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La oncóloga colombiana Ana María González entra a una corte en Houston, Texas (EE. UU.), donde fue acusada de envenenar a su colega. | Foto: AP

JUDICIAL

Médica colombiana es condenada a 10 años

En Estados Unidos, la oncóloga Ana María González fue encontrada culpable de envenenar a su colega.

29 de septiembre de 2014

Luego de ser hallada culpable por un jurado de Houston (Texas, EE. UU.) de envenenar a su colega, George Blumenschein, la oncóloga colombiana Ana María González fue sentenciada este 29 de septiembre a 10 años de prisión sin libertad condicional y a pagar 10.000 dólares de multa.

Según se determinó durante el juicio, la doctora especializada en cáncer de mama sostenía una relación de sexo casual desde hace poco más un año con Blumenschein, al tiempo que este llevaba una relación formal desde hace 10 años con su novia.

En este fallo de primera instancia, la fiscalía pedía un mínimo de 30 años de prisión, mientras que la defensa solicitó libertad condicional.

Por su parte, el abogado defensor aseguró en rueda de prensa que espera la decisión de su clienta en cuanto a si se apela o no la sentencia.

Los fiscales alegaron que González le preparó una taza de café el 27 de enero del 2013 a su colega en el apartamento de ella y luego le vertió etilenglicol, un químico tóxico de sabor dulce que se encuentra en productos anticongelantes y que puede ser mortal en cantidades altas. Según las autoridades, ambos médicos tienen acceso fácil a la sustancia en el centro donde trabajan.

Horas después, Blumenschein fue llevado de emergencia a un hospital por “dificultades para hablar, pérdida de equilibrio, falta de motricidad, complicaciones cardiopulmonares, depresión del sistema nervioso central e insuficiencia renal” y tuvo que someterse a diálisis por el grave daño que  sus riñones
sufrieron.


Los fiscales se refirieron a la relación entre González y Blumenschein como una “obsesión fatal”. Igualmente, el portal Cbsnews.com aseveró que los fiscales presentarán grabaciones telefónicas de la oncóloga que la comprometen con otras acciones presuntamente delictivas donde dice que ella se encarga de sus asuntos “a la manera colombiana”.

Sin embargo, los abogados defensores de González alegaron que a la tasa con la que se habría envenenado al médico no se le realizaron pruebas de ADN, además de que el jurado no tuvo en cuenta un documento que decía que Blumenschein pudo haber sufrido la intoxicación dos días antes de ir al hospital.

De hecho, la Asociación Americana de Toxicología describe tres estadios clínicos evolutivos en la intoxicación por etilenglicol: el primero es el neurológico, que se presenta entre 30 minutos y 12 horas después de ingerir la sustancia. El segundo, el cardiopulmonar, que ocurre entre 12 y 36 horas; mientras en el tercero, de 24 a 72 horas después de la intoxicación, aparecen las complicaciones renales.

“Yo solía comer de todo”, dijo el investigador de 50 años durante el juicio y agregó que de ahora en adelante debe llevar una dieta “vegetariana contra mi voluntad” por el daño que el tóxico ocasionó a sus riñones. “Estoy muy consciente del hecho de que mi esperanza de vida se ha reducido”, señaló.

Luego, su voz se quebró cuando contaba que planea pasar los próximos diez años ahorrando “en caso de que ya no esté aquí”.


Credenciales impecables

La especialista de 43 años se graduó de la Universidad del Cauca, en Popayán. Se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación profesional y completó su residencia de medicina interna en el centro médico Mount Sinai, en Miami (Florida, EE. UU.).

Luego, en el 2003, pasó a la Universidad de Texas MD Anderson Center de Houston, donde se especializó en cáncer de mama. Allí ocupa la jefatura de la sección de investigación clínica y desarrollo de medicamentos del MD Anderson, lugar donde conoció a George Blumenschein.

Ana María González labró su camino hasta convertirse en una de las oncólogas mas importantes de EE. UU. Tiene más de 120 publicaciones y trabaja en uno de los hospitales más importantes en el tratamiento e investigación del cáncer.

El pasado 26 de septiembre, los miembros del jurado determinaron, tras cuatro horas de deliberación, que la médica era culpable. Los miembros del jurado, según relata la prensa local, no tuvieron en cuenta las afirmaciones de los abogados defensores de Ana María González, que dijo que otra persona había envenenado al médico.

Al escuchar el veredicto, de pie, la especialista miró al suelo; estaba descompuesta, impactada por este golpe judicial.

La historia causó sensación en los diarios norteamericanos, en especial porque González se declaró “no culpable”.