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INVESTIGACION

Negocio emplumado

Una irregular importación de avestruces dio al traste con un millonario proyecto del Plan Colombia, promovido en el gobierno de Andrés Pastrana por su cuñado

1 de junio de 2003

El 7 de agosto, en un avión que estaba aterrizando en El Dorado de Bogotá se escuchó un grito: "¡Puso un huevo!". La feliz 'mamá' era una de las 130 avestruces que venían de Miami. El destinatario del envío era el empresario David Puyana, quien, por atender su negocio, tuvo que ausentarse de la ceremonia en la que su cuñado, el presidente Andrés Pastrana, entregaba su cargo.

Se trataba, según Puyana, del segundo envío de un proyecto piloto destinado a traer a Colombia uno de los criaderos más importantes de avestruces de Estados Unidos. Los problemas que se suscitaron en la importación dejaron ver que Puyana era uno de los promotores de una gran inversión de recursos del Plan Colombia administrados por el Plante para sustitución de cultivos ilícitos. Lo cuestionable es que esta es una oficina que depende directamente de la Presidencia de la República.

El importador, Avestruces de Colombia, no presentó la licencia de zoocriadero de la CAR, un documento imprescindible para que el Dama permitiera la movilización de las aves. Eduardo Rodríguez, representante legal de la firma, aseguró a SEMANA que ellos solicitaron el documento, pero éste aún no había sido expedido. Ese día el Dama tenía cerrada la oficina e inexplicablemente los avestruces pudieron ser movilizados. Pero el Ministerio del Medio Ambiente, al conocer las irregularidades, decomisó las aves, que hoy están bajo custodia de la misma empresa.

Ante los problemas de la emplumada importación, y con el cambio de gobierno, todo el negocio se frenó. Puyana explicó a SEMANA que si las cosas hubieran salido como estaba previsto hacia septiembre pasado ya el proyecto hubiera contado con recursos del Plan Colombia para una millonaria inversión en 450 avestruces, que apoyarían los programas de erradicación en el Tolima. Puyana intentó sacarlo adelante y, como consta en los registros de llamadas del Minambiente, desde el 8 de agosto llamó a la recién posesionada ministra, Cecilia Rodríguez. "Me dijo que por los problemas de la licencia de importación de los avestruces con el Minambiente se le había dañado un negocio con el Plante", dijo la Ministra a SEMANA.

El negocio que se varó consistía en que se montaría una empresa de cría de avestruces, en la que el empresario representado por Puyana aportaba 800.000 dólares y el gobierno 2,5 millones. La empresa le daría a cada campesino 12 polluelos para levante y luego de un año le compraría los avestruces. "Mientras un campesino gana al año 6,5 millones de pesos con la amapola, con los avestruces ganaría 9,5 millones", explicó Puyana.

El promotor dice que a él lo buscó el gobernador del Tolima, Guillermo Alfonso Jaramillo para armar este proyecto y que él no ve nada irregular en esto. "Yo he tenido muchos negocios con muchos gobiernos y esto no es problema. Además yo no tengo nada que ver con mi cuñado", dice.

Por su parte, el Plante asegura que este proyecto sólo llegó a la fase de estructuración y que las decisiones son tomadas por un comité independiente. Dice que nunca se comprometieron recursos y que se suspendió la evaluación del proyecto porque no cumplía con todos los permisos ambientales. Esto último fue el 25 de septiembre, ya bajo el nuevo gobierno. Además las actuales políticas no contemplan programas de sustitución de este tipo.

"Quien pierde es el país", dice Puyana, quien asegura "estarle dando la última oportunidad" al gobierno de traer una inversión a Colombia que garantizaría millones de ingresos y miles de puestos de trabajo. Entre tanto los avestruces esperan la decisión del Ministerio del Medio Ambiente, que podría significar desde una multa a la empresa y la deportación de las aves hasta su sacrificio.