Home

Nación

Artículo

MISTERIOSO ASESINATO EN LA HACIENDA

La muerte a tiros de Efraín Hernández confirma que los nuevos carteles están enfrascados en una lucha por el poder.

9 de diciembre de 1996

El jueves de la semana pasada a las 4:40 minutos de la tarde Germán Wessler, un comerciante caleño descendiente de rumanos, de aproximadamente 42 años, salió del ascensor del cuarto piso del centro comercial Hacienda Santa Bárbara, al norte de Bogotá, caminó cerca de 10 pasos y herido en su hombro izquierdo le dijo a la mujer que prestaba vigilancia en el piso, "Por favor, ayúdeme que me acaban de hacer un atentado".
La mujer, bastante impresionada, lo tomó del brazo y juntos regresaron a la oficina F-402, donde encontraron los cuerpos sin vida de Efraín Hernández Ramírez y Alfredo Addad Salván. El primero de ellos tenía tres tiros en el pecho y el segundo uno en el corazón. De acuerdo con las autoridades, los hombres fueron asesinadas con una pistola automática calibre 45 con silenciador.Una vez en la oficina, a la que sólo se puede ingresar con un carné personal, Wessler se dirigió al baño, se lavó las manos, porque las tenía ensangrentadas, y se secó con una toalla. Luego tomó un maletín de cuero que estaba sobre el escritorio y metió en él todos los papeles que estaban regados tanto en el piso como en el escritorio. Con mucha tranquilidad cogió el teléfono y llamó a su médico personal en la Clínica Fundación Santa Fe, que queda justo frente al centro comercial. "Estoy herido. Espérame que ya salgo para allá", fue lo único que le dijo poco antes de salir de la oficina con el maletín entre sus manos. Wessler bajó hasta el sótano, prendió su automóvil y se dirigió de inmediato al centro asistencial, al que llegó pocos minutos después.
Allí lo esperaba su médico de confianza, quien de inmediato lo subió a una camilla y lo llevó hasta la sala de urgencias. A los 15 minutos llegó su esposa a la clínica. A ella fue la única persona a la que le entregó el maletín. Cuando la Fiscalía le preguntó a la mujer por el destino final del maletín ella respondió que, por encontrarse en estado de shock desde que supo del atentado a su esposo, "no recuerdo a quién se lo di".
Al ser interrogado por las autoridades acerca de los posibles móviles del atentado así como de las circunstancias en las que se presentó, Wessler dijo que en momentos en que estaba reunido con Hernández y Addad vio una sombra, una especie de bulto que se movía entre las cortinas y que de un momento a otro empezó a disparar de forma indiscriminada y que él se salvó porque se hizo el muerto.
Amor y desgracia
La insistencia de las autoridades por conocer la suerte que tuvo el misterioso maletín se debe a que en él podrían hallarse las claves para descifrar el asesinato de Efraín Hernández, conocido como 'Don Efra', uno de los hombres a los que las autoridades ubican dentro del que podría considerarse el 'segundo piso' en el mundo del narcotráfico en Colombia. Estas personas son aquellas que están justo debajo de los grandes capos y cuya fortuna está entre los 100 y los 1.000 millones de dólares. Hernández, quien venía siendo requerido por la Fiscalía General por el presunto delito de narcotráfico, habría sido uno de los primeros en usar plata de la droga para montar un emporio industrial. Debido a su bajo perfil 'Don Efra' era un hombre relativamente desconocido, hasta que en septiembre pasado su nombre pasó a ocupar las primeras páginas de los diarios gracias a que su ex esposa, la top model colombiana Sandra Murcia, había sido detenida en París con 5,5 kilos de cocaína.El matrimonio de 'Don Efra' con Sandra Murcia acabó con la tranquilidad que venía disfrutando este ex policía de 50 años, nacido en la isla de Providencia, en la Costa norte del país. Al desposar a la modelo no sólo despertó la envidia de sus amigos sino que agudizó el olfato de las autoridades, las cuales empezaron a husmear en sus cuentas bancarias y en sus múltiples propiedades. Así fue como descubrieron su inmensa fortuna, establecida mediante una compleja red de testaferros.Una de las personas de confianza que más disfrutó de esas garantías otorgadas por 'Don Efra' fue la propia Sandra Murcia. Las autoridades encontraron, por ejemplo, que una cuenta corriente en un banco de la Avenida Pepe Sierra de Bogotá, cuya titular era la bella modelo, movió en diciembre de 1994 la suma de 1.000 millones de pesos. Todo ese dinero, obviamente, pertenecía a Efraín Hernández. Lo mismo sucedía con más de 50 predios ubicados en esa exclusiva avenida del norte de la capital. "Era un enfermo por comprar lotes y locales", dijo a SEMANA una persona con quien llegó a negociar."En el mundo hay dos clases de personas: las que venden y las que compran. Yo soy de las que compran", decía 'Don Efra' a sus amigos.De acuerdo con documentos encontrados en varios allanamientos, 'Don Efra' era dueño de empresas como Doraves Ltda., Malcon Ltda., Inversiones Santa Ana Ltda., Inmobiliaria Santa Teresita, Construcciones Miramar Ltda., Vehículos y Repuestos Santa Bárbara, Inversión para el Desarrollo, Pollos Gus, Hotel Maryland, Comercializadora Lumelco y una cadena de panaderías en Cali y Bogotá, entre otros.

Generoso y despiadado
Pero 'Don Efra', así como era generoso a la hora de regalar, también era despiadado a la hora de cobrar. A Sandra Murcia le tocó vivir las dos situaciones. Ella lo conoció el día en que le vendió un anillo de diamantes en 150.000 dólares. El lo compró con el único propósito de regalárselo a la modelo. Mientras fueron esposos no hubo antojos materiales de Sandra que el supuesto capo no estuviera en capacidad de satisfacer. Llegó a regalarle tres carros para su uso personal: un Mercedes Benz, avaluado en 70 millones de pesos; un BMW 325 cabriolet, de 60 millones, y una camioneta Mazda.Al separarse ella vendió los tres automóviles en 50 millones de pesos, que le fueron pagados en efectivo. Cuando se enteró de lo que acababa de hacer su ex esposa, 'Don Efra' fue hasta donde el nuevo propietario de los vehículos y le dijo: "Yo soy la persona que le regaló esos carros a Sandra Murcia. Aquí tiene los 50 millones de pesos que usted pagó por ellos. Me hace el favor y me los devuelve porque son míos". "¿Y qué pasa si yo no se los quiero devolver?" le contestó el hombre. "Pues que me ahorra el trabajo de tener que pagárselos y lo mando a matar" fue la respuesta que obtuvo. En menos de media hora los tres carros volvieron a manos de 'Don Efra'.Otro episodio que dio mucho de qué hablar en Cali fue la celebración de los 15 años de su hija en el Hotel Intercontinental hace cerca de tres años. A ella asistieron invitados de todo el país y fue amenizada por orquestas nacionales e internacionales, entre ellas Carlos Vives y su grupo La Provincia. Una fiesta similar organizó en un tradicional hotel de Bogotá cuando se casó con la ex reina del Guainía Marcela Serrano después de separarse de Sandra Murcia. Con ella viajó al exterior cuando su situación jurídica en el país empezaba a complicarse.
El temor de ser capturado por un organismo internacional lo obligó a regresar a Bogotá a mediados de este año. Investigadores consultados por SEMANA dijeron que la otra razón que tuvo 'Don Efra' para regresar fue la de ponerse al frente de todos sus negocios porque, al parecer, muchos de sus testaferros estaban abusando de su confianza. La última referencia que los colombianos tuvieron de 'Don Efra' fue el pasado 3 de octubre cuando el ex procurador Orlando Vásquez Velásquez, poco antes de rendir indagatoria ante la Fiscalía Delegada ante la Corte Suprema, declaró a los periodistas que la campaña al Senado del ahora fiscal, Alfonso Valdivieso, recibió un cheque de 2.700.000 pesos provenientes de una empresa del presunto narcotraficante.
¿Quién lo mató?
Uno de los primeros sospechosos de la muerte de 'Don Efra' fue Germán Wessler. Aunque inicialmente la prueba del guantelete, practicada para saber si había rastros de pólvora en sus manos, pareció comprometerlo, ella no fue definitiva. Por esa razón los investigadores ordenaron que Medicina Legal practicara la prueba de absorción atómica, un procedimiento científico que no dejará dudas sobre su presunta responsabilidad. A favor de Wessler está el hecho de que la herida que tiene en su hombro reviste cierto cuidado, ya que pudo llegar a comprometer el corazón, con lo cual se podría descartar la posibilidad de que él mismo se hubiera disparado para confundir a las autoridades.Los organismos de seguridad creen que la muerte de 'Don Efra' está relacionada con los ajustes de cuentas que se están dando entre grupos de narcotraficantes luego de la muerte de Pablo Escobar y del encarcelamiento de la cúpula del cartel de Cali. Esos enfrentamientos serían producto del reacomodo de los nuevos jefes y de la inestabilidad del negocio.Aunque los investigadores no descartan que detrás del atentado esté el llamado 'Hombre del Overol', Orlando Sánchez, o algunos jefes del cartel del norte del Valle, al final de la semana cobraba mucha fuerza la teoría según la cual un hombre de Medellín, joven, perteneciente al grupo de personas que recogió los restos que había dejado el cartel de Medellín, habría sido uno de los que participó en el asesinato. Al cierre de esta edición las autoridades trataban de averiguar si era el mismo hombre que horas después fue muerto en Bogotá por gente de confianza de 'Don Efra'. Ese hecho ha generado una enorme inquietud en Medellín. Lo cierto es que son tantas las hipótesis que existen en torno al asesinato que no es difícil predecir que el misterio que rodeó a 'Don Efra' en vida pueda ser el mismo que lo acompañe después de su muerte.