Home

Nación

Artículo

Rubén Darío Lizarralde fue gerente general de Indupalma. | Foto: Guillermo Torres

INDUPALMA

MinAgricultura no se avergüenza de su pasado

Rubén Lizarralde le responde a Robledo, quien lo consideró inhabilitado para su cargo.

22 de octubre de 2013

La tercera fue la vencida. El ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, asistió a la tercera citación que el senador Jorge Enrique Robledo le formuló para que respondiera por presuntas irregularidades del funcionario cuando se desempeñaba en el sector privado. 
 
Lizarralde, quien durante 19 años fue gerente de Indupalma, fue señalado por Robledo de haber incurrido en apropiación indebida de baldíos y hasta de tener dineros en Panamá para evadir impuestos, ya que este país era declarado con anterioridad como un paraíso fiscal.
 
Robledo había citado al ministro en tres oportunidades y el funcionario se había rehusado a comparecer en las dos primeras citaciones, argumentando que los temas para los que fue llamado a responder correspondían a la órbita de una empresa privada y no a sus funciones específicas como ministro del agro. 
 
Lizarralde le dijo a Robledo que se siente orgulloso de su pasado. “No me avergüenzo en lo mínimo” y aseguró que su pasado “es un libro abierto”. 
 
En el debate Robledo acusó a Lizarralde de haber dirigido una operación de apropiación indebida de baldíos desde la gerencia de Indupalma. Reveló que esta empresa adquirió en Sabana de Torres (Cesar) un predio a un campesino que le habían adjudicado como baldío y a la vez Indupalma compró otro predio en el departamento de Vichada cuando la ley prohíbe que una empresa adquiera más de un predio que tenga origen en baldío asignado a los campesinos. 
 
También denunció que Indupalma, cuando Lizarralde era su gerente, tiene ocupados ilegalmente predios en San Alberto (Cesar) correspondientes a 2.300 hectáreas a través de la figura de usurpación y que se configuró con presiones indebidas a los campesinos, que, según la Defensoría del Pueblo, fueron obligados a “asociarse” con Indupalma. Esta empresa, según Robledo, se había hecho a títulos de falsa tradición mediante la compra de mejoras de tierras, lo cual está prohibido por la ley.  
 
Al respecto, Lizarralde le aclaró a Robledo que los terrenos a los que hace referencia no están vinculados al proyecto de Indupalma, por lo que aseguró que “no puedo opinar al respecto”. Una respuesta que dejó inconforme al senador del Polo, quien aseguró que el ministro debe declarase impedido para impulsar la ley de baldíos que el Gobierno pretende tramitar en el Congreso. 
 
Robledo también le indagó a Lizarralde por qué la empresa Indupalma, que es colombiana, aparece “residenciada” en Panamá, país que hasta hace poco era considerado un paraíso fiscal. “Señor Lizarralde, ¿para qué instaló Indupalma en Panamá? ¿Para evadir impuestos? ¿Puede ser ministro de Estado alguien que localiza la empresa que gerenciaba en el exterior con el propósito de evadir impuestos?”
El ministro le dijo a Robledo que no tiene inversiones en el exterior y que la única cuenta que posee en el extranjero corresponde a cuando trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo, donde depositó 2.000 dólares. “De resto, no tengo nada más”. 
 
Los congresistas de la Unidad Nacional, liderados por el conservador Luis Emilio Sierra, defendieron el nombramiento de Lizarralde como ministro de Agricultura. “Fue nombrado porque es el que más sabe”, aseguró el senador caldense, quien descalificó la citación al debate por parte de la oposición. 
 
El ministro dijo sentirse con la conciencia tranquila de las actuaciones de su pasado y que si tuviera algo que esconder, como lo insinúa Robledo, no le habría aceptado el cargo al presidente Juan Manuel Santos. Robledo, en una de las frustradas sesiones del debate, había advertido que no podía ser ministro quien se avergonzara de su pasado. Lizarralde le respondió que se siente orgulloso de todas las actuaciones en el sector privado.