Minas: cómo enfrentar a un 'fantasma asesino'

La muerte de dos soldados el pasado 4 de febrero a causa de minas antipersona ubicadas en Puerto Frazadas, Valle del Cauca, revive el drama que se sigue viviendo en el campo por cuenta de estos artefactos que han destrozado las vidas de soldados y campesinos. "Es un fantasma asesino", afirma Daniel Ávila, director del Programa Presidencial para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (PAICMA)

El tema no es ajeno para otros países en conflicto, sin embargo, Colombia sigue siendo uno de los Estados más vulnerables al respecto. Según informes del PAICMA, en los próximos meses se iniciará formalmente el proyecto con las cuatro organizaciones no gubernamentales que han pedido al Estado llevar a cabo labores de desminado con civiles. Según datos suministrados por esa entidad, entre 1990 y enero de este año hubo un total de 10.201 víctimas de estos artefactos, de los cuales 2.119 fueron víctimas fatales y 8.082 fueron heridos.

Este programa de la Presidencia de la República lleva cinco años haciendo esfuerzos para desactivar minas antipersona. Ya se declararon a San Carlos (Antioquia) y a El Dorado (Meta) libres de sospechas de contaminación con minas antipersona. También, desde el año 2006 el número de víctimas ha estado en constante descenso.

Son nueve los pelotones que se ha encargado de la labor de desminado humanitario desde cuando se inició el programa. Sin embargo, el recurso humano y la información que poseían la dependencia de la Presidencia y el batallón no eran suficientes para continuar con el trabajo.

Por ello, el programa considera crucial el trabajo conjunto con las comunidades y administraciones municipales en las cuales este fenómeno se ha manifestado. El programa incorporó recientemente a la población civil en sus labores: son los mismos campesinos quienes indican dónde puede haber campos minados y quienes participan en la remoción de los artefactos, habiendo sido previamente capacitados para ello.

Uno de los participantes, de 23 años, afirmó que “lo hacemos por nosotros y nuestras familias. Nosotros, los campesinos, vamos a sentirnos más seguros. Puedo poner mi granito de arena para contribuir al retiro de todas las minas de Colombia”.

La ONG británica Halo Trust, que ha realizado estas labores en otros 15 países con problemas similares durante los últimos 25 años, ha sido la encargada de entrenar a los civiles. La ONG ya está en la fase final de su proceso de acreditación, en la cual debe acogerse a los estándares nacionales en labor de desminado, es decir, cumplir con entender y aplicar en el programa las especificidades y necesidades del caso colombiano.

Por ejemplo, esa tarea sólo puede ser realizada en zonas sin importancia estratégica para el conflicto, donde la seguridad de los participantes no se vea amenazada por los grupos insurgentes que instalaron las minas.

El PAICMA afirma que la instalación de estos artefactos en la tierra es una infracción al Derecho Internacional Humanitario, ya que este establece que las minas antipersona son armas prohibidas e insta a que esta problemática se incluya en los temas a tratar en la mesa de negociaciones en La Habana, buscando que las FARC indiquen dónde se han puesto campos minados. La entidad ha podido establecer que Antioquia, Meta, Caquetá, Cauca, Nariño, Tolima, Arauca, Norte de Santander y Bolívar han sido los departamentos donde más víctimas ha cobrado esta práctica. Halo Trust continuará con sus labores en los próximos meses en algunos municipios de estas zonas.

Otros componentes de este programa son la labor educativa y la asistencia a las víctimas, Así mismo, busca generar sensibilización en el resto de la población colombiana que no se ve afectada directamente por esta práctica. Por ello, el próximo 4 de abril se realizará nuevamente la campaña 'Remángate' y el 7 de abril se llevará a cabo la carrera 'Presta tu pierna 11k'.