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Así se vio el Congreso el 9 de abril. | Foto: Cortesía

CONGRESO

Solo 49 congresistas se quedaron a escuchar a las víctimas

Por cuarto año consecutivo, el homenaje a las víctimas del conflicto en el Congreso volvió a ser eclipsado por el ausentismo del 84 % de los parlamentarios.

9 de abril de 2015

Desde que se aprobó la ley de víctimas, cada 9 de abril el Congreso debe sesionar en pleno, es decir Senado y Cámara conjuntamente, con el propósito de escuchar a las víctimas del conflicto. Es uno de los actos centrales del Día Nacional en solidaridad con las víctimas, que desde el año 2012 se celebra el mismo día en que se recuerda la muerte violenta del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, episodio que prendió la mecha de la llamada violencia bipartidista.
 
Era la cuarta vez que el Congreso se reunía, obligado por la ley, a escuchar los testimonios de las víctimas. Y como sucedió en las ediciones anteriores, la historia se repitió. Curules casi llenas al comienzo de la sesión: 83 senadores (de 102) y 139 representantes (de 166) respondieron al llamado a lista.
 
Habló el presidente del Senado José David Name, y el de la Cámara Fabio Amín. El ministro del Interior Juan Fernando Cristo, quien recordó su labor como autor de la ley de víctimas. El senador Juan Manuel Galán pronunció un sentido discurso. Pero cuando las 45 victimas que se inscribieron empezaron intervenir, del salón elíptico del capitolio empezaron a desparecer los congresistas.
 
Entre los testimonios de las víctimas empezaron las intervenciones de los parlamentarios. Los del Centro Democrático, que se ufanan por su disciplina, empezaron a cuestionar la ausencia de los congresistas de la Unidad Nacional.
 
Tanto así que el expresidente Álvaro Uribe afirmó, fuera del recinto, que para el gobierno el tema de las víctimas solo era para la taquilla, pero que en la realidad no tenía compromiso con ellas. Paloma Valencia, lo secundó en público, y empezó a preguntar, nombre por nombre, dónde se encontraban los parlamentarios ausentes. Incluso, la senadora María del Rosario Guerra dijo que ellos sí se quedarían a escuchar a todas las víctimas.
 
Las palabras de los uribistas generaron inmediata reacción en el Polo Democrático. Iván Cepeda les recordó a los del Centro Democrático que “su jefe”, en referencia a Álvaro Uribe, cuando era presidente se opuso a la ley de víctimas. Todo sucedió bajo la mirada de las víctimas. Algunas de ellas les reclamaron a los parlamentarios mayor atención, incluso que justificaran su sueldo.
 
Una de ellas, que acudía por primera vez al Congreso, se sorprendió de que los parlamentarios se la pasaran de un lado para otro, hablaran entre ellos y pusieran más cuidado a sus teléfonos celulares que a quienes habían venido de diferentes lugares del país a entregar su testimonio.
 
Tras cuatro horas de sesión, a las 8 de la noche, solo contestaron a lista 17 senadores y 32 representantes a la Cámara, es decir solo el 16 % del parlamento. Por esa razón la sesión tuvo que ser levantada, y el homenaje a las víctimas en el Congreso volvió a empañarse por el ausentismo de los parlamentarios. Ellos responden que este día no es para que intervengan los congresistas, sino para que todo el país, a través de la televisión, escuche a las víctimas.