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Augusto Posada. | Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

"No soy uribista ni santista. Soy independiente": Posada

Augusto Posada, nuevo presidente de la Cámara de Representantes, concedió su primera entrevista a Semana.com. Habló sobre el reto de presidir la Cámara baja en un tercer año lleno de espinas. También conversó sobre su relación con el presidente Uribe y el futuro del mandatario Santos.

Paula Durán y Rodrigo Urrego
20 de julio de 2012

Augusto Posada, perteneciente a La U, es el nuevo presidente de la Cámara de Representantes. Resultó elegido con el respaldo de 149 votos de la plenaria de esa corporación. Su primera entrevista en su Nuevo cargo la concedió a Semana.com.
 
Semana.com: ¿Con su llegada a la presidencia de la Cámara de Representantes podríamos decir que el uribismo se tomó la Cámara mientras el santismo tiene al Senado?

Augusto Posada: ¿Por qué todos piensan que soy uribista? Admiro y respeto al presidente Uribe, pero soy un hombre muy independiente. A mí no me hizo el presidente Uribe. Me he hecho desde el movimiento estudiantil de mediados de los noventa, con el Proceso ocho mil. Nunca he tenido padrinos políticos. Yo soy yo.

Semana.com: Pero usted es conocido como parte de la corriente uribista de La U. Si hay un rompimiento y algunos congresistas deciden irse de La U con el expresidente Uribe, ¿usted se va con ellos?

A.P.:
Soy del partido de La U, ahí estoy y ahí me quedo, y ahí defiendo la institucionalidad del partido de La U. Es cierto que este (movimiento) se fundamentó en postulados de Uribe, en compañía de él nos propusimos votar por el presidente Santos y salió elegido. Es el presidente de los colombianos y es el presidente de mi partido y eso sí lo tengo muy claro. No le voy a hacer juego a ninguna pelea, aunque me signifique réditos políticos o daño en la región. Uribe me conoce, así soy yo. Defiendo esos postulados desde el partido.

Semana.com: ¿No le parece irónico que el presidente Uribe, como el jefe de la oposición, y el actual jefe de Estado, militen en el mismo partido?

A.P.: No tiene presentación. La gran tarea del partido de La U es transcender a los presidentes. Esto no puede ser una cosa de caudillos, es un tema de instituciones, de políticas. La política de seguridad democrática es del presidente Uribe y estoy convencido de ella. El tema de la cohesión social o de la inversión social, tanto Uribe como Santos y por supuesto el partido de la U, lo defienden. Nosotros no perdemos el horizonte.

Semana.com: ¿Qué va a pasar con el partido de La U?

A.P.:
Creo que en un año les va a tocar renunciar a los senadores y representantes que no quieren seguir en el partido y lanzarse por otro partido. Tendrán que tomar su decisión y ahí sabremos quién se va y quién se queda.

Semana.com: Usted como presidente de la Cámara tendría que liderar o dar garantías a un proceso legislativo para permitir el cambio de partido. ¿Cómo ve ese tipo de iniciativas?

A.P.:
Así como soy institucionalista, sí me considero un hombre con tendencias políticas socialdemócratas. Uno no puede atajar al que no quiere estar y creo que la fortaleza de los partidos no se puede consolidar en atajar la gente. Váyase si se quiere ir. Creo que la democracia se fortalece con partidos fuertes, pero éstos no se logran encerrando la gente. Que se quede el que esté convencido.

Semana.com: ¿Quién tendría que salir de La U?

A.P.:
El que no esté de acuerdo con las posiciones del partido y el que no esté de acuerdo obviamente con las posiciones del gobierno. Negar que somos partido de gobierno es una mentira. Nosotros le dimos el aval al presidente Santos por petición del presidente Uribe, lo cual ya es otra pelea. Pero en general, creo que no se irían más de dos o tres senadores e igual proporción de representantes.

Semana.com: ¿Usted cree que el presidente Uribe, que es miembro carnetizado, estaría pensando en renunciar a La U?

A.P.: Claro que puede, hasta ahora no lo ha planteado. Yo espero que no, sinceramente.

Semana.com: Usted habla de partidos fuertes. Pero la oposición que lanzó Álvaro Uribe no es propiamente por la vía institucional, es decir, por los partidos políticos. ¿Este tipo de movimientos no le hacen daño al país?

A.P.: Totalmente. La creación, el lanzamiento o la insinuación de crear una división del partido de La U—, porque es eso, es una división del partido de La U—no es una solución. Los problemas no se arreglan creando nuevos partidos, hay que dar la pelea al interior de ellos respetando la institucionalidad. Últimamente, qué tristeza, se ha prostituido ese sentimiento. Últimamente es sálvese quien pueda, diga lo que diga para ganar votos y listo. Hay que pensar más allá de esos beneficios particulares.

Semana.com: Le toca presidir la Cámara en un año complicado. ¿Cómo asegura una buena legislatura?

A.P.:
Es una excelente oportunidad para demostrarle al país que el oxígeno no es cuestión de puestos. Es de darle la cara al país, sacar las leyes que el país necesita y hacer los debates de control político necesarios. Serán contundentes y no para hacer daño, sino para rectificar lo que no se ha hecho bien. A través de nuestro papel de congresistas, debemos motivar a los ministros a ejecutar y lograr que la inversión llegue a las regiones. A este gobierno se le ha criticado su espíritu centralista y creo que debe cambiar este año. El pase en blanco de los ministros ya se venció.

Semana.com: ¿Cómo ve al ministro Renjifo, encargado de ser puente entre la Casa de Nariño y el Congreso?

A.P.:
Apenas arrancó. Tiene otro estilo, tengo buena impresión de él. Hay que darle oportunidad para que se muestre y se mueva en este Congreso que será interesante. Estamos empezando a pensar en la reelección, en lo que necesita cada región, etc..

Semana.com: ¿Cómo ve el futuro de la Unidad Nacional?

A.P.:
Muy fuerte. La crisis de la reforma a la Justicia es un impasse que superaremos. Creo que poco a poco se va a restablecer la plena confianza y la comunicación fluida entre el gobierno y y el Congreso, pero con nuevas condiciones.

Semana.com: ¿Cuáles?

A.P.: El Congreso se tiene que modernizar, y a eso me voy a dedicar este año. El Congreso tiene que trabajar de manera más directa con la ciudadanía y la opinión pública. El cambio sustancial es reformarnos y modernizarnos. Esto dinamiza la mesa de Unidad Nacional. No creo que se vaya a fracturar de manera que genere peligro para la gobernabilidad del presidente. Se darán otras condiciones, acompañadas de lo que está pidiendo el país: diálogos más directos, más francos con el Estado, y sin perder la autonomía.

Semana.com: ¿El Congreso tendrá su propia agenda o seguirá la del presidente?

A.P.:
El Congreso tiene que generar unos espacios de estudio sobre las leyes del gobierno nacional. Antes de entrar a debate, tenemos que tener un análisis de la constitucionalidad que se le puede dar a las iniciativas del gobierno, tenemos que tener muy claro unos conceptos y una infraestructura para que el análisis tenga un concepto independiente. En otros países como España y Estados Unidos, el Congreso maneja cierta autonomía y aquí hay que hacer el mismo esfuerzo.

Semana.com: ¿Cuál será la actitud del Congreso en esta nueva legislatura?

A.P.:
Ya no vamos a recibir los proyectos de rodillas, aunque tampoco se trata de revanchas ni venganzas. Esto es de ir modernizando y profesionalizando al Congreso para no repetir sucesos como el de la reforma a la Justicia.

Semana.com: ¿Usted siente que la institución del Congreso está debilitada frente al Ejecutivo?

A.P.:
Históricamente sí porque Colombia es un país presidencialista. Tenemos que tocar los temas que el país necesita. El Congreso no puede tener ningún tema vedado.

Semana.com: ¿Cuál es su conclusión sobre la reforma a la Justicia?

A.P.:
Yo voté la reforma porque considero que el Congreso y los congresistas deben tener una segunda instancia. Yo no regreso al Congreso, pero para los congresistas que vienen, creo que es importante. No podemos desistir en ese propósito. Debemos brindar mecanismos para fortalecer la corporación, no mecanismos para fortalecer la impunidad.

Semana.com: ¿Y la Comisión de Acusaciones?

A.P.: Como la tenemos no brinda garantías para aforados e investigadores. No funciona y creo que motiva la impunidad en el país.

Semana.com: ¿Le suena una constituyente?

A.P.:
Todos esos mecanismos que están planteando son para que los partidos de oposición, en especial, el Polo, pueda hacer fiesta de esto que le sucedió al Congreso. Y otros la quieren para reformar la Constitución y no precisamente a favor de solucionar los temas de la Justicia, sino otros temas que me parecen…. Pero ese es el juego de la política. Me parece inverosímil que estén proponiéndole eso al país.

Semana.com: ¿Se retirará de la Comisión de Acusaciones ahora que es presidente de la Cámara?

A.P.:
Ese es un órgano que reconoce la Constitución.Yo hago parte de esa comisión. ¿Cuál considera que debe ser mi papel? ¿Renunciar o seguir en las investigaciones que tengo sin hacer cálculos políticos?
 
Semana.com: Sus decisiones en la Comisión han sido interpretadas como de corte uribista…

A.P.:
Quienes han hecho esa lectura se han equivocado de cabo a rabo. Admiro y respeto al presidente Uribe, pero también entiendo la responsabilidad constitucional que tengo. Nunca me prestaría para jugar con el buen nombre de personajes de la talla de Piedad Córdoba o Ernesto Samper, a quienes he investigado. Cuando he actuado es porque considero que tengo argumentos necesarios para actuar, nunca en una persecución política. No es mi estilo, las lecturas se harán peros si estudian bien mis pronunciamientos, están basados en el derecho, no en réditos políticos.

Semana.com: Para quienes no lo conocen, ¿en qué cree Augusto Posada?

A.P.:
Soy un hombre creyente, muy poco practicante. Creo que es fundamental contar con esas instituciones morales para la cohesión de una sociedad.

Semana.com: ¿Y en la política?

A.P.:
Creo en las instituciones, en el respeto a las diferencias. A veces toca tomar decisiones radicales en este país y esto puede dar la impresión de ser de izquierda o derecha. Yo sí me considero de centro. Creo que en un país con tantas divisiones y con una inequidad tan alta, las posiciones deben ser de conciliar diferencias y respetar esas diferencias, es la única forma de construir y sacar adelante el país.

Creo en la gente que piensa distinto y respeta la vida, en quienes respetan a los demás, pero no renuncian a sus ideas.

Creo en partidos fuertes. Soñaría con tres o cuatro partidos fuertes, tendencias claras, posiciones muy concretas.

Semana.com: ¿Se describe como santista o uribista?

A.P.:
Soy posadista y no es respuesta para salir al paso o hacerle el quite. Tengo mi criterio, mis posiciones y como he criticado algunas del presidente Uribe, también lo he apoyado en muchas en las que creo. Y como tengo unas críticas del presidente Santos, también he apoyado muchas de las posiciones del gobierno.

Semana.com: ¿Usted apoyaría un proyecto que reglamente el recién aprobado marco para la paz?

A.P.: No creo que haya condiciones para hablar con grupos al margen de la ley. Hay una línea muy difusa que no hemos aclarado. ¿Quiénes son terroristas y cuáles son los grupos armados al margen de la ley con una lucha política y social declarada? Yo con esos me siento hablar. El 90 por ciento de las expresiones violentas del país se han dedicado al narcotráfico y con ellos no se puede conversar. ¿Cómo se puede sentar a hablar uno con Pablo Escobar? ¿Acaso el país no aprendió? Solo con la fuerza del Estado se puede dominar esas expresiones, no hay nada qué hacer.

Pero en general, creo que hay que mantener puertas abiertas, por eso acompañé el marco de la paz.

Semana.com: Casi a dos años del gobierno Santos, ¿cuál es su balance?

A.P.:
Siento que hay muchos temas por afinar. Creo que el presidente Santos ha tenido un gran acierto en las políticas sociales, aunque no ha habido buena comunicación de las mismas, pero han hecho un esfuerzo grande en la inversión social para luchar contra la inequidad social. No tiene presentación nuestra inequidad. Por eso es importante, y así se lo dije al presidente, presentar la reforma tributaria y sacarla adelante. Creo que no podemos seguir hablando del cambio de estrategia de la guerrilla. Este país se abrió al mundo y si no tenemos una seguridad consolidada, difícilmente va a ser exitosa la política de globalización de nuestra economía. La bandera de la seguridad no puede tener color, es amarillo, azul y rojo.

Semana.com: ¿Cómo ve la reelección de Santos?

A.P.: No tengo duda alguna que de presentarse para una reelección, será elegido.

Semana.com: ¿Qué tiene qué hacer?

A.P.:
El objetivo debe ser presentar soluciones contundentes a los problemas de los colombianos. La salud no es una bomba de tiempo, fue una bomba de tiempo y ya estalló. La seguridad necesita señales claras para que la percepción mejore…y así….

Semana.com: ¿Hay que ponerse las pilas?

A.P.:
Creo que después de esta crisis que vivimos, las circunstancias cambiaron. Aunque las pilas han estado puestas, no podemos negar que hay que hacer cambios.

Semana.com: Para terminar, ¿usted si lee las leyes que aprueba?

A.P.: Yo sí las leo.