Home

Nación

Artículo

Musa Besaile | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Musa, el senador que brilla en la plenaria pero por su silencio

El congresista cordobés que admitió haber pagado $2.000 millones de pesos a magistrados de la Corte Suprema, ha pasado desapercibido en el capitolio. Una de sus pocas intervenciones fue contra Claudia López.

1 de septiembre de 2017

El 20 de julio del 2002, Musa Abraham Besaile Fayad entró por primera vez al capitolio para posesionarse como congresista. Ese día comenzó una carrera política que ya completa 15 años. Los ocho primeros, como representante a la Cámara, los mismos que coincidieron con el gobierno de Álvaro Uribe; luego, siete años en calidad de senador, los que lleva el presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño.

Tres lustros en los que Musa Besaile ha pasado desapercibido en el Congreso, y las veces que ha acaparado titulares de prensa han sido por asuntos judiciales. Poco se conoce de su gestión dentro del capitolio, y si se pregunta por alguna de sus intervenciones en la plenaria, pocos recuerdan su voz.

Musa Besaile, nacido en Sahagún (Córdoba) el 4 de julio de 1970, ha sido hombre de pocas palabras, en público. Incluso un episodio de su juventud estuvo a poco de dejarlo sin cómo pronunciarlas.

En 1991 prestó servicio militar en la Brigada XI. Nunca se puso el uniforme camuflado y tampoco comía en el rancho, con los demás reclutas, en cambio se le veía manejando las camionetas del Ejército por las calles de Montería, tal como lo describe en un perfil el diario El Meridiano de Córdoba.

Allí se describe el episodio. A punto de terminar su servicio militar, una noche Musa se fue del batallón a Sahagún en su motocicleta. Al parecer se quedó dormido en la carretera y tras el pestañeo terminó en un potrero. Por el accidente estuvo a punto de quedarse sin lengua.

En el capitolio son 268 congresistas (entre senadores y representantes) pero no son más de treinta los que identifica la opinión pública. Bien por la calidad de sus propuestas, o por lo profundidad de sus discursos. Musa nunca ha estado en este selecto grupo. 

Se le ha visto más activo en la Comisión Cuarta, integrada por 15 senadores. Allí es la voz cantante del Partido de la U. Pero en la plenaria, Musa Besaile no es de los que levante la mano para pedir la palabra, se limita a calentar el puesto, hacer corrillo con sus colegas y a votar. Eso cuando no se ausenta. Por ejemplo, las recientes dos semanas no se le ha visto en el Capitolio, aunque sí ha dado mucho de qué hablar en la Corte Suprema de Justicia.

Tal vez haya una excepción. La vez que Musa Besayle levantó la mano para pedir la palabra fue para darle réplica a la senadora Claudia López, durante el debate del proyecto de referendo contra la adopción por parejas del mismo sexo, el cual apoyó el senador cordobés.

López denunció los escándalos de corrupción en el departamento de Córdoba, y Musa se defendió con el argumento que no comprometían a la actual administración, la de su hermano Musa Besaile.  “Si tus discursos son para ofender vas por el camino equivocado”, le dijo Besaile.

En el actual cuatrienio, Musa Besaile figura como autor del proyecto que pretende convertir en Distrito Especial a la ciudad de Mocoa. Y fue coautor de una reforma a la ley de administración de justicia. Además es ponente del gobierno en el proyecto del presupuesto general de la Nación para el 2018, según información del portal Congreso Visible.

Besaile ha participado en 793 votaciones (desde el 2014). Ha votado los proyectos del proceso de paz que ha propuesto del Gobierno, así como los de la implementación.

También votó a favor de Jorge Pretelt en el Senado, cuando el entonces presidente de la Corte Constitucional pidió una licencia (la Comisión de Acusaciones lo investigaba por concusión), y votó en contra de que Iván Cepeda le adelantara un debate a Álvaro Uribe sobre sus presuntos vínculos con el paramilitarismo. Y por si fuera poco es de los pocos congresistas que votaron para habilitar la figura de la reelección (en el 2004) y que votó por su eliminación (en el 2014).  

Donde su voz suena con mayor contundencia es en la plaza pública. Quizás la ocasión más controvertida fue cuando llamó “maluca” a Noris Hernández, una indígena que aspiraba a la alcaldía de Tuchín, en Córdoba.

Sin embargo, en el Capitolio, donde ya completa 15 años, Musa ha brillado, pero por su silencio.