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"NOSOTROS HEMOS DICHO: NADA CON EL NARCOTRAFICO"

ENTREVISTA:MANUEL PEREZ

15 de octubre de 1990


Manuel Pérez, el número uno del ELN, fue entrevistado recientemente por el periodista Alfonso Torres de la Revista española Tribuna de Actualidad. SEMANA reprocuce a continuación algunos apartes que considera de interés para los lectores colombianos.

ALFONSO TORRES: ¿Hay división en el ELN ?
MANUEL PEREZ: Eso es absolutamente falso. Ese era el primer paso de la campaña que tenía programada el enemigo. Primero la división y después, que ya me habían fusilado. Precisamente acabamos de salir de un congreso de toda la organización donde quedó demostrado una gran nivel de homogeneidad. La dirección funciona en forma colectiva y unitaria y tanto el compañero Nicolás, el responsable militar, que es con quien se dice que estalló la división, como yo, fuimos elegidos por aclamación.

A.T.: Siendo Ud. uno de los hombres más buscados por la policía y el ejército colombianos, ¿cómo ha conseguido mantenerse vivo ?
M.P.: Hay varias razones. La primera es que en la organización nos estamos formando para ser bastante disciplinados. En segundo lugar, si bien el enemigo ofrece mucho dinero, no tienen organismos de seguridad tan preparados como para rematar el trabajo, y lo tercero y fundamental es que el pueblo apoya a los revolucionarios. Sin estar con las masas y tener una aceptación en el pueblo, sería imposible que con esa oferta pudiera mantenerme vivo.

A.T.: ¿Cuál es la postura del ELN frente al problema del narcotráfico?
M.P.: Nosotros hemos dicho: nada con el narcotráfico. Nosotros ni hemos tenido, ni tenemos, ni tendremos nada que ver con el narcotráfico. No hemos realizado con ellos negocios de cocaína ni de armas. Pensamos que lo mejor es que cada uno esté en su terreno y no queremos ningún tipo de mezclas.
A.T.: Pero Uds. controlan zonas donde hay campesinos que se dedican al cultivo de coca...

MP.: Controlamos zonas donde hay campesinos, que es distinto a que haya narcotraficantes. En las zonas donde hay cultivos de coca lo que hacemos es, primero, una labor persuasiva y, segundo, la labor de ir impulsando cultivos alternativos, para que se pueda garantizar la subsistencia del campesino..
Finalmente, cuando tienen una economfa desarrollada, les decimos que tienen que acabar con la coca.

A.T.: ¿Qué postura intransigente los ha llevado a tener enfrentamientos con los narcotraficantes ?
M.P.: En eso hemos sido cuidadosos y con los grandes narcotraficantes no. Les hemos hecho saber que si no nos atacan, no los atacamos. Nos han propuesto hacer pistas y les hemos dicho; "No señor, en estas zonas no se hacen pistas." Ahora bien, otra cosa son los narcotraficantes que tengan que ver con la guerra sucia y las masacres, donde hay muertes de campesinos. Esos sí son enemigos declarados.

A.T.: ¿Qué supuso para la Coordinadora Guerrillera la entrega de las armas por parte del M-19?
M.P.: Lo que supuso fue que hubiera una organización menos. En términos de fuerza militar no significó mucho, porque en los últimos años el M-19 estaba atravesando por un bajón decisivo en su capacidad operativa y en una crisis que difícilmente podría sortear en varios años. Sin embargo, nosotros lo sentimos como una baja dentro de los componentes y toda baja resta. En términos políticos, los del M-19 siempre fueron los más disímiles en cuanto a la concepción política, que era más homogénea dentro de la Simón Bolívar. Personalmente creo que lo que hicieron los del M-19 fue entregar muchos ideales por muy poca cosa.

A.T.: ¿Cuándo entregará las armas el ELN ?
M.P.: Nosotros no hablamos de treguas unilaterales, ni mucho menos de entrega de armas. Se solucionará el conflicto, por tanto surgirá un nuevo ejército que defienda la soberanía de este país y la construcción de un gobierno popular. No entregamos las armas, porque no somos un enemigo derrotado.

A.T.: ¿ Por qué han decidido intervenir en la zona cafetera del país?
M.P.: Porque consideramos que es otro de los lugares donde se está extrayendo una gran riqueza y no hay suficiente atención ni a los trabajadores, ni a los precios de los pequeños productores. Hay que ubicar en sus términos todos los problemas que hay en torno al café y su desarrollo.

A.T.: ¿A los 48 años y después de llevar casi la mitad de la vida en el monte, de qué se siente cansado ?
M.P.: No estoy cansado, porque uno tiene que habituarse a la vida guerrillera que es muy dura, pero a la vez muy sana. Nosotros no sufrimos los daños de la contaminación del medio ambiente y siempre estamos respirando aire fresco y caminando. Por otro lado, hoy no pasamos hambre como en los primeros años. Tampoco me siento ya tan joven como cuando llegué y soy consciente de las limitaciones que voy teniendo. Ya no tengo los mismos bríos para hacer las cosas de los muchachos de 20 años. Creo que todavía puedo vivir un tiempito más en la guerrilla.