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"NO VAMOS A SEGUIR RIFANDO EL DINERO"

MARCO ANTONIO CONTRERAS, GERENTE DE FOCINE

24 de abril de 1989

SEMANA: El ministro de Comunicaciones afirma que Focine se ahogó al tratar de salvar al cine colombiano que era el que se iba a ahogar. ¿Usted que piensa de esto?
MARCO ANTONIO CONTRERAS: Ese es un diagnóstico muy acertado. Focine se creó como entidad de fomento de la industria cinematográfica y terminó como fundación para el subsidio de los cinematografistas.
Una cosa es fomentar industria y otra patrocinar artistas. Ese fue el gran error en que cayó Focine y por eso lo recibimos al borde de la muerte, ahogándose. Pero ya le empezamos a dar respiración artificial y ya ha comenzado a manifestar los primeros síntomas de recuperación. Lo recibimos semicadavérico con cerca de 50 millones de pesos en activos y un déficit superior a los 315 millones y ya hemos conseguido más de 400 millones, es decir que ya está respirando.

S.: Pero eso parece ser un respiro que no acaba con el mal y por lo tanto puede venir una recaida.
M.A.C.: Eso depende del manejo.
En el país hay empresas que han estado al borde de la quiebra y que después de que el Estado se ha apersonado y se ha puesto al frente han salido airosas. Mire no más el caso del Banco del Estado, que después de su crisis y después de que el Estado le dió un respiro, ya ha dado unas ganancias superiores a los 2 mil millones de pesos .

S.: Entonces, ¿en dónde esta el problema de Focine? ¿Por que tiene tantos enemigos?
M.A.C.: El problema de Focine está en que no se ha actuado coherentemente con sus propósitos y eso le ha generado enemigos. Pero todo se ha originado en la concepción equivocada de lo que es una industria, lo que es desarrollar una industria, lo que es una compañía de fomento industrial y lo que es hacer cine-arte. La industria tiene que tener una visión comercial y eso no existe en el cine colombiano. La mejor película que se ha hecho en Colombia es "Cóndores no entierran todos los días" y esa no es una película comercial. No es de masas. Y si uno produce un producto que no se vende, entonces está condenado a quebrar.

S.: ¿Eso quiere decir que lo que hay que hacer son películas que se vendan aunque sean malas?
M.A.C.: No. Hay que hacer cine comercial. Y si no se puede hacer una película que no recupere como mínimo su inversión, entonces que no se haga cine. Las películas de cine-club como las llama el ministro, hay que hacerlas y los proyectos cinematográficos culturales hay que impulsarlos, pero eso debe ser apenas un propósito de Focine y no el único. Y para que el cine sea rentable, tiene que ser manejado por empresarios, por industriales. No como hasta ahora se ha hecho, que los artistas resultaron de empresarios. Ellos no tienen visión comercial, son románticos, son humanistas y en ningua parte del mundo una persona con esas características puede ser empresario o industrial.

S.:¿Pero de donde va a salir la plata para hacer ese cine comercial si el ministro, por ejemplo, dice que una pelicula vale como mínimo 200 millones de pesos?
M.A.C.: Pero si la plata está ahí. Focine tiene una deuda que ya empezó a cobrar de por lo menos 2 mil millones de pesos. Lo que no vamos a hacer es seguir rifando el dinero. No vamos a seguir como hasta ahora se ha hecho, prestando plata a quienes no tienen garantías reales, ni a quienes no saben manejarla. No vamos a seguir sacándole el jugo "al Focine" para usar la expresión del doctor Lemus. Vamos a llamar a los poquitos productores que han cumplido sus obligaciones con Focine, que han demostrado que son industriales, a que hagan cine que no de pérdidas. El dinero se le va a prestar a los industriales porque a los artistas hay que apoyarlos pero no prestarles plata.

S.: Lo que usted dice suena realista pero da la impresión de que llegó tarde porque lo que se plantea hoy en día es que se acabe Focine.
M.A.C.: Yo se que hay quienes lo plantean, pero cómo se va a acabar con una cosa que prácticamente no ha comenzado. En materia de cine, en Colombia y en Focine, prácticamente todo está por realizar. Lo que hay que hacer es hacerlo bien. Cuando Colombia era mala para el futbol y nunca clasificaba o cuando no triunfaba en ciclismo, nadie se planteaba que se acabara con el fútbol o con la Federación de Ciclismo. Habia que mirar por qué, si existia materia prima no se había podido dar el salto hacia el triunfo. Y en Colombia hay materia prima en asuntos cinematográficos.
Hay buenos actores, hay buenos guiones, pero lo que ha habido son malos productores, malos empresarios y lo peor de todo, patrocinados por Focine.

S.:¿Y que piensa hacer entonces para que los resultados sean diferentes?
M.A.C.: De todo. Aquí está todo por hacer. Hay que comercializar lo que tenemos. hay que venderlo en el exterior. Y si no hay quién proponga una película que recupere su inversión, haremos coproducción con otros países que sepan del negocio.
Hay que crear una infraestructura nacional de la industria del cine. Podemos vender servicios al exterior, no sólo paisajes. Hay que empezar a crear también una conciencia alrededor del cine colombiano. Vamos a poner a los estudiantes a ver películas colombianas y a promocionar la industria, pero para eso también hay que hacer cosas que le gusten a la masa y no solamente a una élíte de intelectuales. -