Home

Nación

Artículo

Carlos Marín Guarín, alias 'Pablito' | Foto: Captura / Cartago TV

NACIÓN

¿Quién está detrás del secuestro de dos soldados en Boyacá?

'Pablito' es el temido jefe del ELN que habría perpetrado la emboscada en la que murieron 12 uniformados. Además, sería responsable del secuestro de dos soldados tras el ataque de esa guerrilla.

27 de octubre de 2015

El secuestro como arma de guerra parecía una noticia del pasado. Desde cuando el Gobierno se embarcó en la difícil tarea de encontrarle una solución negociada al conflicto, habían disminuido sustancialmente los casos que revivían ese flagelo.

Luego de que el ministro Defensa, Luis Carlos Villegas, y los mandos del Ejército y de la Policía confirmaron que dos soldados permanecen en manos de la guerrilla del ELN, se revivió uno de los capítulos más oscuros del conflicto en la historia reciente.

"Dos militares están secuestrados por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Por lo tanto, son responsabilidad del ELN la vida y la integridad de esos soldados y su regreso a las Fuerzas Militares y a sus familias", informó el jefe de la cartera.

El drama aumenta para las familias de los agentes, que en un principio que se habían reportado como desaparecidos, tras la emboscada de la guerrilla del ELN en zona rural de Boyacá. Allí 11 militares y un policía fallecieron mientras acompañaban a una comisión que transportaba 130 votos de los habitantes de la comunidad indígena U'wa a Tunja.

Según informó el comando del Ejército, tropas en la zona adelantan operaciones militares para ubicar a los soldados Antonio Rodríguez Clayder y Andrés Felipe Pérez Giraldo.

Marlen Rodríguez, madre de Antonio Rodríguez Clayder, le dijo a Semana.com que el Ejército no se ha comunicado con ella y que no tiene información sobre su hijo. El último contacto que tuvo con él antes del secuestro fue hace diez días cuando Antonio la llamó a decirle que se encontraba bien. "Ese día la comunicación fue difícil debido a la mala señal telefónica de la zona", dijo.

Antonio Rodríguez había estado en Güicán (Boyacá) los últimos cinco años, es decir, toda su carrera como soldado profesional. Según relató su madre, siempre les había dicho que era un lugar tranquilo, aunque había guerrillas.

El hombre detrás del ataque en Boyacá
 
Con el historial que tiene, 'Pablito' es un alias demasiado cariñoso para Carlos Marín Guarín (o Gustavo Aníbal Giraldo), el temido jefe del ELN que tuvo a Arauca bajo su yugo, el mismo que se fugó a sangre y fuego de la cárcel en septiembre del 2009 en circunstancias extremadamente sospechosas.
 
Como es obvio, que un personaje de sus antecedentes ande suelto encendió todas las alarmas de los organismos de seguridad del Estado. Por insólito que pareciera, ese peligroso guerrillero fue conducido por el Inpec de la cárcel de máxima seguridad de Cómbita hasta Arauca para una audiencia de imputación de cargos.
 
'Pablito' es un guerrillero muy astuto que tiene en su cabeza un proyecto realmente terrorista, y mucho poder en el agónico ELN. Prácticamente nació guerrillero. Sus padres, antioqueños, fueron colonos y desde la década de los 70 se vincularon al movimiento campesino de Arauca. 'Pablito' era un niño cuando entró a esta guerrilla, prácticamente sin haber terminado primaria.
 
Nunca le tembló la mano para asesinar, y fuentes de inteligencia aseguran que fue él quien disparó contra monseñor Jesús Emilio Jaramillo en 1989. También dirigió el ataque en 1995 a una base en Carabobo, Venezuela, cuando los guerrilleros se apoderaron de un poderoso armamento, incluidos cinco lanzacohetes.

Mucho antes de que los paramilitares empezaran a saquear las finanzas públicas a través de políticos, 'Pablito' ya lo había hecho en Arauca. Ponía alcaldes y gobernadores, era el patrón de muchos contratistas y con él se definían los presupuestos de las obras.
 
Como si fuera poco, bajo su mando el ELN, a pesar de estar diezmado a los ojos de muchos observadores, venció a las FARC en Arauca cuando ambos grupos se trenzaron en una guerra a muerte.

En el momento de su captura en el 2008, las autoridades sabían que 'Pablito' estaba marcando una ruta muy radical para su grupo guerrillero. Se oponía a dialogar con el Gobierno, propugnaba por meterse de lleno con el narcotráfico y estaba preparando un ataque contra el presidente Álvaro Uribe en Bogotá.
 
Y 'Pablito' no era un guerrillero cualquiera. Tenía el mando sobre tres frentes muy importantes (occidental, central y oriental) y como estaba metido de lleno en el narcotráfico, tenía suficiente dinero para atraer bajo su comando a muchos frentes de esa organización. 'Pablito' estaba convencido de que sin el dinero de la droga el ELN estaba muerto.
 
Ahora 'Pablito' vuelve a la escena como el hombre que sigue dando lidia a las Fuerzas Militares al asesinar y secuestrar a sus miembros, mientras su comandante, quizá escondido en Venezuela, da los pasos para un eventual proceso de paz con el Gobierno.