Home

Nación

Artículo

En 2007, la Federación, en cabeza de Luis Bedoya, no pudo contratar a Marcelo Bielsa. Cuatro años después la historia se repite con Gerardo ‘Tata’ Martino.

FÚTBOL

Muchos nubarrones

No se sabe todavía quién reemplazará al 'Bolillo' Gómez. Esa incertidumbre juega contra la ilusión de regresar a un Mundial.

27 de agosto de 2011

Amenos de 45 días para comenzar las eliminatorias de Brasil 2014, la Selección Colombia no tiene técnico. Tras confirmarse la salida de Hernán Darío 'Bolillo' Gómez luego del mensaje que el presidente Juan Manuel Santos, en un hecho sin precedentes, le hizo llegar al comité ejecutivo de la Federación, el principal opcionado a ocupar el cargo era el argentino Gerardo 'Tata' Martino, quien venía de clasificar a Paraguay al Mundial de Sudáfrica 2010.

Como pocas veces se ha visto, su nombre generó un consenso inmediato, comenzando por el presidente, que sugirió traer a un adiestrador foráneo. Hasta el jueves, el exitoso Martino era el elegido, tanto que programó una reunión con Luis Bedoya en Lima para negociar su contrato. De ahí la sorpresa que generó esa misma tarde el comunicado que descartaba su nombre con el argumento de que el argentino no quería comprometerse a firmar con tan poco tiempo, pues ello le impediría armar un conjunto homogéneo.

Pero esta versión no convenció. Al parecer, lo que obstaculizó su llegada fueron las diferencias económicas, pues, de lo contrario, Martino ni siquiera hubiera viajado miles de kilómetros desde su país, donde descansaba en su casa de recreo de Rosario. Parece que el problema surgió porque el dinero que ganarían él y su cuerpo de colaboradores no estaría libre de impuestos. El estratega buscaba que les quedara libre el salario pactado y que, con el incremento en la propuesta, se cubrieran los tributos.

En cualquier caso, el manejo que se le ha dado a la situación no permite el optimismo. Se repite la historia de 2007, cuando el mismo Bedoya no pudo concretar la llegada del argentino Marcelo Bielsa y terminó por darle la responsabilidad al santandereano Jorge Luis Pinto. Paulo César Cortés, director de Deportes de Noticias Uno, es pesimista: "El comité ejecutivo está roto, es una locura, no hay unidad de criterios ni estrategia. Lo demostró Álvaro González Alzate con sus desafortunadas palabras contra Piedad Córdoba y en su apoyo irrestricto a 'Bolillo' Gómez, cuando los demás dirigentes habían dicho que no respaldarían al antioqueño. Ni hablar de haber nombrado como sede a Barranquilla. Eso debe ser una decisión del técnico, no de los directivos".

Eso también ha entrado en el debate. Por la inminencia del fin del plazo fijado por la Fifa para escoger el lugar en el que se jugarán los dos primeros partidos de local de la eliminatoria, los dirigentes optaron por Barranquilla. El nuevo técnico tendrá que aceptar jugar en esta plaza, en donde el calor puede ser un aliado o un enemigo. También deberá arreglárselas para ganarse el aprecio de una afición que esperará ver a sus paisanos entre los once titulares que enfrenten primero a Venezuela y luego a Argentina. Solo desde el año entrante se podría cambiar de ciudad y ya, de plano, Bogotá y Manizales parecen estar descartadas: existe un 'pacto de caballeros' entre los países que impide que una selección juegue sus partidos de local en plazas con considerable diferencia de altura sobre el nivel del mar.

Un buen termómetro de la crisis es la fecha Fifa de amistosos programada para los próximos 3 y 6 de septiembre. Mientras que todas las selecciones de Suramérica definieron su rival con suficiente antelación, Colombia solo lo hizo, de afán, a finales de la semana pasada, cuando no tuvo más alternativa que jugar con Honduras y Jamaica, con Leonel Álvarez como técnico encargado.

Lo cierto es que mientras más se demore la decisión, menos tiempo tendría un técnico extranjero para saber con qué cuenta. Aquí surgen voces como la de Fernando 'Pecoso' Castro, director técnico del Quindío. A él le preocupa "que el técnico que llegue sepa mentalizar al grupo en el objetivo de buscar la clasificación, y para eso es primordial que sea colombiano y conozca el medio". Javier Álvarez, exentrenador de Colombia y quien dejó su cargo a pocos días del comienzo de las eliminatorias al Mundial de Japón y Corea 2002, apunta a confiar en los once que saltan a la cancha. "Es un momento complejo para la Selección, que venía con un proyecto. Tener que armar otro con tan poco tiempo de trabajo es complicado. Les toca responder a los jugadores".

Por lo pronto, los más opcionados son el uruguayo Aníbal 'Maño' Ruiz, Juan Carlos Osorio, Alexis García, Julio Comesaña, de larga trayectoria en Colombia, y el propio Leonel Álvarez. Salvo Ruiz, ninguno de ellos tiene mayor experiencia en eliminatorias, pero sí cumplen con el que parece ser el gran requisito: conocer el medio colombiano. Queda en el aire la pregunta de por qué siempre se llega a esta instancia en la que no queda más alternativa que confiar en alguien de la casa, lo que impide que llegue un técnico de recorrido internacional, con ideas frescas, que vuelva a poner a Colombia en la élite del fútbol suramericano.