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| Foto: Guillermo Torres

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Mujeres: “somos imprescindibles para la paz“

Organizaciones de mujeres solicitan mayor representación en los diálogos de paz.

23 de octubre de 2013

“Cuando Don Berna se llevó a mi hermano, mi mamá organizó un grupo de unas 200 mujeres con las cuales recorrió entre 30 y 40 kilómetros con el fin de llegar a la base de Don Berna. Cuando llegaron, le dijeron que les devolviera a sus hijos. Don Berna le preguntó quién era. Ella le respondió que era una mujer desplazada y que le exigía que le devolviera a su hijo en medio de gritos. Don Berna al parecer su asustó y les pidió a sus subalternos que soltaran a esos muchachos”. Esa historia la narra Esther López, representante de “Valle Encantado”, organización de mujeres en Córdoba.


Esther fue una de las participantes de la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, que empezó hoy en Bogotá y que culminará este viernes. Durante el encuentro, se repasarán las propuestas de las organizaciones de mujeres que asistieron a las Mesas Regionales de Trabajo y que se llevarán a La Mesa de Negociaciones en La Habana entre el Gobierno y las FARC para la discusión del punto 6 de la agenda, instrumentación, verificación y refrendación de lo acordado, en cuyos mecanismos se prevee la participación de la sociedad.

Desde cuando se dio a conocer la existencia de conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, las mujeres, quienes han sido de las principales víctimas del conflicto armado colombiano, alzaron la voz y reclamaron por su falta de representación en La Mesa de La Habana. Ahora, 400 mujeres se reúen en esta cumbre, que fue convocada por nueve organizaciones de mujeres y por ONU Mujeres.

Esther Marina Gallego, en representación de esas organizaciones, afirmó que las mujeres no dejarán de expresar su inconformismo y su desacuerdo por no encontrarse representadas en La Mesa. Sostiene que ellas son esenciales para construir la paz. “Tejemos lo que las guerras han destruido”, dice. Sus experiencias son para varios expertos insumos necesarios para terminar de construir la paz en Colombia. 

En el foro estuvieron presentes representantes internacionales, entre ellos Elizabeth Porter, experta australiana en construcción de paz, quien compartió sus visiones sobre el papel de las mujeres durante el conflicto y el proceso de paz de Irlanda del Norte, que, según ella, puede contribuir a construir la paz en Colombia. Porter hizo un llamado a las mujeres colombianas a pensarse no solamente como víctimas, sino también como actores políticos y líderes de paz. 

Fabrizio Hoschild, coordinador residente y humanitario de la Organización de las Naciones Unidas en Colombia, afirma que “es claro que hay poca representación política de las mujeres en el proceso de paz y sin la participación de estas, la legitimidad y la sostenibilidad del proceso se podría ver comprometida”. Hizo también un llamado a tener en cuenta la Resolución 2122 adoptada la semana pasada durante la Asamblea General de la ONU, que establece medidas para que las mujeres puedan participar en escenarios donde se esté buscando la resolución de conflictos.

“Se debe aprovechar el momento internacional privilegiado por el que pasa este proceso de paz, que es tenido en cuenta en la agenda de muchas organizaciones internacionales de mujeres”, dice Manuela Mesa, directora del Centro de Educación e Investigación para la Paz, de España y, al igual que Hoschild, llama a aprovechar las resoluciones de organismos internacionales que abogan por una mayor participación de las mujeres para la resolución de conflictos.

Las principales propuestas hechas en las Mesas Regionales de Trabajo y los Foros Nacionales, en los cuales se buscaba que las víctimas y los ciudadanos colombianos en general, expresaran sus puntos y propuestas para hacerlas llegar a La Mesa en La Habana fueron presentadas por Gloria Tobón, representante de esa agencia. 

Hubo un llamado para que en el posconflicto se realice una adecuada instrumentación de mecanismos de participación política y ciudadana para las mujeres y demás actores políticos y sociales presentes en el país, independientemente de la posición ideológica que representen. 

Los mecanismos de participación de los cuales se habló van desde la participación en los planes de ordenamiento territorial hasta la inclusión de representantes de las mujeres en La Mesa de diálogos de La Habana. 

Otra petición, que recurrentemente sale a flote en estos escenarios es la creación de una Comisión de la Verdad, en el marco de una política integral de verdad, justicia y reparación. 

Para las mujeres es muy importante que se reconozca la gravedad de los delitos de los cuales han sido víctimas y que en un escenario de posconflicto se asuma la responsabilidad de los hechos por parte de quienes violaron sus derechos humanos. Las mujeres piden que se realicen actos públicos donde se pida perdón por los abusos cometidos.

El acceso a la justicia se conforma en este punto como un cuello de botella, más aún después de que hace dos semanas se dio a conocer que muchos casos de abuso sexual cometidos durante el conflicto armado no han sido debidamente investigados, aun después de que la Corte Constitucional llamó a la Fiscalía a investigar esos crímenes adecuadamente. 

No todas las propuestas se enmarcan en los puntos de la agenda en La Habana, pero consideran que se deben tener en cuenta. Una de las más importantes fue la creación de una “cultura de paz”. Con esto, las mujeres quieren que exista una educación para la paz, donde la violencia pueda borrarse como referente social.

También, pensando en una reforma agraria, solicitan derecho a la propiedad, al ser muchas de ellas mujeres campesinas cabeza de hogar, y el acceso a la tierra para mujeres indígenas.

Las conclusiones de la Cumbre y las propuestas que salgan de la misma se darán a conocer este viernes 25 de octubre.