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No contaban con mi astucia

El presidente Álvaro Uribe finalmente se destapó: quiere quedarse cuatro años más. El Congreso tiene la palabra.

25 de abril de 2004

Es importante que esta patria nuestra, que tanto ha sufrido por la debilidad del Estado y que empieza a encontrar un caminito no crea que esto sea flor de un día", con esta frase el presidente Álvaro Uribe se destapó el martes con el periodista Juan Gossaín frente a su reelección.

Además del destape presidencial, la semana pasada despejó dudas sobre cómo jugarán los dos partidos tradicionales en el trámite del proyecto de reelección en el Congreso. Bajo la dirección del senador Carlos Holguín, los parlamentarios conservadores se reunieron para buscar una posición unificada. Después de seis horas de debate, coincidieron en realizar un nuevo acuerdo con el Presidente para obtener un reconocimiento que implicaría dos cosas. Primero, la inclusión en la agenda de gobierno de temas bandera del partido, entre los que se encuentran el empleo y la vivienda. Segundo, la posibilidad de contar con una mayor participación en el gobierno, en particular, asumiendo la jefatura de la Procuraduría y la Fiscalía.

Aunque ya se habían hecho acercamientos entre la dirección conservadora y el gobierno para sacar adelante un acuerdo, el miércoles una comisión de seis parlamentarios se reunió con el ministro del Interior, Sabas Pretelt, para presentarle las condiciones que el partido estaría poniendo a cambio de apoyar la reelección. Y los enviados habrían logrado sus objetivos. Al menos así lo dejó entrever el ministro Pretelt cuando dijo en el programa 6 AM de radio Caracol, que ante la propuesta conservadora el gobierno estaría dispuesto a estudiar la posibilidad de darles los organismos de control a partidos diferentes al del Presidente. "El Partido Conservador ha tenido interés en hacer un acuerdo político de largo plazo y eso le suena a música celestial al gobierno... mi anhelo es que el Partido Conservador se la juegue entero por la reelección", señaló el Ministro.

En la comisión que visitó a Pretelt estuvieron parlamentarios pastranistas como Telésforo Pedraza, Efraín Cepeda y Alonso Acosta, días antes opositores radicales a la reelección inmediata. Pero no sólo las implicaciones del acuerdo hicieron que estos congresistas tuvieran una actitud más flexible. Las directrices del ex presidente Andrés Pastrana, también contribuyeron a ello. Aunque Pastrana ratificó que estaba en contra de la reelección inmediata, abrió las puertas para que, en caso de darse el acuerdo político con el gobierno, su bancada vote con mayor libertad la reelección. Así, en carta enviada al presidente del Partido Conservador, Carlos Holguín, indicó que: "He tomado la decisión de hacerme a un lado de este debate. Le corresponde entonces a los congresistas de la colectividad adoptar, en conciencia, las posiciones que consideren más adecuadas".

A comienzos de esta semana la comisión conservadora se reúne con el presidente Uribe para que él, si aprueba el acuerdo, suscriba un documento con el partido. Con este pacto, el partido se la estaría jugando por mantener su capacidad de negociación con el gobierno, aun por encima de las múltiples críticas que han señalado que los conservadores estarían aprovechando para pescar en río revuelto y valorizándose para entrar en el juego de las prebendas.

En las toldas liberales las cosas tampoco pintan claras. El partido anunció que el martes hará una votación entre sus parlamentarios para decidir una posición conjunta, a la cual se deberían acoger las minorías. Pero algunos congresistas han insistido en que no están dispuestos a votar negativamente la reelección, así una mayoría actúe según las directrices de la dirección del partido en el sentido de rechazar el proyecto. Entre los liberales uribistas se encuentran Luis Guillermo Vélez, Aurelio Irragorri, Víctor Renán Barco, Piedad Zuccardi y José Renán Trujillo, entre otros.

A pesar de las divisiones, el Partido Liberal también ha presionado al gobierno. Hace más de dos semanas, los liberales se levantaron de las mesas de trabajo del acuerdo político firmado con el gobierno y otras fuerzas para agilizar el trámite legislativo de iniciativas dirigidas a reformar los impuestos, la justicia y entidades del Estado. Según su director, Camilo Sánchez, el partido tomó esta decisión en rechazo a que el gobierno está dejando de lado estas prioridades para concentrarse en la reelección del presidente Uribe. Para él, "el yoísmo del Presidente está haciendo caer de muerte súbita los temas fundamentales para el país. El acuerdo resultó ser una cortina de humo".

Aunque muy pocos confiaban en que el vago acuerdo político propuesto por el Presidente en febrero llegaría a resultados concretos, lo que evidencia la resistencia de los liberales es que se reventó por donde menos se esperaba. Y los liberales no son los únicos descontentos. El malestar entre los congresistas de otras corrientes políticas aumentó cuando el gobierno anunció que por falta de tiempo no se ha radicado el proyecto de reforma pensional y que la reforma estructural del sistema tributario no es prioridad.

A pesar de que las posiciones de liberales y conservadores se definirán hasta esta semana, es posible predecir que el proyecto de reelección pase en la comisión primera del Senado. Para que la iniciativa sea aprobada en esta comisión, se necesitan los votos de 10 congresistas, de un total de 19 (ver gráfico). Si los conservadores llegan unidos, habría cinco votos garantizados a favor. Pero si no se ponen de acuerdo, al menos tres votarían positivamente: Carlos Holguín, Hernán Andrade y Roberto Gerlein. A ellos se sumarían seis votos de los uribistas, para un total de nueve a favor. Por eso, en caso de que la posición conservadora no sea unificada, el voto decisorio sería el del senador liberal José Renán Trujillo, quien ha anunciado respaldará el proyecto. Por eso, no gratuitamente, Héctor Elí Rojas -liberal opositor- ha tratado de descabezarlo insistiendo en que su hermano, Carlos Holmes Trujillo, recientemente fue nombrado embajador en Suecia.

A pesar de las altas probabilidades de que el proyecto pase en la comisión, el comité de parlamentarios promotores de la reelección ya avanzó en el Plan B. El viernes pasado, en cabeza de la representante Sandra Ceballos, entregó a la Registraduría más de 285.000 firmas para que, por si acaso, exista un proyecto paralelo de origen ciudadano. Si esta institución avala las firmas, los uribistas deberán recoger 1.250.000 firmas más.

El Presidente no aguantó más y arrancó la campaña por su reelección. Esto, a pesar de que el proyecto aún no ha surtido trámite en el Congreso y de que apenas se radicaron las primeras firmas por si falla el Plan A. Lo importante es que, por ganar adeptos entre congresistas, no termine traicionando la consigna de campaña de no entregar cuotas burocráticas. Si cede, podrá aceitar a varios sectores del Congreso pero perderá el apoyo de la mayoría de colombianos que lo eligieron por su promesa de transparencia.