Home

Nación

Artículo

| Foto: EFE

RELACIONES BILATERALES

Maduro dice que si Colombia pone condiciones, "le va a ir mal"

Así respondió el mandatario venezolano al pronunciamiento que hizo el presidente Juan Manuel Santos de reunirse sólo bajo condiciones humanitarias.

3 de septiembre de 2015

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró este jueves su llamado al mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, a reunirse para tratar la crisis fronteriza y aseguró que si el Gobierno colombiano toma el camino de las amenazas, "le va a ir mal".

"Quiero ver al presidente Santos cara a cara (...) y hablar y que juntos resolvamos", señaló Maduro en China al canal estatal venezolano VTV, que cubre la gira del mandatario por el gigante asiático y Vietnam.

Santos dijo este jueves que está dispuesto a reunirse con Maduro siempre y cuando cumpla condiciones relacionadas con el respeto "a los derechos fundamentales de los colombianos".

El mandatario venezolano declaró que los dos países deben de "mantener el equilibrio", llamó a Santos a "restituir el equilibrio, la sensatez, la tranquilidad" e indicó que su Gobierno "no quiere una confrontación ni un enfrentamiento con Colombia" sino una "nueva frontera" entre países.

"No quiero pelear con el presidente Santos, yo lo que quiero es garantizarle al pueblo venezolano su seguridad en el Táchira (...) en todo el país. Que se acabe el paramilitarismo en la frontera y en todo el país", sostuvo.

Aconsejó a su homólogo colombiano, además, "que respire, que se tranquilice, que tome un poco de agua fresca, que se tome una manzanilla con azúcar" porque, dijo, "está bastante ácido".

"Deje de escuchar los consejos del comando sur" estadounidense, agregó y aseguró que si Colombia opta por el camino de las amenazas, sean políticas, diplomáticas, "o de cualquier signo", le va a ir "muy mal".

"Venezuela está acompañada por el mundo (...) tiene la compañía del propio pueblo colombiano. Se van a sorprender si se meten con nosotros, del apoyo que tenemos dentro de Colombia en los humildes", advirtió.

Maduro ordenó el cierre de alrededor de 100 kilómetros de los 2.219 que comparte con Colombia por seis municipios del fronterizo estado Táchira el pasado 19 de agosto tras el ataque, según el Ejecutivo, de paramilitares colombianos contra militares venezolanos.

Dos días después, decretó el estado de excepción en la misma zona alegando la lucha que mantiene el Gobierno contra la violencia y el contrabando en la zona, de la que ha responsabilizado a paramilitares y a colombianos que vivían en el lado venezolano de la frontera.

Este cierre de pasos, así como el estado de excepción, fue ampliado el pasado viernes a cuatro municipios más, por lo que la totalidad de la frontera con Colombia por el Táchira se encuentra cerrada hasta nuevo aviso.

Desde el cierre de la zona limítrofe, 1.381 colombianos han sido repatriados, según cifras de las autoridades migratorias colombianas facilitadas hoy; mientras que organismos de ONU estiman que otros 10.000 han optado por abandonar de forma voluntaria ante el temor de correr la misma suerte.

En los últimos días organismos colombianos como la Procuraduría General y la Defensoría del Pueblo han acudido tanto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como a la Corte Penal Internacional (CPI), por la situación fronteriza.

También acudió el alcalde de la ciudad colombiana de Cúcuta, la primera tras pasar el principal paso fronterizo por Táchira, Donamaris Ramírez, a quien Maduro calificó hoy de ser un "paramilitar" y hace unos días lo señaló de cobrar impuestos a los contrabandistas que llegan a esa ciudad para "legalizar" los productos.

"Está involucrado en varias de estas cochinadas y asesinatos que han hecho en la frontera", aseguró.