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Muere víctima del carro-bomba que detonó en Popayán

Se ofrecerán hasta 300 millones de pesos para dar con los responsables del crímen.

19 de junio de 2011

Como Jairo Muñoz fue identificada la primera víctima mortal del carro-bomba que estalló en Popayán la noche del sábado. El fallecido se encontraba internado en el hospital San José de la capital caucana y su estado era crítico por la gravedad de sus heridas. Su vivienda es vecina del sitio donde ocurrieron los hechos.
 
En el sector del parque de Las Garzas, en la vía que conduce de la capital de Cauca hacia El Tambo, hacias las 11:43 p.m. del sábado tuvo lugar el estallido de un automotor cargado con explosivos, hecho que hasta dejó 17 personas heridas –entre ellas dos uniformados y dos menores de edad- según reporte de las autoridades. Con pronóstico reservado se mantiene Duver Mosquera y su estado es grave.
 
Entretanto, el comandante General de las Fuerzas Militares Édgar Cely anunció que se pagará una recompensa de hasta 300 millones de pesos por datros que conduzcan a la captura de l cabecilla del ELN alias 'El Tío', a quien las autoridades identifican como Ovidio Antonio Parra Cortes y a quien se responsabiliza del atentado.
 
El general Orlando Pineda, comandante de la regional 4 de la Policía, dijo que la identidad del conductor detenido se mantenía en reserva hasta tanto fuera presentado a la justicia y que se le podría imputar delitos como terrorismo y lesiones personales.

El oficial aseguró que el detenido dijo ser un miliciano del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha tenido presencia en esa área entre la ciudad de Popayán y la cercana localidad de El Tambo. Explicó que los agentes detuvieron el auto porque avanzaba a baja velocidad, luciendo muy pesado o con mucha carga y el conductor estaba nervioso.

Al abrir el maletero los agentes encontraron sacos de urea, usado como fertilizante en labores agrícolas, pero debajo de ellos estaban los explosivos, que podría ser pentonita, conectados con cables, informó el oficial, al asegurar que aún realizan pruebas para calcular cantidad y tipo exacto de explosivo.

Dijo que el auto, un modelo Mazda de color oscuro y probablemente robado, tenía como destino final el centro de la ciudad de Popayán, que los sábados por la noche está lleno de personas que salen de paseo.

Entre las hipótesis sobre las causas del atentado, dijo Pineda, está una posible retaliación por intensas labores de las autoridades para erradicar manualmente en la zona campos de coca, materia prima de la cocaína, y sobre cuya siembra y procesamiento las guerrillas cobran un porcentaje que ayuda a financiar sus actividades.
 
La detonación, que ocurrió en un puesto de control policial,  retumbó a lo largo de la capital de Cauca y dejó sin fluido eléctrico a por lo menos 15 barrios -que en la mañana del domingo fue restablecido-, ocasionando escenas de pánico y consternación en la población.
 
En el momento de los hechos, la policía realizaba un control rutinario de seguridad de los automotores que entraban a la ciudad, detuvo a uno de ellos e hizo bajar al conductor, indicó en diálogo telefónico Alvaro Grijalba Gómez, secretario de gobierno de Popayán.

Los agentes revisaron el automóvil, encontraron una cantidad aún no determinada de explosivos en el maletero y dieron aviso a transeúntes y otros conductores para que evacuaran la zona, agregó. A los pocos minutos la carga explosiva fue detonada a distancia, probablemente usando un dispositivo como un celular, aseguró el funcionario.
Grijalba dijo que de inmediato se desconoce a los autores del atentado. La identidad del conductor del automotor, que fue detenido en el lugar de los hechos no fue proporcionada.

En la zona del departamento de Cauca, así como en los departamentos vecinos de Valle de Cauca y Nariño —todos en la costa del Pacífico colombiano, en el suroeste del país y paso clave para la salida de drogas-, es donde se han registrado en los últimos meses mayores ataques de grupos armados ilegales, desde hostigamientos a puestos de la policía y patrullas del ejército hasta matanzas entre narcotraficantes rivales.
 
Un censo preliminar de Acción Social de Presidencia de la República señala que aparte de los ocho heridos, el estallido dejó daños en 35 viviendas y 16 vehículos. Se establecieron ayudas de dos salarios mínimos para quienes hayan resultado afectados.

Con AP