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Nicolás Castro, a un paso de la libertad

El sentido del fallo leído por el juez este martes absuelve al joven universitario de instigar al homicidio de uno de los hijos del expresidente Uribe. El 30 de septiembre se sabrá si los líos judiciales de Nicolás Castro se dan por terminados.

13 de septiembre de 2011

El próximo 30 de septiembre Nicolás Castro sabrá si los problemas judiciales que enfrenta desde diciembre del año 2009 llegarán a su fin. Este universitario es acusado por la Fiscalía de instigar, a través de Facebook, al asesinato de Jerónimo Uribe, uno de los hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
 
En el sentido del fallo que se conoció este martes, el juez absuelve al universitario de los cargos que se le imputaron. Aunque la Fiscalía había pedido una condena de 6 a 15 años, el juez consideró que las pruebas que presentó el ente de control no demostraron la participación del joven en algún delito.
 
Sin embargo, será el 30 de septiembre cuando se realice la lectura definitiva del fallo por parte del juez. Y sólo hasta ese día, este universitario y su familia tendrán claro si sus vidas volverán a ser como antes.
 
El nombre de Nicolás Castro se hizo público en diciembre del año 2009, cuando la Dijín llegó con una orden de captura a su lugar de residencia, en Chía, donde vive con su familia. Desde entonces fue acusado de ser el creador del grupo en Facebook “Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe, hijo de Álvaro Uribe”.
 
Mario Parra, abogado del joven universitario, recibió con satisfacción y alivio el anuncio previo del juez, pero se mostró a la expectativa de lo que pueda ocurrir hasta el día de la lectura del mismo, puesto que la Fiscalía tiene la opción de apelar.
 
Nicolás Castro estudiaba Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y su caso, desde el principio, no ha dejado de ser polémico. Tanto para su familia, como para su defensa, el manejo que se le dio al proceso fue “exagerado e injusto”.
 
Sin embargo –aclara su abogado– “no hay resentimiento y no habrá ninguna clase de acción. Lo único que quiere la familia es cerrar el capítulo”.
 
El concepto de la Procuraduría –organismo que pidió absolver al estudiante– y las pruebas presentadas por la defensa fueron clave para que el sentido del fallo sea absolutorio. Según el abogado del joven, se lograron controvertir, desde la parte técnica, las acusaciones de la Fiscalía.
 
“Fue clave la fundamentación técnica que nosotros llevamos. Técnicamente se pudo demostrar, por ejemplo, que no había elementos para sostener que Nicolás Castro hacía parte de grupos activistas. También se desconocieron derechos”, dice Parra.
 
Uno de los inconvenientes durante el proceso del estudiante es la complejidad técnica que existe en el mundo de las redes sociales, que hace difícil su comprensión, y el rezago normativo que el país tiene en la materia.
 
“La normatividad se queda corta frente a esos adelantos. Sobre redes sociales hay muchísima temática por delante, temas y términos desconocidos que fueron necesarios entender”, afirma Parra.
 
Para la defensa de Castro, es importante que el país tenga mayor claridad sobre el manejo de redes sociales desde el punto de vista judicial. Al universitario –según su abogado– se le acusó de “instigar” a un asesinato, al igual que una persona que es subversiva o miembro de una organización delictiva.

“La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que en todas las situaciones relacionadas con afirmaciones o comentarios en internet, deben ser analizadas según la proporción de la situación y verificar la capacidad de realización de cada una de ellas”, recordó el abogado.
 
Castro pasó varios meses en la cárcel La Picota, hasta abril del 2010, cuando se le concedió la detención domiciliaria por vencimiento de términos. En su casa, en el municipio de Chía (Cundinamarca), Nicolás siguió con el proceso judicial y espera la resolución definitiva de su caso.