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Miles se manifiestan contra Putin en Moscú

Los ciudadanos exigieron el fin del gobierno del primer ministro Vladimir Putin, quien busca su reelección en marzo.

4 de febrero de 2012

Miles de personas desfilaron el sábado en las calles en Moscú para participar en una protesta y exigir el fin del gobierno del primer ministro Vladimir Putin, empeñado en recuperar la presidencia en las elecciones de marzo.
 
La marcha por el centro de Moscú — que atrajo a 120.000 personas, según los organizadores — fue la tercera gran movilización contra Putin desde que ganó las elecciones parlamentarias el 4 de diciembre ayudado por un presunto fraude generalizado.
 
El frío, con temperaturas de 20 grados centígrados bajo cero, no melló el entusiasmo de los manifestantes, quienes con lazos blancos, símbolo del movimiento de protesta, y al grito de "Rusia sin Putin" recorrieron un kilómetro hasta una plaza al otro lado del río que pasa frente al Kremlin, donde tuvo lugar la concentración. Miles de policías vigilaron la protesta pacífica, pero sin intervenir.
 
"Somos ahora tantos que no nos pueden detener a todos", dijo el manifestante Alexander Zelensky, de 56 años.
 
El y su esposa, Alyona Karimova, dijeron que habían comenzado los preparativos para emigrar a Canadá el año pasado, aunque luego cambiaron de opinión y decidieron quedarse con la esperanza de que Rusia cambie eventualmente y avance hacia la democracia.
 
"Esto va a ser un proceso gradual, pero creemos que a la postre desembocará en la democracia y elecciones libres", dijo Karimova, vestida con un largo abrigo de visón y con un cartel colgado del cuello que conminaba a Putin a que volviera a su ciudad natal de San Petersburgo.
 
Otra manifestación en contra de Putin atrajo el sábado en San Petersburgo a unas 5.000 personas, y concentraciones más modestas tuvieron lugar en varias decenas de ciudades en toda Rusia.
 
Las dos manifestaciones de diciembre fueron la mayor exhibición de descontento público desde las protestas de hace 20 años que contribuyeron a la caída de la Unión Soviética.
 
Un detonante de las manifestaciones es la evidencia del fraude a favor del partido de Putin en las elecciones parlamentarias de diciembre.
 
Putin ha ignorado las demandas de que se repitan las elecciones, aunque ha intentado atemperar con vagas promesas.