Home

Nación

Artículo

NO SE QUE QUIEREN LAS FARC

Ante las trabas que se han presentado en el proceso de paz con las Farc el Mindefensa duda que éste avance.

28 de diciembre de 1998

Las últimas semanas han estado bastante agitadas en relación con el proceso de paz. SEMANA habló con uno de sus protagonistas, el ministro de Defensa, Rodrigo Lloreda Caicedo. Esta es su evaluación del tema de la paz.
SEMANA: ¿Cómo hacer reaccionar a los colombianos para frenar la guerra?
R.Ll.C.: Cuando en Estados Unidos hubo una invasión de un país extranjero, en Pearl Harbor, la totalidad del país se unió a la guerra. Hasta entonces, a pesar de que el presidente Roosevelt estaba muy interesado en ayudarle a Inglaterra, no podía hacer nada porque no contaba con la opinión pública. Aquí todavía no hay opinión pública para la guerra. La hay para la paz. Pero no para el evento _que ojalá no llegara_ en que la paz se dificulte y nos veamos metidos en la guerra, no por voluntad propia sino porque las circunstancias así lo establezcan.
SEMANA: ¿Considera que los hechos nos están llevando a ese escenario?
R.Ll.C.: El proyecto de la guerrilla se viene cumpliendo sistemáticamente a través de los años... Ellos buscan ganar territorrios y pretenden el poder total. La pregunta es si el Estado colombiano va a permitir que eso suceda. Porque hasta ahora no ha tenido la suficiente conciencia de esa situación real. Siempre está buscando salirse de esa realidad... porque es una realidad terrible. Por eso todos los colombianos quieren que suceda el milagro. Hay una mentalidad mágica y romántica.
SEMANA: ¿Ese milagro es imposible o más difícil de lo que se piensa?
R.Ll.C.: El milagro requiere dos partes. Es posible que el gobierno y miembros de la sociedad colombiana estén haciendo esfuerzos por crear condiciones favorables a una paz a través de diálogos. Creo que en ese empeño hay que agotar todas las instancias. Pero no estoy muy seguro de hasta qué punto la guerrilla, o por lo menos una parte de la guerrilla, tenga como proyecto a corto plazo buscar esas negociaciones. Me da la impresión de que estos son episodios que no interfieren con el plan general o el proyecto político que llevan adelante desde hace ya algún tiempo. Ojala esté equivocado.
SEMANA: ¿El despeje puede ser un sofisma distractor, mientras las Farc avanzan hacia la toma del poder?
R.Ll.C.: La zona de distensión es un esfuerzo del gobierno. Es muy audaz, porque implica una concesión grande en función de la paz. Y la reacción que yo he podido observar a ese inmenso esfuerzo no es clara. Creo que la reacción normal que debía tener una guerrilla interesada en la paz es entender que el gobierno ha hecho un inmenso esfuerzo y que el Presidente se la ha jugado toda. Pero, en lugar de avanzar dentro de ese proceso hacia unas conversaciones, han empezado a poner cantidad de trabas y talanqueras.
SEMANA: ¿Teme, entonces, que la guerrilla quiera poner conejo?
R.Ll.C.: Pienso que siempre tendrán algún pretexto para no realizar las conversaciones. Ojalá esté equivocado. Ojalá que se pueda llegar muy rápidamente a unas conversaciones muy fructíferas. Hay que hacer todo lo posible para que eso ocurra, pero tengo algunas dudas porque me parece que la actitud de las últimas semanas por parte de las Farc no indica esa intención clara y decidida de avanzar en el proceso. Eso es delicado y hay que decirlo porque no podemos esconder la realidad.
SEMANA: ¿Para usted debe haber una mayor presión de la opinión pública hacia la guerrilla?
R.Ll.C.: Sí. Y de muchas instituciones del país, para que la guerrilla defina su posición, se acerque a la mesa de negociaciones y le diga al país qué es lo que quiere. Hasta este momento no sabemos exactamente qué es lo que quiere.
SEMANA: Se teme que la guerrilla prorrogará el despeje indefinidamente y que esto implicaría casi el funcionamiento oficial de un Estado dentro del Estado.
R.Ll.C.: Eso es una exageración. Allí hay unas autoridades administrativas que hasta ahora han sido respetadas. Están bajo control constitucional del Estado colombiano. Naturalmente, frente a eso tiene que haber una reacción positiva y todos esperamos que se dé.
SEMANA: Hay personas que temen que mientras se anuncien las mesas de diálogo las Farc estén reclutando más gente, armándola y buscando apoyo político.
R.Ll.C.: No tengo la menor duda de que lo van a hacer. Ninguna. Parto del supuesto que de todas maneras van a tratar de fortalecerse militarmente y políticamente. Las Fuerzas Militares tienen que hacer lo mismo.
SEMANA: Esto podría llevar a una intensificación del conflicto.
R.Ll.C.: Puede llevar a la paz. Los fenómenos de paz más importantes en la historia se han llevado a cabo cuando las fuerzas enfrentadas tienen la mayor capacidad de combate. Muchas veces la fortaleza lleva a la distensión.
SEMANA: En el caso de El Salvador se invirtieron miles de millones de dólares para fortalecer sus fuerzas militares antes de que se pudiera adelantar un proceso de paz. ¿Cree que esto es aplicable a Colombia?
R.Ll.C.: Hay mucha gente que piensa eso. En El Salvador uno de los aspectos que más ayudó a la paz fue el sustancial internacional _Estados Unidos dio 10.000 millones de dólares en 10 años_ dineros con los cuales fue contrarrestada la dura ofensiva guerrillera. Ese hecho contribuyó mucho al éxito general del proceso de paz.
SEMANA: ¿Y usted qué piensa?
R.Ll.C.: Las circunstancias del país hacen que no se pueda pensar en la paz en un escenario ideal. El colombiano está hastiado de la violencia.... Pero el mandato de paz coincide con un momento que probablemente no es el ideal para desarrollar ese proceso, desde el punto de vista del Estado... Yo creo que sí es el momento ideal desde el punto de vista de la guerrilla... lo que no sé es si van a tener la inteligencia y la perspicacia para entender esa realidad histórica.
SEMANA: ¿Se está considerando la posibilidad de recibir significativo apoyo internacional para las Fuerzas Militares nacionales?
R.Ll.C.: Colombia debe enfrentar sus problemas con sus propios recursos y capacidades.
SEMANA: ¿Cómo aumentar el presupuesto de las Fuerzas Armadas en momentos de crisis económica?
R.Ll.C.: Con los recursos de que disponemos ahora tenemos capacidad para enfrentar los retos que hay... no para ganar una confrontación bélica... pero no solo se necesita plata. Es necesario un cambio de actitud. No hay una sola guerra que se haya ganado sin opinión.
SEMANA: Se necesita, entonces, una opinión que aporte los recursos económicos.
R.Ll.C.: Se necesitan sacrificios adicionales. Uno de los hechos que se va a venir en los próximos meses o años es la decisión colectiva sobre si hay que controlar decididamente todas esas agrupaciones que actúan fuera de la ley o si permite que siga la anarquía y que el país siga debilitándose y fragmentándose. Y esa no es una decisión que pueda tomar un gobierno o que pueda asumir yo.
SEMANA: ¿Cómo desenredar el proceso? Usted ha dicho que las Farc lo están dilatando, con el argumento de los soldados de la base Los Cazadores. Las Farc alegan que el gobierno incumplió.
R.Ll.C.: Eso es un capricho de las Farc. ¿Temen a 60 soldados bachilleres desarmados? Es una desproporción total.
SEMANA: Piden cambiar a los soldados por civiles.
R.Ll.C.: Temo que sea un simple pretexto. Si algún día se resuelve esto, buscarán otros pretextos. Mañana será que tiene que haber una negociación de canje antes de iniciar las conversaciones. Después, pedirán desaparecer a los paramilitares. Y si eso se lograra por arte de magia pedirán que se desaparezca a Estados Unidos de la faz de la Tierra. Entonces, cuando lleguemos al límite de lo absurdo... tal vez los periodistas colombianos van a entender que estamos en un juego y no en una cosa seria... Esta es mi posición. No es una posición del gobierno que cree sinceramente que se van a superar todos los obstáculos y que vamos a llegar muy pronto a la mesa de conversaciones. Pero ya tengo muchos años y experiencia.
SEMANA: Esta semana se dio a conocer un video en el cual el 'Mono Jojoy' le planteaba una propuesta para la reestructuración del estamento castrense.
R.Ll.C.: No necesitamos asesoría de las Farc para reestructurar las Fuerzas Militares. Si ellos están tan interesados que se reintegren a la vida civil y sean congresistas y desde allí aporten sus ideas.
SEMANA: Para James Zackrison, analista del Pentágono, es absurdo que un país como Colombia con 40 años de conflicto no haya diseñado una política de defensa.
R.Ll.C.: En Colombia nunca ha habido la decisión de resolver el conflicto a través de un gran esfuerzo desde el punto de vista militar para debilitar a la guerrilla. Porque ese es un camino arduo. Los colombianos prefieren una paz a través de la negociación y no una presionada por el ejercicio legítimo de la autoridad. Es absurdo que mientras la gente no quiere que se dedique más dinero a la fuerza pública todo el mundo pida policía y ejército.
SEMANA: ¿Qué incremento en el presupuesto actual se necesitaría para, como usted dice, debilitar a la guerrilla?
R.Ll.C.: Tendríamos que adelantar en dos años el proceso de profesionalización e inversión que está programado para cuatro años. En el campo de la profesionalización sería un aumento marginal: el año 99 serían 50.000 millones adicionales. Así se contaría con 100.000 millones. En la inversión para capacidad de movilidad e inteligencia, etc., se necesitaría duplicar los 350.000 millones previstos... Pero de pronto tenemos la buena noticia de que no hay escenario apocalíptico. Los grupos que están fuera de la ley tienen que mirar su perspectiva en el tiempo y entender que están en un buen momento para negociar. Si no lo aprovechan, esa situación no va a existir en dos años.
SEMANA: ¿Qué apoyo ha ofrecido Estados Unidos a las Fuerzas militares?
R.Ll.C.: Apoyo en la lucha antinarcóticos.
SEMANA: Según Benjamin Gilman, el apoyo para actividades antinarcóticos puede ser usado contra la guerrilla porque está metida en el narcotráfico...
R.Ll.C.: Es un tema que debe preocupar más a la guerrilla que al Estado. El vínculo que existe entre la guerrilla y el narcotráfico perjudica a la guerrilla nacional e internacionalmente. Pero, además, les ha pemitido conseguir armas para atacar a las Fuerzas Militares. Eso puede generar factores de irritación en otros países.