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“Mi captura fue muy irregular”

Sigifredo López cumple ya casi un mes detenido. Desde su reclusión en el búnker de la Fiscalía revela nuevas evidencias de anomalías en su proceso. "Me siento como una pulga queriendo ser aplastada por un elefante", dice.

16 de junio de 2012

SEMANA: ¿Cómo está? ¿Cómo se siente?

Sigifredo López:
En este momento me siento perplejo porque el fiscal 38 de Cali que lleva el caso insiste en pedir que la Dijin haga un nuevo cotejo de voz. El FBI ya está haciendo ese peritazgo y estamos esperando el resultado.

SEMANA: Digamos que cualquiera podría decir: 'si se considera inocente, ¿por qué no hace los exámenes?'

S.L.:
Porque el Código de Procedimiento Penal establece que hasta que no llegue un primer peritazgo no puede hacerse otro. Nosotros le pedimos al fiscal general de la Nación que hiciera el cotejo con organismos extranjeros, él aceptó y escogió el FBI. Y nos sometimos al FBI. El fiscal 38 no puede ordenar que ahora se haga con españoles y mañana con argentinos o costarricenses.

SEMANA: ¿Quiere decir que el fiscal 38 incurrió en una ilegalidad? ¿Por qué cree que pidió esto?

S.L.:
Dijo que era necesario. Aun en contra de las normas y del fiscal general. Pero más grave que todo eso es que el primer peritazgo que hizo la Dijin tampoco está bien hecho.

SEMANA: ¿Por qué?

S.L.:
En el manual único de criminalística y la resolución 2739 de 2005 la Fiscalía adopta unos protocolos que son obligatorios para los peritos. Allí se establecen 11 pasos para un peritazgo y los señores de la Dijin solamente cumplieron tres de esos 11.

SEMANA: ¿Qué pasos se saltaron?

S.L.:
Muchos. Para comenzar, se tenía que revisar primero si la voz que está en duda reúne los requisitos para ser cotejada. Si no estaba viciada por ruidos. Y si se decide que la grabación es apta para el cotejo, el perito debe seleccionar una serie de frases y llamarme a diligencia para que repita exactamente las mismas frases. Nada de eso hizo la Dijin. La norma dice que se debe hacer un laboratorio con un área acondicionada para estas muestras y que se debe contar con la presencia del abogado defensor, con el procurador, el perito y el procesado. Este punto tampoco se cumplió. Pero lo peor es que cuando se tienen las muestras de habla, para hacer el cotejo, hay que meter las voces en un computador para que un software especializado las compare y encuentre si hay timbres o tonalidades distintas, porque hay voces que son parecidas al oído, como por ejemplo las de los imitadores de los presidentes en el programa La Luciérnaga. Ese es el análisis objetivo que practica el FBI y que no hizo la Dijin.

SEMANA: ¿Por qué sabe que no lo hizo la Dijin?

S.L.:
Ellos mismos en el dictamen dicen que no hicieron el análisis acústico por la deficiencia y la calidad de la muestra y que requieren más muestras para poder hacerlo.

SEMANA: Pero, ¿no se supone que la Dijin tiene los mejores laboratorios para ese tipo de evaluaciones?

S.L.:
No. Me he enterado de que los tiene el CTI. Mi defensa pidió un peritaje al laboratorio forense más prestigioso en América Latina, Adalid. La conclusión de ellos fue que lo que hizo la Dijin fue una comparación de dicciones, de entonaciones, pero no de voz. Debió utilizarse un método automático biométrico como el que utiliza el FBI para poder establecer si las voces realmente son semejantes o no y extrañamente no se utilizó un equipo que tiene la Fiscalía (el Batvox). Eso técnicamente es un dictamen muy mal hecho que no permitía ordenar una captura.

SEMANA: Usted ha insistido en que el fiscal general le ha dado todas las garantías. Con lo que dice, ¿cree que es justo que esté capturado?

S.L.:
El fiscal general fue inducido en error. Lo que él recibió fue un informe orientativo que no alcanza la calidad de dictamen pericial. Es tan deficiente que con eso no se puede llegar a una conclusión o, si se llega, las conclusiones son equivocadas como en este caso.

SEMANA: Varios penalistas han dicho que la antigua Ley 600, bajo la cual se sigue este proceso, no obliga a que capturen a la persona. ¿Usted cree que hubo algún otro motivo para su detención?

S.L.:
Yo no quiero ser temerario con nadie. Yo sigo pensando que la Dijin indujo al fiscal de la causa y al fiscal general en un error.

SEMANA: ¿A usted lo habían llamado antes para hacer pruebas o lo capturaron de una vez?

S.L.:
Lo que se ha dicho sobre eso es falso. Nunca me llamaron antes. Mi captura fue muy irregular. Durante los últimos tres años me han llamado de la fiscalía 38 de Cali por lo menos diez veces para reconocer secuestrados. Ahora me llamaron y cuando llegué me dijeron "usted queda capturado". Me trasladaron a Bogotá, dos días después rendí la indagatoria y me mostraron el video que después apareció en un canal de televisión. Eso es una violación a la reserva del sumario y a las garantías procesales. El lunes aparece la indagatoria publicada en El Espectador y a mi defensor solamente le entregan copias de esta y del video casi siete días después. Este proceso lo conocieron primero los medios que la defensa.

SEMANA: Después se conoció el testimonio de alias Santiago, que participó en el secuestro, que dice que esa voz es la del jefe guerrillero JJ y que los correos del computador de Raúl Reyes lo tratan como un secuestrado más. ¿No es suficiente para que el fiscal general diga 'este señor no debe seguir detenido'?

S.L:
Yo creo lo mismo, yo no debí haber sido capturado. Por eso le repito: si, por ejemplo, toman la voz de uno de los imitadores del programa La Luciérnaga y la comparan con la de una persona a la que imitan, la Dijin podría decir, con su análisis, que ambos son la misma persona.

SEMANA: ¿No cree que debieron tener alguna consideración con usted -detención domiciliaria o manilla electrónica- por mero asunto de humanidad pues, aunque no lo crean, usted pudo haber estado secuestrado?

S.L:
Yo no pido ninguna consideración conmigo. Lo único que pido es que la Justicia opere como lo debe hacer. Me da mucho dolor de patria. El aparato de Justicia no está hecho para arrollar y aplastar al ciudadano. Yo me siento como una pulga queriendo ser aplastada por un elefante.

SEMANA: Pero mucha gente en el Valle o en Cali tenía la idea de que usted era una persona cercana a las Farc...

S.L:
Yo ya tengo ese tema más o menos claro. Hasta cuando ocurrió la masacre de los diputados, fui un secuestrado más. Pero dos meses después aparece un señor en el programa La Noche, un guerrillero alias El Cabezón, diciendo que yo me había salvado porque tenía algo que ver con el secuestro y algo que ver con las Farc. A partir de ahí se arrojó sobre mi un manto de duda. En ese mismo programa hablaron de cosas tan inverosímiles como que durante el secuestro yo iba a visitar a mi mamá a Pradera. Cualquier persona medianamente enterada sabe que a nosotros nos tenían en una selva más espesa que el propio Amazonas. Para salir de allí se necesitaban tres días de camino. Era prácticamente imposible. Y si estuve en Pradera, ¿por qué nadie dio aviso a las autoridades?

SEMANA: ¿Es decir que a usted lo están culpando por estar vivo?

S.L:
Me están cobrando, primero, que me haya salvado de la masacre y, segundo, que haya nacido en Pradera. De ninguna de esas dos cosas tengo culpa. Lo más paradójico es que durante estos diez años de investigación nadie dijo nada, todos los capturados siempre me habían mencionado como un secuestrado más. Así lo explican hasta los correos de Raúl Reyes. Esos siete años estuve humillado, encadenado, con hambre y frío, sometido a bombardeos constantes del Ejército y a creer que podía morir cualquier día. Eso no cabe en la cabeza de nadie. ¿A cambio de qué?

SEMANA: Muchos no entienden por qué no está más indignado por estar detenido. ¿Está tratando de no conseguir más enemigos que lo dejen aquí más tiempo? o ¿por qué?

S.L:
Lo que ocurre es que yo no tengo suficientes elementos de juicio para decir que se trata de un montaje y no quiero ser temerario como lo han sido conmigo. Yo no tengo todas las piezas de un rompecabezas, pero de lo que sí estoy plenamente seguro es que esa no es mi voz, que no es mi nariz y que esas escenas del video jamás han pasado por mi vida.

SEMANA: ¿Qué es peor, la detención o el secuestro?

S.L:
A veces pienso que esto es peor. Allá era más duro desde el punto de vista físico. Pero acá tiene un componente moral muy duro que es la deshonra. Yo soy un hombre cristiano y el honor y el buen nombre valen mucho en mi vida. El daño moral que me causan es irreparable. Mi mamá es una mujer de 75 años que ha sufrido dos infartos y todos los días le pido a Dios que ella aguante este golpe y pueda esperarme. Además del dolor que ha causado en mis hijos, que son vistos como los hijos del peor asesino de la historia de Colombia. Estos días pasó un carro y desde allí les gritaron "asesinos".

SEMANA: Si sale libre, ¿pensaría en demandar?

S.L
: No he pensado en eso. Pero considero que estamos delante del error judicial más grande de la última década.

SEMANA: ¿En qué se la pasa pensando aquí?

S.L:
¿Por qué aparecen testigos falsos de la noche a la mañana? ¿Por qué el fiscal corre a practicar las pruebas desfavorables y no las pruebas que le hemos pedido y que son favorables? Esto es absurdo.Yo me siento como Josef K, el personaje de El Proceso de Kafka. El tipo se sienta en el edificio de la Justicia a esperar que le abran las puertas de la Ley, le pasan los años, se muere y nunca le aplicaron justicia. Yo ya llevo 29 días.