todos los votos liberales que no se depositen por el doctor Galán se sumen en contra de él y en favor de un oficialismo que no presenta líderes definidos", declaró Alberto Villamizar Cárdenas.
Fuera cual fuera la interpretación, lo que parecía estar detrás de la audacia de Galán era su creciente popularidad, reflejada recientemente en dos encuestas, una sobre concejales y otra sobre presidenciables, que lo colocaban con claridad, en los dos casos, como la figura favorita de la opinión pública. La de presidenciables arrojaba índices de popularidad aplastantes que despejaban de una vez por todas las dudas sobre el posible impacto que pudieran haber tenido sobre su prestigio la racha de acusaciones hechas contra miembros de su movimiento en las últimas semanas. A la pregunta sobre cuál era su favorito para la presidencia de la República, 42.7% de los encuestados respondieron Galán; cifra desconcertante si se tiene en cuenta que el segundo es Barco con un 7.7%, seguido de Gómez con un 6.5%. Todos los otros candidatos tienen cifras insignificantes y como dato inverosímil, el total de todos sus rivales liberales sumados alcanzan apenas a un 12.9%
Como en la lucha libre, si Galán pierde tendrá que cortarse un poco el pelo y ajustar un tanto su caminado al ritmo impuesto por la mayoría. Pero si no pierde podrá reclamar más enérgicamente que antes bien la candidatura única, o bien la jefatura del partido.
Definitivamente, mitaca promete ser un evento en el cual se definirá mucho más que la simple elección de concejales y diputados.