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El boquete del Canal del Dique se abrió el 30 de noviembre. La abertura alcanzó los 240 metros. 150 mil personas resultaron damnificadas. | Foto: Foto: Gobernación del Atlántico.

CANAL DEL DIQUE

Nivel del río Magdalena impide desagüe en el sur del Atlántico

Este martes se instaló la última estructura metálica en el boquete del Canal del Dique que permitirá hacer el cierre total. Altos niveles del Magdalena atrasan el trabajo para evacuar el agua.

18 de enero de 2011

Una semana, máximo, es el tiempo que falta para terminar los trabajos de cierre del boquete del Canal del Dique. Este martes se instaló la última estructura metálica (pilotes) que funciona como soporte de los sacos de arena que ayudan a contener el ingreso del agua a los municipios del sur del Atlántico.

Sólo para el cierre del boquete, que se abrió el pasado 30 de noviembre y alcanzó una extensión de 240 metros, fue necesaria una inversión de 3.000 millones de pesos y se estima que para el desagüe de las zonas inundadas se requieran otros 9.000 millones de pesos, dinero que se gestionará ante Colombia Humanitaria.

El nivel del agua bajó en algunos municipios, entre ellos Santa Lucía, cuyos habitantes desde hace algunos días retornan a sus casas. “El retorno se debe hacer con cuidado: hay que vigilar cómo quedaron las infraestructuras de las casas, empezar la fumigación y el proceso de reparación”, contó el Gobernador.

“Dependemos del río Magdalena”

La fuerza del agua que ingresa al sur del Atlántico abrió un boquete en la zona conocida como Muro de Polonia. Así mismo, las compuertas del embalse del Guájaro (que se alimenta con agua del canal) se mantienen abiertas y esto ha permitido que 300.000 metros cúbicos de agua vuelvan al canal del Dique.

Sin embargo, las tareas para sacar los 1.200 millones de metros cúbicos que quedan en la zona no comienzan. ¿La razón? El nivel del río Magdalena está en 7,50 metros, metro y medio por encima del esperado.

Si el Magdalena no baja, “sería el peor escenario. Todo depende del río, él es nuestro aliado y el que nos debe ayudar para sacar el agua”, agregó Verano de la Rosa.

En el ambiente hay preocupación: el tiempo pasa y la primera temporada de lluvias se acerca. Por esta razón, le han solicitado al IDEAM un estudio que permita pronosticar cuál será el comportamiento del río Magdalena a partir del mes de marzo.

Mientras tanto, los planes siguen. Según el gobernador, se tienen identificados siete puntos por donde se espera salga por gravedad el 90 por ciento del agua. El resto se evacuará mediante el bombeo a través de macrobombas que serán contratadas.

Sobre la posibilidad de reubicar algunos pueblos, el gobernador aseguró que lo más importante es proteger a los municipios. Es posible que “se hagan traslados en las zonas más bajas de algunos municipios. No creo que la gente esté dispuesta al traslado, a cambiar sus casas por las pequeñas que proponemos nosotros como Gobierno”, puntualizó Verano de la Rosa.