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“Los bananeros también hemos sido víctimas de los grupos armados”

EN PLATA BLANCA

"No hemos tenido convivencia con los Urabeños"

Roberto Hoyos, presidente de Augura, la Asociación de Bananeros de Colombia, habló de la actitud de su gremio ante la restitución de tierras y de su relación con el gobierno nacional.

18 de febrero de 2012

MARÍA JIMENA DUZÁN: Usted ha dicho que Augura no se opone a la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras. Explíqueme entonces ¿por qué en un comunicado Augura sale a oponerse ferozmente a la marcha de Necoclí; marcha a la que usted tampoco asistió.

ROBERTO HOYOS:
Hagamos un poquito de historia para ponerla en contexto. Y de una vez le advierto: no voy a pelear con nadie. Yo leo la Biblia todos los días, soy católico, apostólico y romano; le he entregado mi vida a Dios y el día que Él me tenga chuliado para subir allá, me voy sin problema. Luego de este preámbulo, le respondo: yo no asistí a la marcha no porque estuviera en contra de la Ley de Restitución de Tierras sino porque estaba atendiendo una calamidad familiar. Y no es cierto, como se ha dicho en la opinión pública, que no quise ir. Por el contrario, estamos trabajando en la Ley de Desarrollo Rural Integrado y le hemos dicho al gobierno que estamos trabajando con ellos para enriquecerla en el tema de las alianzas estratégicas.

M.J.D.: Pero ¿y qué me dice del comunicado aparecido antes de la marcha de Necoclí, en el que ustedes se opusieron abiertamente a ese acto, coincidiendo con la posición del diario 'El Colombiano' y 'El Mundo' de Medellín y hasta del expresidente Uribe?

R.H.:
Mire María Jimena, la historia no es así como la pintan. Desde agosto del año pasado le enviamos a Juan Manuel Ospina, director del Incoder, una comunicación en la que le proponíamos crear una mesa de tierras en Urabá en la que se pudieran sentar los empresarios bananeros y las ONG. Esperamos que nos contestaran, pero nunca nos respondieron. Con decirle que hasta el día de hoy, no hemos tenido una respuesta oficial sobre esta propuesta. Viendo que no nos contestaban del Incoder, yo llamé a Jorge Enrique Vélez, el superintendente de Notariado y Registro y él inmediatamente me comunicó con el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, quien muy receptivo aceptó la propuesta. Esa mesa de tierras se llevó a cabo el primero de febrero en Apartadó.

M.J.D.: Tengo entendido que era la primera vez que institucionalmente se sentaban los empresarios bananeros con líderes de restitución de tierras como Carmen Palencia. ¿Me equivoco?

R.H.:
Sí, era la primera vez que lo hacíamos de manera institucional. A esa reunión asistí yo, como presidente de Augura, y productores bananeros como Carlos Mario Betancur, Jesús Sanín y Felipe Echeverry. Del otro lado estaba Carmen Palencia, Gerardo Vega y otras organizaciones campesinas. La reunión duró por ahí dos horas. ¿Resumen de la reunión? No le voy a negar que el ambiente estaba tenso, pero desde mi punto de vista, yo pienso que por lo menos arrancamos un diálogo que nunca habíamos tenido y eso lo encuentro positivo.

M.J.D.: En esa reunión Carmen Palencia denunció que una fundación social que se dedica al trabajo social en Urabá, patrocinada por Uniban, contrató sicarios para matarla…¿Usted cómo reaccionó ante esa acusación?

R.H.:
Esa acusación me pareció irresponsable y horrorosa. Estábamos en un espacio de convivencia y ese no era el momento para hacerla. Y me juego mi vida cuando le digo que esa es una acusación falsa. Mire, Gabriel Márquez, el director de la fundación social de Uniban, es un señor impecable; es como un cura. Decir que un director como él va a hacer una cosa de esas, es impensable. Fundauniban acaba de solicitarle a la Fiscalía de Antioquia que investigue la denuncia. En eso estamos totalmente jugados y totalmente tranquilos.

M.J.D.: Pero tengo entendido que ese no fue el único momento tenso. Un afiliado suyo, Felipe Echeverry, les dijo a Carmen Palencia y a Gerardo Vega, dos líderes del movimiento de restitución de tierras, que eran unos auxiliadores de la guerrilla.

R.H.:
Sí, eso pasó. Pero mire le digo algo: si a mí me dicen tal por cual yo pongo la mejilla, porque como le dije, no peleo con nadie. Pero hay otra gente que no es así; que dice, "ahh usted me va a pegar, pues venga y le doy". Y sí, en ese sentido, sí estuvo brusca la respuesta de Felipe Echeverry. ¿Pero sabe qué? Lo bueno fue que las dos partes se desfogaron y yo le aseguro que la próxima vez que nos reunamos va a ser diferente.

M.J.D.: Pero y entonces, si ustedes estaban tan jugados con este proceso de concertación que se ha gestado alrededor de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, ¿Por qué se opusieron a la marcha?

R.H.:
Es que después de esa reunión, al otro día fue la junta de Augura. Y nosotros empezamos a valorar todos los pros y los contras. Sacamos el comunicado de prensa y allí decimos que apoyamos la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, pero que también miramos con preocupación que se estuviera preparando una marcha cuando se había anunciado un paro armado por parte de los Urabeños en el Urabá.

M.J.D.: Pero ahí sí no lo entiendo: ustedes se oponían a la marcha por temor a enfrentarse con los Urabeños y preferían no desafiarlos a marchar al lado del Estado. ¿Tanto poder tienen los Urabeños en Urabá?

R.H.:
Cuando uno no sabe la historia prejuzga. Esa reflexión que nosotros hicimos es responsable y está sustentada en la realidad que vivimos. Mire: el 3 de enero de este año me empezaron a llamar de Urabá a decirme que los Urabeños iban a paralizar esa región. Llamé al ministro de Defensa, al ministro del Interior y ellos me respondieron diciendo que estuviera tranquilo, que todo estaba bajo control. ¿Y qué pasó?... que pararon Urabá. Pero además, todos tenemos derecho a sentir miedo. No nos digamos mentiras. Los Urabeños dijeron que el que saliera a marchar en Necoclí lo mataban. ¿No nos íbamos a afanar por esa amenaza?

M.J.D.: ¿Por qué los Urabeños tienen tanto poder en el Urabá, luego de ocho años de seguridad democrática?

R.H.:
Mire, a mí cuando me tocan esos temas, mejor no profundizo. En mi percepción, luego de lo que pasó el 4 de enero en Urabá, creo que ese tema se ha vuelto muy complicado. Y no le niego que nosotros sí teníamos el temor de que algo pudiera pasar en una concentración tan masiva como la que se planteaba en Necoclí. Por eso sacamos ese comunicado.

M.J.D.: ¿Por qué cree que han asesinado a 13 líderes de restitución de tierras en Urabá en los últimos 12 meses?

R.H.:
Esa es una de las razones por las cuales le propusimos al gobierno sentarnos en una mesa de tierras. Eso hay que investigarlo hasta las últimas consecuencias. Eso nos tiene muy preocupados. Sin embargo, también hemos descubierto que no todos han sido asesinados por temas relacionados con la restitución de tierras.

M.J.D.: Hay quienes afirman que el poder de los Urabeños es un poder con el que los empresarios bananeros se han acostumbrado a convivir.

R.H.:
Por la parte gremial, puedo jurar que nosotros no hemos tenido ninguna convivencia con los Urabeños. Si eso hubiera sucedido, no estaría sentado donde estoy, y ya me hubiera ido.

M.J.D.: De todas formas, sorprende que con los mismos argumentos con que ustedes se opusieron a las marchas de restitución de tierras, también lo hayan hecho el periódico 'El Colombiano', 'El Mundo' de Medellín y desde luego el expresidente Uribe, quien considera que estas marchas incitan al odio contra los empresarios bananeros. ¿Usted comparte esa opinión?

R.H.:
Yo en ese tema no me meto. Esa es la opinión del expresidente Uribe.

M.J.D.: ¡Pero si es la misma de Augura!

R.H.:
Si está insinuando que hay conectividad, le aclaro que no la hay. Puede haber coincidencias, pero no hay conectividad. Pero además, nosotros fuimos a la marcha: allí estuvo el presidente de Uniban, que es también el presidente de la junta directiva de Augura. Con decirle que decidimos suspender el corte de la fruta que estaba previsto para el sábado. Se hizo el viernes para que los trabajadores pudieran ir a la marcha. Eso no lo saben los medios, pero eso hicimos. Pero además, una semana antes, estuvo la mesa directiva de Augura en Medellín con el ministro del Interior y allí los bananeros le dieron el apoyo a la marcha y a la Ley de Restitución de Tierras. Y debo decirle que hasta el viceministro del Interior me mandó una carta agradeciendo nuestra participación. Ya le conté que yo impulsé la mesa de tierras y ahora los medios me dicen que yo soy el malo. ¿No le parece eso muy charro?

M.J.D.: Usted dice que no hay conectividad. Pero sí son muchas las coincidencias. No me venga a decir que usted no siente que hay un ambiente ríspido contra el gobierno Santos en ciertos gremios como el suyo, en el que hay mucho uribismo.

R.H.:
Hombre, no le voy a negar que hay temas que nos han molestado como el de las Autopistas de la Montaña, que es un proyecto muy importante para los antioqueños. Uno empieza a sentir que este gobierno le está poniendo peros al tema: que no hay estudios suficientes, que no hay plata, que hay que revaluar.

M.J.D.: Carmen Palencia ha propuesto que se inviertan los tres centavos de dólar por caja exportada que las multinacionales bananeras como la Chiquita Brands utilizaban para pagarles a los paramilitares para que sean utilizados en la reparación a las víctimas.

R.H.:
Esa propuesta la considero atrevida e irrespetuosa. Ese tipo de propuestas ponen en peligro programas de ayuda a los pequeños campesinos. Además, nosotros los bananeros deberíamos pedir que fuéramos beneficiarios de ese fondo porque nosotros hemos sido también víctimas de los grupos armados en Urabá.