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Cecilia López ha liderado algunos de los debates más grandes de la oposición. Entre ellos, el de la ausencia de políticas económicas para enfrentar la crisis, el de Carimagua y el de la falta de control a las pirámides

ELECCIONES

"No volveré al Senado"

Cecilia López quiere llegar a ser la primera mujer candidata presidencial por el Partido Liberal. En diálogo con SEMANA dice por qué y señala los huecos que ve en la política económica y social del gobierno de Uribe.

9 de mayo de 2009

SEMANA: Algunos insisten en que inscribiéndose a la Consulta Liberal, usted busca visibilidad para volver al Senado.

Cecilia López: Soy clara: voy por la Presidencia y no por una curul. No me encerré tres meses a estudiar el país para ir al Senado de nuevo. Quiero ser la primera liberal candidata oficial del Partido Liberal y voy a llegar hasta el final.

SEMANA: Usted ha hecho algunos de los debates de oposición más destacados, como el de Carimagua, el de las pirámides y el de la política económica. ¿No cree que esa calidad no se refleja en reconocimiento?

C.L.: Quiero aclarar que respeto infinitamente a los medios de comunicación, pero hay unos tan gobiernistas, que incluso en los debates de oposición señalan el triunfo de los ministros. Por eso me siento tranquila con que algunos no registren los debates: eso quiere decir que fueron buenos.

SEMANA: Recientemente usted ha cuestionado algunas cifras oficiales en el tema de salud...

C.L.: Me preocupa que el gobierno diga que hay 29 millones de personas de estratos 1 y 2 afiliadas al Sisbén. Si la pobreza es poco menos del 50 por ciento de los colombianos, en el Sisbén debería haber máximo 23 millones de personas. Eso significa que o la pobreza es superior al 60 por ciento, o hay más de cinco millones de colados que no merecen subsidios y que están en el Sisbén por populismo. Estar en el Sisbén es tener luz verde para obtener otros subsidios como Familias en Acción, que desestimulan que la gente trabaje. O las cifras del sistema de salud están mal, o el gobierno va a quebrar el sistema de salud a punta de populismo.

SEMANA: Y cómo economista, ¿cómo califica la gestión del gobierno?

C.L.: El gobierno colombiano es el único de Latinoamérica que no se ha preparado frente a la crisis económica. Tampoco ha discutido alternativas porque se ha concentrado en el referendo y en la reforma política. La quietud del gobierno se evidencia en que el gasto ha sido igual de enero a marzo, pero en estos tres meses el déficit ha aumentado. No hay estrategias para generar empleo, y hacer que los colombianos se endeuden no es suficiente para estimular la demanda interna dado que la gente no tiene plata. Hay que generar empleo y quitar privilegios a sectores como el automotor y el de las zonas francas, a las que se les han bajado los impuestos y, por si fuera poco, ahora se diseñan y se piden a domicilio.

SEMANA: ¿Cuál es el elemento central de su propuesta de campaña, La Hora de los Derechos?

C.L.: Creo que hay que darle un viraje a la política social. Desde el Congreso comencé a trabajar para que el Estado definiera un nuevo paquete de derechos para los colombianos. No obstante, el gobierno dijo que una iniciativa de este estilo era inconstitucional. Por eso me encerré a estudiar a fondo los problemas del país y ser candidata presidencial para defender un pilar de derechos que permitan construir un país de ciudadanos.

SEMANA: ¿A qué derechos se refiere?

C.L.: En el campo de la seguridad, a que se respeten los derechos fundamentales: nunca más debe haber falsos positivos ni desplazados. En lo económico, a que el trabajo sea un derecho fundamental, porque sin él no se puede dar ningún otro. Y en el terreno social, a tener una vida digna y a disfrutar de la transparencia, la equidad de género y el medio ambiente. El país ha perdido valores éticos universales y por eso en mi propuesta también planteo deberes: hay que aprender a respetar la ley porque los colombianos nos hemos vuelto expertos en buscarles el esguince a las normas y en vulnerar las libertades de los demás.

SEMANA: ¿Qué la estimula y que le preocupa de esta campaña electoral?

C.L.: Me estimula tener el apoyo de académicos, mujeres y sectores lejanos a la política tradicional. Me preocupa la manera como el gobierno está abordando la contienda. En su columna, José Obdulio Gaviria ya comparó la campaña con una guerra. Aunque claro, hay que entender que para el gobierno ambas son similares y al opositor no se le descalifica con ideas sino con chuzadas, seguimientos o calumnias.

SEMANA: ¿Se ha sentido perseguida?

C.L.: El gobierno se está volviendo muy duro con sus opositores. Hace unos meses la OMS me incluyó en un grupo sobre propiedad intelectual en medicamentos, y una funcionaria del gobierno cuestionó que me hubieran escogido. ¿Dónde está el juego democrático?

SEMANA: ¿Participaría en una consulta interpartidista con Germán Vargas?

C.L.: Antes de pensar en eso, me voy a concentrar en ganar la consulta liberal.