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Notaría 17 se defiende tras expedición de certificado de defunción de 'Fritanga'

El titular de ese despacho dijo que actuaron conforme a lo rige la ley a la hora de verificar los documentos exigidos para registrar el fallecimiento de un ciudadano.

6 de julio de 2012

Tras el escándalo suscitado por la expedición del certificado de defunción de alias 'Fritanga' por cuenta de la Notaría 17, ubicada en el sur de Bogotá, Eduardo González, titular de esa oficina, dijo que la funcionaria que estampó su firma en el documento, Mirian Suárez, notaria encargada para la época de los hechos, se ciñó a lo que dice la ley.

"Los documentos que tenemos tienen todas las características y las condiciones de idoneidad con los cuales la Notaría tiene que proceder a hacer un registro", dijo González.

En el archivo de la entidad reposa el certificado del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas que deben diligenciar los médicos certificando el deceso de un ciudadano. El galeno que firmó la defunción de Camilo Torres Martínez, alias 'Fritanga', es Augusto de Jesús Gallego Tobón, quien determinó una muerte natural.

La rúbrica, el sello y la huella de Gallego Tobón aparecen en el informe fechado el 2 de diciembre del 2010, día en el que presuntamente también se produjo la muerte del ahora capturado.

La pregunta que ahora buscan resolver las autoridades es cuál fue el cuerpo que vio el médico sobre el cual dictaminó el deceso natural que lo llevó a expedir el certificado 80257459-2.

Ese formulario fue llevado ante la Notaría por Jorge Eliécer Heredia quien, al parecer, es empleado de la funeraria Virgen del Valle quienes, se presume, eran los encargados de hacer el velorio del occiso.

Heredia fungió como denunciante ante los funcionarios notariales. Hasta esa oficina del sur de Bogotá llegó con el certificado del médico Gallego, como lo exige la ley. Además, llevó la fotocopia de una cédula que contiene los datos de Camilo Torres Martínez, nacido el 31 de octubre de 1975 en Unguía, Chocó, y expedida en Turbo, Antioquia.

"En la medida en que se compruebe que los documentos que nos aportaron resulten de una condición falsa podríamos pensar que sí fuimos asaltados en nuestra buena fe", acotó el notario González.

El funcionario resaltó que este tipo de trámites por lo general lo hacen los empleados de las funerarias con el fin de prestarles un servicio adicional a los deudos.

De hecho, Heredia ya había hecho ese trámite en la misma Notaría en dos oportunidades anteriores a la solicitud gestionada para documentar el fallecimiento de Torres Martínez.

Para González, este caso sirve "a manera de reflexión para el Gobierno para que frente a este tipo de situaciones se creen otro tipo de mecanismos para evitar la manipulación de papeles y que se haga, por ejemplo, a través de medios digitales".