Home

Nación

Artículo

La procuradora delegada para la Infancia, Ilva Myriam Hoyos, no ocultó que estaba en el Senado haciendo cabildeo en contra de la aprobación del proyecto. | Foto: Guillermo Torres

POLÍTICA

La funcionaria que hizo lobby contra el matrimonio gay

Ilva Myriam Hoyos, mano derecha del Procurador, ocupó una curul en el Senado.

17 de abril de 2013

Ilva Myriam Hoyos, mano derecha del procurador general, Alejandro Ordóñez, ocupó una de las curules exclusivas para los senadores durante el debate del matrimonio igualitario. Su presencia generó polémica. El senador Camilo Romero calificó de “inadmisible” la influencia ilegal de la Procuraduría, en un debate que precisamente se concentraba en los derechos de una minoría, la comunidad gay.

Durante el debate, el reportero gráfico del portal www.lasillavacia.com captó una imagen de una conversación que Hoyos sostenía con un congresista en la que admitió estar haciendo lobby contra el proyecto. En la misma conversación la funcionaria de la Procuraduría confesó haber triunfado en ese cabildeo contra el matrimonio gay.

Hoyos es una de las funcionarias más cercanas al procurador Ordóñez. Como procuradora delegada para asuntos de la familia ha liderado batallas jurídicas contra decisiones de la Corte Constitucional, entre ellas la de legalizar el aborto en tres casos específicos, y ha sido cuestionada por el carácter religioso de sus decisiones.

Su presencia, para senadores como Camilo Romero, demostró que un órgano del Estado tomó partido en el debate y fue más allá al tratar de conseguir los votos necesarios para hundir el proyecto de matrimonio igualitario, propuesto por Armando Benedetti como fórmula para garantizar los derechos de las parejas homosexuales.

Fue uno de los hechos más polémicos del histórico debate que el Senado decidió aplazar para el próximo martes 23 de abril.

Otro de los hechos controvertidos fue la intervención de Mario Cely, experto en teología y antropología, uno de los cuatro ciudadanos que intervinieron ante el Senado para fijar su posición sobre el matrimonio gay.

Fue polémica su intervención porque les pidió a los senadores analizar las consecuencias médicas de la homosexualidad, pues calificó esa conducta como patológica y la principal causa de sida y cáncer anal en el mundo. El propio presidente del Senado, Roy Barreras, ordenó interrumpir su discurso y bajarlo del atril.

Aunque la decisión definitiva del Senado se conocerá la próxima semana, la suerte del proyecto parece definida. El Congreso no aprobará el matrimonio para las parejas del mismo sexo.

Para el Senado colombiano las parejas gay tienen el derecho a “amarse libremente”, tendrán garantizados sus derechos civiles y patrimoniales, como lo ordena la Corte Constitucional, pero no por la vía del matrimonio. En otras palabras, la ley colombiana no permitirá que el matrimonio en Colombia contemple que el matrimonio sea un pacto contraído entre parejas del mismo sexo. Sólo lo podrán contraer un hombre y una mujer.

Esa fue la decisión mayoritaria que el Partido Conservador y la mayoría de parlamentarios de La U defendieron en el debate. El modelo de familia del Estado colombiano seguirá constituido por la unión de un hombre y una mujer.

Roy Barreras, vocero de La U, dijo que el Congreso les garantizará a los derechos de los homosexuales, pero no por la vía del matrimonio. Se van a comprometer con un nuevo proyecto de ley que cree la figura de unión contractual solemne, pero que no tendría alcances para constituir familia.